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El dirigente radical Federico Storani pidió a Cambiemos “una mayor apertura política”.
RADICALISMO

Federico Storani: “Hay que dar una vuelta de tuerca dentro de Cambiemos”

El ex diputado nacional de la UCR reclamó al Gobierno un “mayor espacio de diálogo” político, que construya “una malla de contención” para atravesar las turbulencias de la economía. “Si no hay voluntad política de hacerlo, habrá que ir buscando otras alternativas”, sugirió.

El ex diputado nacional y vicepresidente tercero de la Unión Cívica Radical (UCR), Federico Storani, visitó ayer la redacción de Democracia y en una entrevista afirmó que el proceso de apertura y mayor diálogo político que comenzó a “insinuar” el Gobierno de Cambiemos tras las últimas turbulencias en la economía “se debe profundizar y ese va a ser el papel del radicalismo” dentro de Cambiemos, al tiempo que llamó a mantener la coherencia histórica y el ADN radical.

-¿Sorprendió al radicalismo el pedido de ayuda del Gobierno al FMI y las turbulencias en la economía?
-Un poco sí, primero porque si bien es cierto que hubo factores económicos internacionales, que eran previsibles, como la modificación de la tasa de referencia en Norteamérica, que ya en febrero había producido un alza. El problema, que también es cierto, es que si bien afectó a varios países en el mundo, a la Argentina la afectó de tres a cinco veces más, lo que significa que el país es mucho más vulnerable. Por lo tanto, yo no esperé que una corrida como la que ocurrió se convirtiera en una crisis cambiaria, que en su momento puso en jaque a las propias reservas del Banco Central y que se tuviera que recurrir al FMI para establecer un poco un blindaje que permitiera salir de ese ataque especulativo, que nos pusiera en una situación aún más compleja. Pero también vamos a decir la verdad completa, que esto pudo haberse previsto, y que tal vez la política en general debió haber tenido mallas de contención más amplias, que recién ahora se insinúa que se ponen en marcha, y que, para ser coherentes, desde nuestro espacio venimos planteando desde hace mucho tiempo, una mayor apertura, un mayor diálogo, venimos planteando, como está en nuestro programa, la convocatoria a un consejo económico y social que sea capaz, de manera más institucional, de dirimir la puja distributiva en la Argentina. 

Todavía, francamente, no veo en marcha la economía real, es decir, la economía de las pequeñas y medianas empresas, que tienen una situación compleja, afirmó. 

Obviamente con una tasa de referencia como la que se ha establecido, del 40 por ciento, es muy difícil pensar en una actividad productiva, señaló. 

-La UCR es un partido vinculada a la centroizquierda, a la socialdemocracia, ¿cómo queda posicionado el radicalismo en este escenario de ajuste?
-Yo creo que no es una cuestión solo de encuadre ideológico. Mi ideología, entendiéndola de manera no dogmática, es socialdemócrata moderna, pero también entiendo que hay situaciones de urgencia que hacen a la salud de cualquier país, como por ejemplo la necesidad de controlar el salvaje déficit fiscal que dejó el populismo, que montado en un relato hizo un estropicio muy grande. 
Repito lo que dije en la asamblea de Gualeguaychú, porque fui el vocero de los delegados que finalmente votaron. Para mí la Argentina tenía que cumplir las dos reglas de oro de la democracia: la primera es el equilibrio y el control del poder; el poder estaba totalmente desbalanceado en nuestro país. Y la segunda es la posibilidad de la alternancia en el ejercicio del poder, porque si no hay alternancia hay una tendencia a la hegemonía, al autoritarismo, y siempre que hay esa tendencia hay corrupción. De hecho los episodios de corrupción que hemos visto son obscenos, y de una dimensión que no nos podíamos llegar a imaginar. Pero, así como digo esto y creo que hicimos un servicio al ponerle una bisagra como radicales, también digo que ese era un primer paso, no un destino final. Un primer paso que tiene que ir hacia otros lados, por ejemplo, a lo que recién ahora se insinúa de una mayor apertura, pero que tiene que tener un carácter más profundo, con la propuesta de un consejo económico y social, un congreso pedagógico nuevo, por eso me acompaña el diputado Alejandro Echegaray, que es autor de un proyecto de un congreso pedagógico nuevo, cuestiones de seguridad que también están –no exclusivamente- alimentadas por situaciones de marginalidad, pobreza y exclusión, y también de adicciones, a través de la internacionalización de algunos delitos, como por ejemplo el narcotráfico. 

-¿Cómo imagina los próximos meses en materia económica? ¿Cree que el Gobierno va a poder remontar esta crisis?
-El Gobierno tiene una nueva oportunidad con este blindaje, pero su mayor logro hasta este momento era exhibir que una parte del financiamiento externo iba a la obra pública, que es muy bienvenida, todos la vemos a la obra pública, que era el motor de la economía. Me preocupa que se haya anunciado para reducir el déficit fiscal que también se reduzca un 30 por ciento de la obra pública, porque todavía, francamente, no veo en marcha la economía real, es decir, la economía de las pequeñas y medianas empresas, que tienen una situación compleja para obtener márgenes de rentabilidad adecuados, no solo por las tarifas, también el régimen impositivo, el costo laboral, son situaciones extraordinariamente fuertes. Por lo tanto, aunque haya una ley marco correcta, es pura teoría si no se pone en marcha la economía real.  
Siempre está la eterna discusión, de este péndulo que existe, de atraso cambiario, de revaluación del tipo de cambio, si favorece o no a los sectores exportadores, obviamente con una tasa de referencia como la que se ha establecido, del 40 por ciento, es muy difícil pensar en una actividad productiva, porque cuando una Pyme va al banco a pedir un crédito productivo, le van a cobrar un 45 ó 40 por ciento de interés, y eso es imposible de afrontar en una actividad productiva, porque los niveles de rentabilidad no dan. Por lo tanto hay que ser muy cuidadoso, insisto en que todavía esto que se ha insinuado de una mayor apertura se tiene que profundizar, y el papel de mi partido, el radicalismo, tiene que tratar de plantear eso. Y en caso de que no se dé, tomar mayor autonomía e independencia, nosotros hemos vivido más de 120 años y podemos vivir, y la verdad es que hay que ser muy coherente con nuestra esencia, con nuestro ADN. 

-¿Eso significaría romper Cambiemos?
-Yo no lo diría en este momento, en este momento sería una situación irresponsable, porque la situación de precariedad del país no da para eso, además porque todavía no se ha generado una malla de contención y una alternativa, ni siquiera de la oposición, por lo tanto sería una especie de salto al vacío. Hay que tratar de dar una vuelta de tuerca dentro de Cambiemos. Y si no hay voluntad política de hacerlo, habrá que ir buscando otras alternativas.

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