OPINION

Expropiación de YPF: posibles escenarios internacionales en el marco del conflicto

La polémica decisión adoptada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de enviar al Congreso de la Nación un proyecto de ley que contempla la expropiación de la empresa Repsol – YPF, además de generar un tremendo impacto político y mediático en nuestro país, ha provocado reacciones encontradas en el marco internacional, que sin dudas en el corto y mediano plazo implicarán que la Argentina deba enfrentar sinuosos caminos y difíciles escenarios.
Comparto en líneas generales, que el manejo de los recursos naturales no renovables deben estar en manos del Estado, sobre todo cuando estos están vinculados a fuentes de energía y a la producción de hidrocarburos.
La preservación, pero también la explotación de estos recursos, debe realizarse con un sentido estratégico y no desde la simple mirada de un negocio redituable.
Antes de desarrollar lo que creo que deberá enfrentar nuestro país en el concierto internacional, debo decir que no comparto las formas y los argumentos que esgrimió la Presidenta en su monólogo de justificación de la medida de expropiación.
En este sentido, y simplificando la cuestión, a ella y a su gobierno, el pasado los condena. Son los mismos que hace pocos años se inmolaban en la defensa del libre mercado y de los beneficios sin límites que traería el proceso privatizador encabezado por el ex presidente Carlos Saúl Menem.
La pirueta ideológica kirchnerista no resiste el archivo.
Entrando a las consideraciones respecto de las consecuencias que podría tener que afrontar la Argentina, a partir de la expropiación del paquete accionario de la empresa Repsol, creo que puede tratar de analizarse desde cuatro puntos de vista, que desarrollaré a continuación:
1- Relación con España: por obvias razones, las relaciones diplomáticas con España están y continuarán en un punto de extrema tensión. El embajador argentino en Madrid ha sido convocado en dos oportunidades a ofrecer explicaciones sobre el accionar de nuestro país. Más allá de lo simbólico de la convocatoria, en la práctica de las relaciones internacionales este llamado es un signo inequívoco de la tensión diplomática, que no debe verse como un dato menor. España no se quedará de brazos cruzados, intentará presionar y condicionar a nuestro país por todos los medios, ya sea por la vía del pedido de sanciones; como también por medio de la presión y el lobby ante organismos internacionales.
Además los alcances de esta reacción son impredecibles, tanto por los capitales españoles radicados en la Argentina, como por el daño que se ha infringido al histórico y fraternal vínculo que nos une con el país ibérico.
2. Los Estados Unidos: el Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos ha expresado inmediatamente su preocupación por la nacionalización de YPF, y advirtió sobre los “efectos negativos” que podría tener para la economía de Argentina. Sin dudas, los Estados Unidos, intervendrán exhortando a la Argentina respecto a la protección de sus intereses, ya que Repsol, no es una empresa netamente española, sino que parte del capital es americano.
Nuestra relación con Estados Unidos, ha sido zigzagueante a lo largo de estos años de kirchnerismo. El propio Néstor Kirchner bregó intensamente por fotografiarse con George W. Bush, para luego destratarlo cuando fue anfitrión de él, en la Cumbre de las Américas en Mar del Plata. Luego Cristina vio la “luz” con la elección de Obama, pero su errática política exterior y el exceso de voluntarismo de su Canciller, la llevaron a cometer un sinnúmero de errores diplomáticos, lo que la distanció del presidente norteamericano.
3. La Unión Europea: la vicepresidenta de la Comisión Europea, máximo órgano ejecutivo de la Unión Europea y comisaria de Justicia, Viviane Reding ha dicho: “Cuando alguien ataca a España está atacando al conjunto de la Unión Europea”, esta declaración, no hace más que manifestar un futuro con tormentas para la Argentina.
Europa, además de ser nuestro tercer destino en materia de exportaciones, ha sido históricamente el espacio geográfico en el cual nuestro país se ha referenciado; ya sea por cuestiones políticas, económicas, sociales, culturales y hasta familiares debido a nuestros antepasados.
La Comisión Europea, sin dudas lanzará una ofensiva contra nuestro país, seguramente habrá presiones por la vía diplomática, con las consabidas protestas y la suspensión de misiones a Buenos Aires. Y tal vez, con represalias, como podrían ser trabas o subas de aranceles a los productos que colocamos en ese mercado. La Comisión Europea querrá dejar explícito su rechazo a la expropiación, también para que este accionar, no se extienda y condicione a futuro a los demás capitales europeos intervinientes en otros segmentos económicos.
4. Organización Mundial de Comercio y Tribunales Internacionales: tanto Bruselas, como España, entre las medidas a adoptar, seguramente analizan la posibilidad de elevar una queja ante la Organización Mundial de Comercio, lo cual significaría un proceso de litigio ante el Organo de Solución de Diferencias, de características impredecibles. LA OMC contempla en sus estatutos mecanismos para resolver este tipo de problemas. El procedimiento previsto para resolver los desacuerdos comerciales lo que busca es garantizar el cumplimiento de las normas y asegurar así la fluidez del comercio. Algo que en los últimos tiempos la Argentina con su política proteccionista no puede demostrar.
A su vez, Repsol demandará a Argentina ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones. El CIADI, es una institución del Banco Mundial, diseñada para buscar soluciones a las disputas entre gobiernos y nacionales y empresas de otros Estados, con el objetivo de brindar a la comunidad internacional una herramienta capaz de promover y brindar seguridad jurídica a los flujos de inversión internacionales. Aquí, nuevamente, la experiencia y los antecedentes de nuestro país, con este gobierno, no es positiva.
En definitiva, más allá de la retórica nacionalista populista tras la cual se escuda el discurso presidencial, lo real resulta ser que el kirchnerismo se encuentra en una situación sumamente delicada, producto de la crisis energética que vive el país, de la cual es el principal responsable por su ineficiente gestión, y también del fracaso de un modelo de  negocios y capitalismo de amigos que no han sabido o no han querido controlar y que el relato autista del modelo no puede ocultar.


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