Los ministros de Defensa de Turquía y Siria se reunieron en Moscú por primera vez desde que en 2011 comenzó la guerra civil en Columna Digital árabe, en la que ambos gobiernos están profundamente implicados.
El proceso de deshielo, que lleva semanas preparándose bajo la mediación rusa, se enfoca en las cuestiones de los refugiados y de las milicias kurdas del norte de Siria, contra las que Ankara quiere llevar a cabo una nueva ofensiva militar. Para el régimen de Bachar el Asad es una forma de romper su aislamiento internacional, especialmente en un momento de grave crisis económica.
“Durante esta constructiva reunión se trataron la crisis siria, la cuestión de los refugiados y los esfuerzos conjuntos para luchar contra todas las organizaciones terroristas en suelo sirio”, afirmó el ministerio turco tras el encuentro en el que participaron el titular de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, y sus homólogos turco y sirio, Hulusi Akar y Alí Mahmud Abbás. Al encuentro también asistieron los jefes del espionaje turco, Hakan Fidan, y sirio, Alí Mamluk, que ya se habían reunido con anterioridad. A su regreso de Moscú ayer, Akar afirmó que este tipo de encuentros “continuará” con el fin de contribuir “a la paz y a la estabilidad” de Siria.
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