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Frente del imponente edificio del Cine San Carlos, en calle Arias, entre General Paz y Cabrera.
AGUARDAN UNA REUNIÓN

Polémica por el pedido de la empresa dueña del Cine San Carlos para que deje de ser patrimonio

Los concejales acordaron que citarán a Zurro Cinematografía S.A. para que exponga las razones de la petición y pueda ser tratada en Comisión. Según trascendió, la firma no tendría la posibilidad de reactivar el edificio o venderlo en esas condiciones.

En la sesión del Concejo Deliberante que se realizó el pasado miércoles, ingresó una petición de la empresa Zurro Cinematografía S.A, propietaria del edificio Cine San Carlos, solicitando la  exclusión del inmueble del listado de bienes con valor patrimonial, algo que no ha ocurrido en la historia patrimonial de la ciudad, salvo por el caso de una vivienda particular pero que no representaba un valor cultural tan emblemático para la ciudad.
Previo a tratarse en comisión la semana entrante, Democracia consultó a referentes de los distintos espacios políticos sobre el posible destino de la icónica sala de nuestra ciudad y a la arquitecta Laura Franco, subsecretaria de Planificación del Gobierno de Junín, quien dio detalles sobre el tipo de patrimonio que conforma el edificio del cine San Carlos.

“No es solo fachada”
Si bien se desconocen aún las razones sobre la petición de la firma Zurro y la intención del pedido, existen dos factores que conviene aclarar respecto de los edificios que componen la lista de patrimonio cultural de la ciudad. 
La arquitecta Laura Franco,  subsecretaria de Planificación del Gobierno de Junín se refirió a dos tipos de catalogación como tipológico o cautelar. 
“El edificio del cine San Carlos como patrimonio es tipológico, no es solo fachada”, adelantó la arquitecta.
“Esto no significa que no se pueda tocar, significa que puede haber un porcentaje a modificar, pero el proyecto tiene que incorporar cuestiones culturales: no se puede demoler, conservar la fachada y hacer adentro otra cosa, mientras esté catalogado como tal”, explicó.
“Su grado de protección es tipológico. Si fuera solo considerada la fachada, en ese caso sería cautelar”.
“Hubo un caso en que se quitó de la lista de patrimonio pero fue una vivienda particular, no un edificio simbólico para la comunidad como puede llegar a ser un edificio cultural. No significa que es intocable pero hay cuestiones a respetar y es la autoridad de aplicación la que tiene que evaluar cuál es el grado de valor de cada uno de los inmuebles y el grado de intervención posible”, refirió Franco.

Citarán a la empresa
Según pudo conocer Democracia, la empresa no tendría forma de reactivar el edificio ni de sostenerlo o venderlo, razón por la cual habría realizado la petición de que sea desafectado como patrimonio cultural.
Desde el bloque de Cambiemos, el concejal Javier Prandi adelantó que todos los concejales de la Comisión de Legislación decidieron citar a la empresa, algo que se definirá en la próxima semana.
“Lo primero que decidimos es citar al responsable de la firma para que nos informe cuál es la idea que tienen a raíz del pedido”.
Es por ello que según Prandi, “no evaluamos ninguna posibilidad sobre el destino porque no sabemos cuál es el fin que le quieren dar. En base a eso se consultará si hay alguna posibilidad de que Provincia o Municipio pueda hacerse cargo. Es un edificio demasiado grande para que el municipio pueda hacer algo pero veremos qué dicen”.
Por su parte, la concejal Maia Leiva, por Unidad Ciudadana expresó sobre la petición que “si bien entró en comisión, aún no hemos dado un tratamiento profundo al expediente”.
Aún así destacó: “Sin embargo, entendemos que el Cine San Carlos es un emblema de nuestra cultura, muy querido por los vecinos y uno de los más importantes de la provincia de Buenos Aires.  Tiene más de 70 años, donde nos hemos divertido y emocionado con películas, obras de teatro y shows musicales de primer nivel. Todos tenemos un recuerdo con el San Carlos”. 
Leiva remarcó que “es un espacio que debe ser recuperado y puesto en valor por el Municipio, para que puedan disfrutarlo todos los juninenses y para fomentar la cultura de nuestra ciudad”. 
Cabe destacar que durante la campaña de 2011, el senador Gustavo Traverso había presentado un proyecto para recuperarlo como centro cultural o teatro municipal y en 2015 incluso había visitado el edificio la por entonces ministra de Cultura Teresa Parodi.
La concejal del Frente Renovador Natalia Donatti indicó que “lo hemos hablado por arriba, nos parece una cuestión muy sentimental la del cine San Carlos pero hoy en día no se está utilizando y es una pena que un edificio tan grande esté así. Nosotros preguntamos si se podía hacer otro proyecto, un teatro que se pueda utilizar por completo. Por cuestiones técnicas que desconozco, nos dijeron que no se podía, no con esas características y dimensiones”, destacó.
“El municipio debería intervenir. Desde el concejo deliberante no podemos tomar una decisión apresurada, hay que investigar más, ver el fin que se persigue. Posiblemente exista una empresa que pueda hacer una inversión que sea beneficiosa para Junín, sería mucho mejor que hacer departamentos”, estimó la concejal del FR. 

El cine San Carlos
El 15 de marzo de 1946 se puso en marcha la creación de la sala del Cine Teatro, en calle Arias, entre General Paz y Cabrera, construida en base a un proyecto del arquitecto Gastón Cartier, por la constructora E. Dell'Acqua y Cía, tras la demolición del edificio que pertenecía a los grandes almacenes de la firma Ordiales, Peón y Cía. 
Hace más de setenta años, la sala del Cine San Carlos, muy moderna y amplia comenzó a albergar públicos de distintas características durante décadas de esplendor y otras que no lo fueron tanto pero que forjaron sin dudas la  identidad cultural de la ciudad. La empresa concesionaria de entonces era A. Zurro. 
El San Carlos fue, desde su inicio, una sala cinematográfica que durante varias décadas esporádicamente albergó acontecimientos de otro género del arte. 
Tiene una capacidad para 1.200 butacas, más las 800 de la planta alta, un escenario de 20 metros de ancho y la boca de 14. El subsuelo tiene una superficie de 600 metros cuadrados, allí estaban ubicados los camarines, servicios, hall de artistas, sala de calderas y depósito de materiales.

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