Lesiones en la piel que deben controlarse.
Lesiones en la piel que deben controlarse.
CÓMO PREVENIR EL CÁNCER DE PIEL

Aconsejan estar atentos a las lesiones en la piel y protegerse de la radiación solar

En verano hay que cuidarse mucho más de las altas exposiciones al sol, usando protectores solares, ropa y sombrero. Pero durante todo el año hay que observar la piel y ver si aparecen lesiones nuevas porque esto puede significar un problema que atender en forma urgente.

Llega el verano y comienzan las consultas a los dermatólogos sobre cómo cuidarse del sol para evitar lesiones en la piel pero en realidad hay que estar atentos durante todo el año, observar nuestra piel para ver si aparecen lesiones nuevas, que antes no estaban, la rápida consulta al médico es lo más recomendable.
A fin de saber cómo prevenir el cáncer de piel, Democracia consultó al doctor Hernando Blasi Lemaggio, médico dermatólogo, quien brindó unos Ítems fundamentales, en cuanto a cómo nos tenemos que cuidar y qué nos tiene que llamar la atención en lo que a la piel se refiere.
Según lo expuesto por el médico, la prevención primaria es estar atentos por si alguna lesión en la piel modificó su aspecto en el último tiempo,  o si genera alguna sintomatología más “rara”, lo cual el doctor Lemaggio explicó a continuación.
Para dividir el tema de cáncer de piel, el especialista definió dos grandes grupos: el melanoma y el cáncer de piel no melanoma.
“El melanoma serían las lesiones pigmentadas o lunares malos, digamos, que son los más agresivos porque son los que podrían crecer en profundidad y dar metástasis. Si bien son cánceres o tumores que están aumentando su prevalencia son mucho más raros que el cáncer de piel no melanoma, que se llama epitelioma vasocelular o espinocelular. Estos últimos son mucho más comunes”, dijo.

El cáncer más común
De acuerdo a lo explicado por el especialista, el cáncer de piel no melanoma (epitelioma vasocelular o espinocelular) aparece en las zonas expuestas, principalmente en la zona central de la cara y son tan frecuentes que se podría decir que es el tumor más común de todos, o el cáncer más común de todos. Tanto es así que 1 a 1,5 de cada 3 personas podemos llegar a tener uno o más de esos tumores.
“En general, cuando vemos a un paciente que dice: ‘mi papá, mi abuelo tuvo cáncer de piel se está refiriendo a ese tipo de tumores que habitualmente salen en la zona central de la cara, en la nariz y en sus alrededores. En general se trata de como pelotitas, granitos chiquititos que comienzan a crecer de a poquito con el paso del tiempo, hasta que llega un punto que se lastiman”, manifestó el doctor Lemaggio.
“Lo que pasa es que como esa persona lo ve todos los días, por momentos se lastima, se cura y entonces le parece que está más chiquito, o está siempre igual, es decir cuesta que en algún momento consulte, a veces por ellos mismos, a veces por algún familiar o por algún médico de otra especialidad que le dice: ‘no, eso tiene que consultarlo con el dermatólogo. "Pero habitualmente esas son lesiones solamente de piel, que una vez extirpadas completamente,  se soluciona, es decir son locales. Decimos que son tumores locales para no asustar al paciente. Y en general, cuando tienen uno de esos, el paciente va a estar siempre mucho más atento a cualquier lesión que aparezca y la va a consultar enseguida”, apuntó.
La clave en estos casos, de acuerdo a lo explicado por el entrevistado, es  que hay que prestar mucha atención al paciente que ya tuvo un tumor de piel porque empieza a estar muy atento y a notar todos los cambios que van teniendo o apareciendo en su piel.
“Más allá de que suelen aparecer en la cabeza, a veces suelen aparecer en otras zonas del tronco o del cuerpo que no han sido tan expuestas. Generalmente aparecen en la cara. Por eso, como es una zona expuesta siempre se hace hincapié en la prevención del sol”, dijo.
El doctor Lemaggio destacó que los consejos clásicos para prevenir el cáncer de piel seguían siendo muy válidos y útiles como por ejemplo, tratar de no exponerse al sol en forma directa más allá del protector, sobre todo entre las 10 y las 16 horas.

Cómo aplicar el protector
Una de las cosas básicas que las personas deben tener en cuenta es cómo aplicarse el protector solar y por cuánto tiempo este es efectivo.
“El protector es muy útil, con que sea un protector con factor 30 para arriba, si es de un laboratorio dermatológico mejor, sobre todo estemos seguros de que va a cumplir las normas de protección contra la radiación no solo UVB, sino UVA, UVC, es decir, un amplio espectro de la radiación”, explicó.
“En general, si es de un factor 30 y si es bien aplicado nos va a proteger por un tiempo adecuado. Hago hincapié  en que la persona se ponga una buena capa de protector solar y la haga penetrar. Es decir, para que el factor cumpla su función tiene que estar bien aplicado, esto es una cantidad adecuada y masajeada como para que penetre en la piel y haga una buena capa, entonces ahí sí va a cumplir la protección. Porque si se aplica el protector cuando ya está al lado de la pileta o cuando está en la playa, todo transpirada, poniendo medio salteado, es decir, al tun tun, en general lo pongo en un sector bien, en otros más o menos y en otros mal”, advirtió.
El doctor Lemaggio dijo que lo mejor es ponerse el protector media hora antes de exponerse al sol, adelante del espejo cosa que uno corrobore que se puso una cantidad adecuada, que la desparramó, que la hizo penetrar bien y que cubrió todos los sectores.

