CONDICIÓN DEL ESPECTRO AUTISTA

Comunidad Asperger y la lucha por la inclusión laboral de los jóvenes con CEA

Si bien algunos desarrollan pasantías, desde la agrupación llaman por una inclusión verdadera que les permita progresar y mantenerse activos en el mundo laboral. Este año, el grupo de padres trabajará en esa dirección.

Desde hace varios años nació en Junín la Comunidad Asperger, una agrupación de padres de niños y jóvenes con condición del espectro autista, que buscan acompañarse y orientarse mutuamente, pero también dar a conocer y concientizar a la sociedad local sobre este “síndrome invisible” y la necesidad de luchar por una verdadera inclusión. 
Este año, según destacan Sandra González y Silvana Damiani, mamás de Erick y Joaquín respectivamente, el trabajo se centrará además en bregar por la inclusión laboral de jóvenes y adultos que esperan una oportunidad. 

El trabajo de la Comunidad
Desde su creación, la Comunidad Asperger se constituyó como “un grupo de padres de chicos y jóvenes dentro del espectro autista, con la función y misión de apoyarnos entre nosotros, y quienes están transitando el camino con su hijo dentro del espectro”.
Si bien realizan reuniones con profesionales, psicólogos, psicopedagogos, mediante charlas en la Unnoba, en este año el trabajo debió cambiar debido a la pandemia.
“Lo más importante es el apoyo a los papas, los consejos de padre a padre en muchas cuestiones y la idea es hacer un recorrido a medida que se van acercando a la Comunidad”.
Silvana aseguró que además de “ser un apoyo a las familias, se trata de abrir camino a las mamás con hijos adolescentes, que al terminar el secundario necesitan trabajar”.

Inclusión laboral 
Una cuestión que preocupa a muchos papás, es la problemática de la inserción laboral, tal y como refirió Sandra. 
“La idea ahora es que hay niños que se fueron convirtiendo en adultos, han estudiado, se han preparado, se han recibido luego del secundario y uno se encuentra con que cuesta mucho el tema de la búsqueda de trabajo. Esa es nuestra lucha actual, tratar de que nuestros hijos se inserten en el mundo laboral”.
“Lo estamos haciendo con el municipio, con charlas de distintos organismos”, aseguró Sandra, pero llamó al “compromiso por la inclusión”. 
Destacó que “los chicos hicieron pasantías en comercios de Junín, pero la idea es que los comerciantes se comprometan a abrirles la puerta a personas con discapacidad”, para que sea más que una pasantía. 
“Estamos luchando por más que la pasantía, para que la persona quede en los comercios. Que los empleadores deseen tener su empleado con discapacidad, esa inserción necesaria y que nos  puede tocar a todos”.
Sandra aseguró que “como la discapacidad de nuestros hijos no es visible, parece que no fuera nada. Es una discapacidad social, no intelectual, pero es real, tanto como la necesidad laboral”.
“Lamentablemente el empleador no se arriesga a pensar ‘qué pasa si empleo a esta persona y qué experiencia puedo tener’, entonces todo queda en nada”.
Silvana lamentó: “Vemos falta de compromiso de empleadores, no se animan a tomarlos o los toman con pasantías, por ser una discapacidad invisible y social. Y así quedan sin trabajo”.
Sandra pidió tener presente que “inclusión no son seis meses, es incluir a los jóvenes en el staff de forma permanente. Ellos son capaces”.

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