Nicolas Sere
“Volvería a hacer esto todos los días de mi vida, a cada rato” señaló Sere.

Vuelo solidario en plena cuarentena

El piloto linqueño Nicolás Sere consiguió el permiso para volar a otra provincia en plena cuarentena y fue un eslabón clave en la cadena para que un pequeño de diez años obtenga un remedio indispensable para tratar su enfermedad.
En cuestión de días, se armó una cadena solidaria entre los municipios de Ameghino, Lincoln y el departamento de Rawson, en la provincia de San Juan, para que Sergio Molina, el pequeño que padece granulomatosa crónica, pueda recibir su medicina. 
En diálogo con Democracia, el piloto Nicolás Sere relató cómo se desarrolló la historia de solidaridad mediante la cual, una vecina de Ameghino pudo donar un medicamento muy costoso a la familia sanjuanina. 
En el medio, un eslabón clave: el piloto que puso su avión Vans RV 7 para trasladar el remedio de manera rápida y sin cortar la cadena de frío. Mariela Estanguet es vecina de Ameghino y conocía a Sergio Molina y su familia por haber compartido tratamiento en el hospital Garrahan, ya que sus dos hijos también padecen esta extraña enfermedad y ya no necesitan esa medicina. Así fue cómo supo que el nene precisaba el medicamento y buscó la forma de hacérselo llegar.
Tras ver la publicación en Facebook, Nicolás Sere puso su avión a disposición para hacer el traslado del medicamento. Pero aún restaba conseguir los permisos para volar en plena cuarentena obligatoria por el coronavirus Covid-19. 


“Tenía que conseguir permisos especiales para volar porque la aviación general estaba restringida, salvo para algún vuelo humanitario, sanitario, militar y, seguramente, también político, así que empecé a hacer gestiones con pilotos amigos, movimos contactos y, finalmente, conseguimos el permiso”, dijo Sere y agregó: “entregamos el medicamento y ellos estaban súper agradecidos de recibirlo y nosotros muy reconfortados por haber podido ayudar. Realmente, volvería a hacer esto todos los días de mi vida, a cada rato, porque la emoción que uno siente en ser útil para los demás es increíble, y no hace falta tener un avión para ayudar a los demás, a veces la ayuda es simplemente un abrazo, un plato de comida, o dar trabajo a alguien; en este caso me tocó poner el avión pero hay mil formas de ayudar y estaría bueno que todos nos contagiemos”.

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