Ropa y sombrero
Si uno va a pasar tiempo en el sol puede protegerse usando gorra o sombrero y ropa.
 “No olvidar que para la protección es fundamental el uso de gorra, de sombrero y de ropa. Sobre todo hay ropa de determinada trama que nos va a proteger correctamente. En lugares de alta exposición hay ropa que viene con cierta protección, tiene una trama que no va a dejar pasar los rayos solares”, mencionó.
“No hay mejor protección que la ropa y los sombreros, pero aparte de eso están muy bien los protectores que habitualmente van a cumplir su efecto por unas 2 o 3 horas porque después nos vamos transpirando, rozando o tocando la ropa en las actividades que uno puede llegar a realizar entonces el protector se va desprendiendo, se va saliendo, entonces hay que volver a aplicarlo”, dijo.

Los arrebatos
“Hay otra cuestión de lógica pura, y es si yo voy totalmente blanco de vacaciones, no puedo, por más que me ponga un protector, y me lo ponga bien, estar un montón de horas expuesto. Es decir, hay que ir haciendo una exposición paulatina y progresiva como para ir generando un bronceado”, advirtió el especialista, dirigiéndose principalmente a las personas que se van de vacaciones por pocos días y se quieren “tomar” todo el sol para estar bronceado. 
“Por más que tenga muy bien puesto el protector y me lo renuevo –continuó diciendo el doctor Lemaggio- , si estoy blanco no puedo estar un montón de horas al sol porque me voy a poner colorado igual. Y ahí vamos a otro ítem que es muy importante: evitar los arrebatos. Cuando a la noche uno está colorado como un tomate, eso quiere decir que se superó la capacidad de respuesta de nuestra piel, entonces tuvo una quemadura menor y eso, a la larga, se va a traducir con algún tipo de daño. Lo más común son las pecas fijas que ya no se van más, por eso nosotros vamos acumulando esas pecosidades que van quedando. Eso lo que va traduciendo son todos arrebatos de sol”.
“Hay que usar la lógica de realizar una exposición en un horario adecuado, un tiempo adecuado y en forma paulatina y progresiva como para ir estimulando el bronceado que no es más que un mecanismo de defensa de la piel”, afirmó.

El melanoma
Hay un tipo de cáncer más agresivo que obliga a estar muy atentos, y son las lesiones nuevas en la piel que aparecen de la nada.
“En cuanto a los lunares, siempre decimos al paciente que más allá de que hay que controlar una vez al año toda la piel de la cabeza hasta los pies y ver todos los lunares que se tiene, sobre todo hay que estar atento a las lesiones que aparecen nuevas, que aparecen de la nada, porque en general, ahora ya hablando sobre cáncer de piel melanoma, la mayoría de los melanomas son lesiones que aparecen de un día para otro, que antes no estaban, y empiezan a crecer en  forma rápida e irregular. Por eso decimos a los pacientes que tienen que estar muy atentos a las lesiones que aparecen nuevas y crecen en forma rápida e irregular”, manifestó el doctor Lemattio. 
“Más allá de eso, cualquier lesión que cambie rápido también hay que prestarle atención y consultar al médico. Lo importante es que todo lo que es raro, nuevo, lo que cambió, lo que genera sintomatología tiene que llegar a la consulta dermatológica”, apuntó.
“En cuanto a sintomatología, siempre se dijo que hay que tener cuidado si pica, duele o sangra. En general cuando un tumor de piel genera esas complicaciones es porque ya es algo muy avanzado. En general las lesiones de pequeño tamaño, que es cuando las personas tienen que consultar, no generan sintomatología”, dijo.

Los lunares
El doctor Lemaggio manifestó también que hay lunares normales de la piel, que aparecen generalmente en la niñez y en la adolescencia, que no tienen ningún riesgo para la salud.
“Muchas veces hay lunares que están desde que éramos chicos y se ponen grandes, gorditos y eso es normal porque con el tiempo los lunares se van poniendo gordos y aclarándose. Eso está dentro de la evolución normal de los lunares”, explicó.
“Los lunares aparecen cuando somos chicos, en la infancia, en la adolescencia, como puntitos marrones, después se agrandan y con los años se ponen gordos y claritos. Por eso es tan común ver a las personas mayores con esos lunares gorditos, ya casi blancos, con pelitos, esos no son más que lunares que cumplieron todas sus etapas. Al ser más gordos y estar más para afuera, lógicamente es más fácil que uno los enganche, los traumatice, le genere alguna complicación, se arrancan los pelos, ahí se inflaman los lunares, molestan, y la persona quizá se asuste y consulte al médico  pero no es más que una lastimadura que se puede curar como el resto de la piel. Y en cuanto a la inflamación cuando se arrancan los pelos, no hay que hacer eso, cuando mucho cortar los pelos pero no arrancarlos”, aconsejó el especialista.

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