El ajedrez es un deporte que a nivel mundial cautiva a miles de jugadores de distintas edades. El reciente estreno de ficciones en las plataformas de streaming, como así la apertura de canales especializados en youtubey foros en las redes sociales da cuenta de una tendencia que se ha afianzado sobre todo en las franjas etarias más jóvenes, que eligen la disciplina como hobbie.
Para jugar al ajedrez sólo se necesitan 32 piezas y un tablero de 64 casillas, o bien un teléfono, tablet o computadora con acceso a la red. El ajedrez online es hoy una de las tantas actividades que se pueden realizar en el vasto mundo digital, y, por cierto, es muy elegida por los jóvenes, entre la falta de tiempo y las restricciones impuestas por la pandemia.
El 11 de mayo de 1997, Garry Kaspárov, campeón mundial de la disciplina, derrotó a la supercomputadora Deep Blue de IBM en un duelo ajedrecístico que mantuvo al mundo en vilo. Que una computadora jugara al ajedrez era un gran hito, pero, al día de hoy, 25 años más tarde, es moneda corriente. Se trate de partidas contra la máquina o contra jugadores en cualquier otro extremo del mundo, el ajedrez virtual es elegida por miles de jugadores cada minuto.
Desde Democracia fueron consultados jugadores jóvenes de ajedrez que optan por la modalidad virtual acerca de la dinámica de juego y las razones para elegirla.
Manuel Azil tiene 22 años, y desde que tiene 10 juega al ajedrez. En su caso, se formó en una escuela de la ciudad y participó en competencias provinciales. “El del ajedrez es un mundo que no deja de sorprenderme y me genera mucha curiosidad”, expresó. Hoy en día también juega de forma virtual en las distintas plataformas mientras se forma leyendo acerca de la disciplina.
“Elijo jugar online cuando estoy en mi casa y tengo tiempo libre”, afirmó Manuel, consultado por este diario acerca de las circunstancias en que hace uso de la digitalidad. Por su parte, Malthiel Maqueda, de 21 años de edad, afirmó que juega al ajedrez online en los momentos que le permite su rutina: “cuando estudio y cuando me dan descanso en el trabajo”, puntualizó.
Si bien normalmente el vuelco a la virtualidad es posterior a la experiencia física, el caso de Nicolás Piriz, otro joven jugador de la ciudad, es una excepción a la regla. “Aprendí a jugar con un juego de computadora que venía en el Windows 98, luego me regalaron mi primer ajedrez”, destacó.
El formato
Los sitios más populares para jugar al ajedrez de forma virtual, en línea o contra la máquina, son Chess.com e Ichess.com, aunque la oferta es indudablemente vasta. Consultados respecto al formato, los entrevistados destacaron las múltiples modalidades de juego, como así la versatilidad y dinamismo que ofrece la virtualidad, evitando los tiempos muertos que se presentan en el enfrentamiento físico.
“Es una buena forma de pasar el rato y jugar al ajedrez sin la necesidad de la presencia física de alguien más”, destacó Manuel, que consideró oportuno el formato para afrontar las restricciones impuestas a raíz de la pandemia.
Por su parte, Malthiel detalló que “se ofrecen partidas rápidas, dinámicas y entretenidas”, lo que Manuel amplió explicando que se trata de modalidades de juego diversas disponibles con sólo un click. “Se pueden jugar partidas balas de un minuto, blitz, de tres, las rápidas, de diez, y las de ritmo clásico. Se ajusta al tiempo que tenés en el momento”, expresó.
El hecho de que en el ajedrez virtual puedan disputarse partidas de menos de cinco minutos puede resultar un claro atractivo para aquellos que, entre el trabajo, sus estudios y demás obligaciones, pueden no disponer del tiempo requerido para encontrarse con un colega a jugar un partido clásico. La virtualidad resuelve el poco tiempo libre que tenemos hoy en día con una oferta variada y dinámica.
Sin embargo, el aura que guarda el jugar frente a frente y con las piezas en la mano no puede ser reproducida en una plataforma online, y los jugadores también lo notan. Nicolás destacó “el hecho de juntarse, poder compartir y disfrutar de una partida con otra persona”, lo que Malthiel describió como “la magia de estar ahí, tener las piezas en la mano, moverlas, ver a la otra persona y escuchar el silencio”. Ello, indiscutiblemente, se pierde en la virtualidad.
Amistades
Todo deporte o disciplina, sea individual o grupal, implica la posibilidad de pactar nuevas amistades, y conocer colegas. El ajedrez no es una excepción y, sin dudas, la camaradería es un aspecto muy saliente de este deporte.
“Las mejores partidas siempre se dan con algún amigo o conocido”, destacó Nicolás, que, aún así, reconoció que el ajedrez online “es una comunidad bastante amistosa”, porque recibe solicitudes de diferentes partes del mundo para jugar y, a menudo, se encuentra con conocidos en la red.
Malthiel afirmó que “el ajedrez se está expandiendo muchísimo, y hay cada vez más gente interesada, sobre todo jóvenes”, por lo que es muy común encontrar gente de su edad al jugar online. Asimismo, una clara ventaja ofrecida por las computadoras es, para él, la nivelación de los jugadores, para evitar partidos desparejos.
Puede que no sea un formato que imite a la perfección la disciplina original, pero, en lo que respecta a las amistades, los jugadores consultados destacaron la posibilidad que brinda la virtualidad de conocer gente de distintas partes del mundo y hacer amistades jugando de forma remota, lo que sería sin dudas imposible si sólo se pudiera jugar frente a frente.
“Una de las comodidades que presenta el ajedrez online es poder conectarte con gente de todo el mundo, es una de sus principales ventajas”, afirmó Manuel, quien, generalmente, cosecha nuevas amistades en el ajedrez online. “Luego de una partida interesante con una persona del otro lado del mundo podés agregarla como amigo para volver a jugar en otro momento”, amplió.
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