Las actividades presenciales en el Centro de Día Renacer se vieron suspendidas como en todas las instituciones con el inicio de la pandemia, pero lejos de quedarse de brazos cruzados, el equipo del centro busca mantener activos a los jóvenes y los adultos que son parte de su matrícula, para que el impacto de la situación sea lo más llevadero posible.
La directora María Laura González contó a Democracia las propuestas que llevan adelante.
Con la pandemia, se resolvió hacer un dispositivo virtual a través de talleres con videollamadas en grupos, generalmente de a tres junto al tallerista, explicó a Democracia, la directora del Centro de Día Renacer, María Laura González.
“Con la pandemia, se resolvió hacer un dispositivo virtual a través de talleres con videollamadas en grupos, generalmente de a tres junto al tallerista”, explicó.
Los talleres abarcan variadas áreas de danzas, como folclore, también educación física, teatro, cocina, canto, arte, higiene personal. En este sentido, contó que “trabajan las chicas con maquillaje, arreglo personal, masajes faciales y les gusta mucho. Con los varones se trabaja higiene, arreglo personal, protocolo, cuidados por el covid”. También realizan un taller de música, plástica y reciclado.
Seguimiento y acompañamiento
Para mantener el contacto, la cercanía y el acompañamiento con el grupo, el equipo lleva adelante distintas estrategias en tiempos en que no pueden encontrarse cara a cara.
“Hay un grupo terapéutico que trabaja con la psicóloga del Instituto y con tratamiento individual. También con la psicomotricista, la nutricionista que organiza el menú y los bolsones mensuales para cada familia y que tengan cubiertas sus necesidades alimentarias y los menús específicos o dietas, especialmente por la cuarentena”, cuenta la directora.
La enfermera que conforma el equipo también se ocupa de contactarse telefónicamente para controles, como también la terapista ocupacional. Asimismo, los orientadores realizan salidas recreativas con los jóvenes aunque por el momento están frenados por algunos días.
“Por mi parte, realizo control y seguimiento de las familias y las necesidades, evaluación de recursos y articulo el trabajo interdisciplinario con el equipo”, contó Rodríguez. La asistente social también mantiene llamadas virtuales con las familias.
Desafíos semanales
A través de grupos de Whatsapp envían desafíos semanales con los talleristas y los jóvenes tienen que realizar las actividades como un forma de participar y estar activos.
“Intentamos mantener los lazos entre ellos también. Se saludan en los días de sus cumpleaños, especialmente en estos momentos”, destacó la directora.
Para la primavera se encuentran organizando un picnic virtual, con meriendas y juegos.
Además, como cada año, prepara su revista Encuentro, solo que esta vez será de manera virtual.
“Es sobre todo lo hecho en este período y lo que sentimos en este tiempo tanto para el equipo como para los concurrentes”.
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