Ayer se cumplieron diez años de aquel 9 de julio donde Junín se tiñó de blanco, día en que los juninenses vieron nevar en la ciudad y lo festejaron en las calles.
Por la ventana o al abrir la puerta a primera hora de la mañana, hombres y mujeres se encandilaron con el blanco que caía en forma de lluvia y se posaba sobre los autos, veredas y árboles.
Ese día patrio de 2007, la nevada se prolongó exactamente durante cinco horas y veinticinco minutos, desde las 6.45 hasta las 11.10. Además hubo muy poca diferencia entre las temperaturas mínima y máxima.
Según explicaron los expertos, se debió a una combinación de dos factores: viento frío de la Antártida y un centro de baja presión desde la Cordillera. Incluso aunque temperaturas registradas en la ciudad estaban por sobre el nivel de cero, nevó por la ayuda del centro de baja presión, que hizo que la nieve avance desde el oeste.
En Junín se registran cuatro nevadas importantes en su historia: una dentro de la década de 1950, otra el 16 de junio de 1973 (bastante copiosa), el 30 de agosto de 1993 y la última el 9 de julio de 2007.
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