En medio de la escalada de tensión entre Argentina y Chile a raíz de la disputa que surgió entre los Gobiernos trasandinos por la plataforma continental en los mares al sur de Tierra del Fuego y de las rispideces con algunos sectores de la política uruguaya por su reconocimiento a las "Islas Falkland", en las últimas horas se conoció que una empresa del Reino Unido se encuentra abocada a la construcción de un megapuerto de aguas profundas en la capital de las Islas Malvinas, que los kelpers quieren tener funcionando para 2024.
Se trata de la firma BAM Nuttal Ltd, del grupo Royal Bam que opera de forma mancomunada con el Gobierno del archipiélago en una zona estratégica no solo por ser un lugar clave de pesca en el Atlántico Sur, sino también porque se trata de un área con mucho tránsito de barcos de todas partes del mundo y en este marco se cree que será un potencial competidor en logística y tecnología a la terminal portuaria de Ushuaia.
También está presente la idea de encontrar petróleo comercialmente viable, un anhelo que pese al paso de los años y de los varios intentos infructuosos se mantiene vigente entre los isleños. También está previsto que en este nuevo puerto amarren cruceros turísticos y expediciones científicas y antárticas, adonde tanto Chile, como Argentina y Reino Unido tienen reclamos superpuestos.
Oposición argentina
Las autoridades de Tierra del Fuego, provincia que por ley nacional tiene jurisdicción de Malvinas, Georgias del Sur y Antártida, hicieron pública su oposición a la construcción de la terminal portuaria en Malvinas que se planea que venga a reemplazar al viejo puerto construido tras la guerra con argentina de 1982, conocido por sus siglas Fipass. La nueva terminal estará en las afueras de Puerto Argentino/Stanley, próximo al que desmantelarán.
En este sentido, el senador fueguino Pablo Daniel Blanco encolumnó a legisladores de Juntos por el Cambio en un pedido al Gobierno para que exponga "qué grado de conocimiento" tienen los Ministerios de Relaciones Exteriores y Defensa sobre este puerto. Y exigió también saber qué está haciendo el Gobierno nacional para frenar el proyecto.
El secretario del Área Malvinas, Daniel Filmus, había dicho que el nuevo puerto será “ilegal e ilegítimo” y señaló que la cuestión estaba comprendida en la denuncia por el "no cumplimiento de la resolución 3149" de la ONU, que sostiene que cualquiera de las dos partes debe abstenerse de cualquier tipo de acción en la zona.
El avance chileno
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, reforzó su posición sobre la acusación de Argentina de que Chile se está apropiando una parte de su plataforma continental y aseguró que el país está ejerciendo sus “legítimos derechos”.
“Quiero solamente plantearles a todos mis compatriotas que estamos ejerciendo nuestros legítimos derechos y eso es una obligación”, afirmó el presidente. De los 25.000 kilómetros cuadrados de superficie continental declarados, reconoció Piñera, hay una superposición de 5000 kilómetros con territorio argentino en el Mar de Drake, el tramo que separa América del Sur de la Antártida. “Esta superposición debe negociarse a través del diálogo y los acuerdos”, expresó.
La nueva controversia bilateral se originó a partir de una medida del Gobierno chileno relativa a sus espacios marítimos adoptada el pasado 23 de agosto, una actualización de la Carta Náutica N°8 que delimita sus límites.
El Ejecutivo argentino acusó a Chile de “vocación expansiva” y aseguró que esa medida supone “un avance inusitado” que pretende proyectar la plataforma continental al Este del meridiano 67º 16’ 0. El canciller argentino, Felipe Solá, afirmó que esta proyección coincide con el Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos países en 1984.
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