None
“Tinto”
BÁSQUET

Damián Ezequiel Tintorelli

Nació basquetbolísticamente en Los Indios. Se fue a jugar a Italia y desembarcó en la Liga Nacional.

Nací en Junín, en el barrio 9 de Julio en el año 1981. Mi familia actualmente sigue viviendo allí.
La escuela primaria la hice en la número dos. Iba con Nicolás Sanvitti  que después jugó en Los Indios, que casualmente me lo encontré en el Hotel Copahue porque es chef.

El secundario lo arranqué en el Comercial. Hice un año y después me fui a Paraná (Entre Ríos), reclutado por el club atlético Echagüe. Tenía quince años y terminé la escuela allá.

En el barrio se jugaba al fútbol. A la vuelta de mi casa había un lote de terreno baldío –hoy completamente edificado- que era de punta a punta e hicimos una canchita.

Matías Castro era vecino mío, nos saltábamos el tapial para jugar y juntos íbamos a hacer futbol ahí porque el padre de él nos había hecho un arco de madera, medio precario, pero que cometía el fin perfectamente.

Lógicamente la cancha era de tierra y en el medio había una loma, que la teníamos que esquivar permanentemente. Entonces estábamos cerca de la cancha “La Loba” y para diferenciarnos le pusimos a nuestra cancha de barrio “La Loma”. Habíamos escrito con aerosol en un paredón el nombre y venían chicos de distintos lugares a jugar el barrio contra barrio. Era cinco contra cinco y muy común en esa época.

Oficialmente fiché en el club River Plate, que estaba a la vuelta de casa. Jugué dos años, era zurdo. El primero lo hice de cuatro y al año siguiente me pusieron de arquero.

Hacía básquet y futbol al mismo tiempo porque había ido a Los Indios. Arranqué  con Pirulo Di Cienzo, de quien tengo los mejores recuerdos. Y seguí con el Negro Mansilla, con quien me une una gran amistad hasta el día de hoy.

Con Los Indios salimos campeones en juveniles, después en la sub 21.

En esa época se hacían en Mar del Plata  los Torneos Juveniles Bonaerenses y éramos casi los mismos pibes de Los Indios en la escuela. Por lo tanto íbamos a Mar del Plata a jugar. Fuimos en un par de ocasiones y llegamos siempre al cuadrangular final, aunque nunca pudimos salir campeones. Estaba Paqualini, los Berestein, el flaco Biondini, con quien me sigo hablando siempre.

En Echagüe de Paraná estuve reclutado cuatro años donde hice toda la parte de divisiones inferiores.
El último año el club se quedó sin plata y nos promocionaron a todos los chicos reclutados con un americano solo al TNA. Eramos ocho los que vivíamos en una casa y se nos dio una oportunidad enorme que por supuesto la supimos aprovechar.

Logramos llegar a semifinales que hacía varios años que el equipo no podía lograr esa clasificación. Fue una alegría enorme. Estaba Federico Van Lacke, Chicho Porta, la mayoría con el tiempo se fue a jugar a Europa.

Luego vino un reclutamiento Europeo que se hizo en España, una especie de campamento de verano.  Después de ahí me salió una prueba en Italia, quedé en el Aironi Novara de Cimberio. Ese fue mi salto grande en el básquetbol de lo que fue el Torneo Nacional de Ascenso a la Liga Nacional de Básquetbol.

Estuve cuatro años en Italia. Los primeros dos años tuve pocos minutos en cancha. Pero los dos últimos conté con mejor participación.

Después me vine a Ben Hur de Rafaela. Fue una linda oportunidad porque me había llamado Julio Lamas a un equipo que había salido campeón y a mi me sirvió porque quería volver un año para reencontrarme con mi familia. Hacía mucho tiempo que estaba afuera, por ahí no podía volver para las fiestas. Básicamente eso me tentó para volver a jugar  en la Argentina.

Pensé que hacía un año y me volvía a Europa. En Italia me querían nuevamente.

Pero después me llamó Regatas Corrientes para hacer dos años y ya me costó volver. El tema familiar y las amistades también influyeron en la decisión final de quedarme en la Argentina.

Me fui a jugar a Quimsa de Santiago del Estero. Me quedé 7 años. Soy el jugador con más permanencia en el club.

Finalmente volví a Corrientes, pero a San Martín donde estoy actualmente. La vida en Corrientes es muy linda. A mi me encanta la pesca, la vida al aire libre y es una ciudad soñada para eso. Disfruto de la ciudad y del básquetbol. Muy buena gente.

Con Regatas de Corrientes logré un título sudamericano, en Santiago del Estero con Quimsa fui campeón de la Liga Nacional y de la Sudamericana.

Estuve citado en muchas preselecciones y en selecciones alternativas que jugaron en distintos lugares de Sudamérica.

COMENTARIOS