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SUPUESTAS COIMAS. ESTABA EN UN DEPARTAMENTO DE RECOLETA

Cayó Thomas, el último prófugo de los cuadernos

Una vecina delató al ex director ejecutivo de Yacyretá que está vinculado al pago de sobornos de la obra pública, a un circuito por el que fueron procesadas 42 personas. Quedó detenido a disposición de Bonadio.

Oscar Thomas fue trasladado, apenas pasado el mediodía de este martes, desde el edificio de la calle Uriburu donde fue atrapado por la delación de una vecina, a la división Alcaidía de drogas de la Policía Federal, en la avenida Belgrano al 1600, de la Ciudad de Buenos Aires. Así cayó el último de los ex funcionarios prófugos en la causa que investiga las supuestas coimas relatadas en los cuadernos del ex chofer del Ministerio de Planificación Federal.
Thomas, un ingeniero graduado en 1981 con medalla de oro por mejor promedio en la Universidad Nacional del Nordeste, fue director ejecutivo de la parte argentina en la hidroeléctrica Yacyretá y uno de los funcionarios de confianza que el ex ministro de Planificación Julio De Vido supo colocar en los trece años en los que integró el gabinete del kirchnerismo.
Thomas, quien también mereció denuncias de las autoridades paraguayas con las que la Argentina comparte la administración de Yacyretá, era buscado a partir de su vinculación con los cuadernos del "arrepentido" Oscar Centeno, el chofer del ex colaborador de De Vido, Roberto Baratta, también detenido.
De acuerdo con las anotaciones que Centeno asumió como propias, Thomas le entregó a Baratta USD 1,1 millón el 12 de agosto de 2009 en la entrada del edificio ubicado en Juncal 1740. 
Ese mismo año, el chofer también escribió en sus cuadernos: "Mientras viajábamos (Baratta) lo llamó al jefe (De Vido) y le dijo que el ente Yacyretá y Transporte habían aportado para la Corona US$ 657 mil". 
Según los registros del chofer de Baratta, cuando retomó sus anotaciones en 2013, tres años después de la muerte de Kirchner, los pagos que se recibían supuestamente de Thomas directamente eran abonados en las oficinas de la sede central de Yacyretá en la ciudad de Buenos Aires, ubicada en la avenida Madero 942, en la zona de Retiro.
Cuando su paradero era una incógnita y el juez Claudio Bonadio ya había emitido un alerta roja a Interpol para su captura internacional, el Ministerio de Seguridad avisó que cualquier persona que ayudara con información para su detención podría recibir una recompensa de 500 mil pesos. 
Así fue que una vecina de Recoleta llamó a la línea oficial 134 y hasta le envió un mensaje de Whatsapp a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para colaborar en la investigación, en el marco de la causa de los cuadernos

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