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Rita Liempe es enfermera, una destacada referente de ATE y fue legisladora provincial en el período 2011-2015.
ENFERMERA DEL HIGA

Rita Liempe: “Siempre voy a seguir vinculada a la salud”

Trabajó en el hospital de Lincoln y desde hace siete años está en el de Junín. Fue legisladora provincial y cuando terminó su mandato regresó a su profesión. Es una de las referentes de ATE en la región.

El año pasado, cuando terminó su actividad en la Legislatura bonaerense, después de cuatro años como diputada y otros dos como contratada, Rita Liempe regresó al hospital a seguir ejerciendo su tarea como enfermera. No faltó quien la mirara extrañado por haber vuelto de la política al llano, al pabellón del tercer piso del Hospital Interzonal “Abraham Piñeyro”.
Sin embargo, no tenía nada de extraordinario. “Lo natural es que uno vuelva a su lugar de trabajo”, dice. En ese lugar en el que no solo busca mejorar día a día, sino que también continúa luchando por los derechos suyos y de sus compañeros.

“Me gusta todo lo que tiene que ver con hacer cumplir los derechos”.

Enfermera
Liempe nació en San Antonio Oeste, pasó su infancia en distintos lugares del Valle de Río Negro hasta que, a sus 13 años, se fue con sus dos hermanas mayores a vivir a la casa de sus abuelos, en Lincoln.
Allí empezó el secundario, pero la adolescencia era una etapa de muchos cambios: al tiempo se volvió a Río Negro, un año después estaba de vuelta en Lincoln y allí comenzó a trabajar como empleada doméstica. Estuvo varios años en casas de familia, hasta que a sus 19 años ingresó como mucama en una clínica privada. “Ahí tomé contacto con la enfermería, me encantó, pero como no tenía el secundario, hice la capacitación básica como auxiliar de enfermería”, recuerda.
Tenía una hija de tres años cuando arrancó en el secundario para adultos. En el año 1995 ingresó al Hospital de Lincoln y, con un grupo de compañeras, hizo la carrera de enfermería universitaria en la Región Sanitaria III, a través de la Universidad de Quilmes.
En el hospital de Lincoln pasó por diferentes servicios, de los cuales, el que más tiempo cubrió fue el de Maternidad, Obstetricia y Ginecología, que "es la tarea que más me gusta".
Allí estuvo 17 años y luego pasó al HIGA local, donde permanece desde 2011.

“Es difícil estar en un mundo que es, mayoritariamente, de hombres”.

Sindicalismo
Estaba en el hospital de Lincoln cuando se afilió a ATE. Uno compañeros ambulanciero, Roberto Bourgeois, le pidió colaboración y Rita terminó siendo nombrada delegada normalizadora. Pero “El Francés”, como conocían a este dirigente, falleció pocos meses después y Liempe quedó como referente del gremio. “Fue un impacto terrible, un dolor tremendo, porque era una gran persona”, recuerda.
El mundo sindical la terminó atrapando completamente: “Me gusta todo lo que tiene que ver con la Justicia y con hacer cumplir los derechos que tenemos todos, como personas y como trabajadores. Esa es la cuestión que más me empuja a realizar la tarea gremial. Es una actividad con muchos escollos, es muy difícil conseguir conquistas, es mucho el esfuerzo y la pelea que hay que dar. Por otro lado, también es difícil para una mujer estar en un mundo que es, mayoritariamente, de hombres. El de los sindicatos es un espacio muy machista”.

Legisladora
Aun cuando no tenía militancia partidaria, por su pertenencia a ATE y a la CTA, en el año 2001 le ofrecieron integrar la lista de Unidad Popular, un espacio referenciado en el dirigente sindical Víctor De Gennaro. “Yo pensaba que, como iba segunda en la lista, no iba a ingresar”, admite.
Sin embargo, entró. “Esto me ayudó para descubrir muchas cosas –afirma–, es un mundo totalmente distinto, me hizo ver la necesidad de que personas comunes y corrientes lleguen a esos espacios para dar el debate y la lucha por cuestiones que son de la vida cotidiana”.
Entre los temas que destaca de su paso por la Legislatura, menciona: “Logramos que se conforme una comisión especial de pueblos originarios, pude acompañar proyectos que tuvieron que ver con el Día del Trabajador Estatal, la colegiación de enfermería, la nueva Ley de Trabajadores Municipales y un sinfín de otras iniciativas que fueron una satisfacción extra”. 
Cuando terminó su mandato, prefirió dar un paso al costado. “Sufrí varias desilusiones”, comenta. Por eso dejó la política.

“Alguno me preguntó cómo iba a volver al hospital, pero lo natural es que uno vuelva a su lugar de trabajo. Me ofrecieron el tercer piso, donde estoy muy conforme”.

De regreso
Liempe terminó su mandato en 2015 y siguió en la Cámara dos años más, por un contrato de trabajo. El año pasado, después de su paso por la Legislatura, regresó a su trabajo de enfermera. “Alguno me preguntó cómo iba a volver al hospital, pero lo natural es que uno vuelva a su lugar de trabajo. Pedí un servicio que me permitiera volver a medir mis habilidades como enfermera y me ofrecieron el tercer piso, en donde estoy súper conforme”, explica.
Según dice, su profesión y el sindicalismo “son actividades paralelas”, aunque le “tira un poco más” la enfermería.
Y pensando en su futuro, señala: “Siempre voy a seguir vinculada a este mundo, porque no solamente me interesa la salud tradicional, sino también las terapias alternativas y me gustaría incursionar en la medicina vinculada a las culturas de nuestra población, hablo de los pueblos originarios, pero también otras: hoy convivimos con personas que deciden ser veganas, o que eligen la medicina homeopática, y me gustaría conocer esas miradas. Y en el mundo sindical no anhelo llegar a ningún espacio en especial. Estoy agradecida a la vida porque tengo mis hijos, una profesión, y compañeros con los que nos tratamos de igual a igual”.

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