OPINION

La muerte de los autos convencionales en Europa tiene una fecha precisa: 2050

Mientras que en Argentina nos enorgullecemos por el crecimiento de nuestro parque de autos convencionales y cada auto vendido se celebra con vítores y cánticos, en Europa ya se empieza a desandar el camino que ahora estamos transitando.

Mientras que en Argentina nos enorgullecemos por el crecimiento de nuestro parque de autos convencionales y cada auto vendido se celebra con vítores y cánticos, en Europa ya se empieza a desandar el camino que ahora estamos transitando.
El Libro Blanco de la Unión Europea (UE), difundido en 2011, propone lo siguiente: “reducir a la mitad el uso de automóviles de propulsión convencional” en el transporte urbano para 2030; eliminarlos progresivamente en las ciudades para 2050; lograr que la logística urbana de los principales centros urbanos en 2030 esté fundamentalmente libre de emisiones de dióxido de carbono (CO2)”.
Por auto convencional se hace alusión a aquellos con motores tradicionales de gasolina o diesel, como una manera de incentivar los autos eléctricos y los biocarburantes.
La decisión de la UE busca reducir la dependencia del petróleo, las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación atmosférica local y la contaminación acústica. Se planifica esto teniendo en cuenta que el petróleo se hará más escaso en las próximas décadas. De acuerdo a las estadísticas, en 2010, las importaciones totales de petróleo de la UE alcanzaron casi 210.000 millones de euros. Se busca disminuir la dependencia del petróleo para asegurar la capacidad de viajar de las personas, la seguridad económica, al mismo tiempo que se evitan nefastas consecuencias sobre la inflación, la balanza comercial y la competitividad global de la economía de la UE.
El objetivo de esta decisión es, pues, que el transporte use menos energía y más limpia, explotar mejor una infraestructura moderna y reducir su impacto negativo en el medio ambiente y en sus valores naturales esenciales, como son el agua, la tierra y los ecosistemas.

Las medidas adoptadas

Como medidas, se propone que una proporción mayor de desplazamientos sean realizados con transporte colectivo lo que, combinada con unas obligaciones de servicios mínimos, permitiría incrementar la densidad y frecuencia del servicio, generando con ello un círculo virtuoso para los modos de transporte público. Se entiende que la gestión de la demanda y la ordenación territorial pueden reducir los volúmenes de tráfico. Así, se ha decidido que una parte integrante de la movilidad urbana y del diseño de infraestructuras debe centrarse en facilitar los desplazamientos a pie y en bicicleta y que la mitad de los desplazamientos de media distancia pasen de la carretera al tren y otros medios de transporte.

En Argentina

Al mismo tiempo que en la UE ya se comenzaron a tomar medidas para eliminar los autos convencionales para el 2050, en Argentina se incentiva la venta de autos a través de diversos planes de financiación. Se estima que en nuestro país, cada día hábil se patentan más de 3.000 autos, un ritmo que, en el año 2011, arrojó una suma cercana a las 800.000 unidades 0 Km. Según la estación, el número puede llegar a los 6.400 patentamientos diarios. Con este nivel de crecimiento y, según las estimaciones del sector, en el largo plazo, se duplicará el parque automotor, al pasar de los diez millones actuales a unos 20 millones en 2020.

En Junín

La situación en Junín es concordante con el panorama nacional. En efecto, El patentamiento de automóviles cero kilómetro registró un crecimiento interanual (2010-2011) del 26,6 por ciento, según datos de la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad Automotor y de Créditos Prendarios (DNRPA), obtenidos por DEMOCRACIA. Durante 2011 se inscribieron en Junín 2.488 rodados cero kilómetro, contra 1.964 de 2010; 1.569 (2009); y 1.829 (2008). Con todo, los números reflejan que 2011 fue el año de mayor venta de vehículos sin uso de los últimos cuatro años. Además, con estos 2.488 rodados que se sumaron a las calles juninenses, el parque automotor pasa de 45 mil unidades (según cálculos del Gobierno local) a 47.488.

Los problemas

Si bien es verdad que cuanto más crece el uso de autos en las ciudades, más aumenta el PBI, no se debe olvidar que este boom que es generalmente celebrado por el gobierno de turno, viene de la mano de innumerables problemas. Desde el básico de la falta de infraestructura hasta el aumento de la dependencia del petróleo, las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación atmosférica local y la contaminación acústica y el incremento en horas/vida desperdiciadas en embotellamientos de tránsito. Estos problemas revisten tal gravedad que en Europa se ha puesto en marcha un plan para eliminar el uso de los autos convencionales, para fechas en que, según nuestras estimaciones, nuestro parque automotor será el doble o el triple que el actual. Ello, salvo que, claramente, se implemente un plan de ordenamiento territorial y de mejora de infraestructura.
En síntesis, para la Unión Europea, hoy el reto es romper la dependencia de los sistemas de transportes respecto del petróleo sin sacrificar su eficiencia ni comprometer la movilidad. Seguramente ese sea el desafío de nuestro país en unos años, cuando tomemos conciencia de las consecuencias negativas de contar con un amplio parque automotor.
Hoy, para la Argentina, el reto es poder evitar que este aumento de su PBI redunde en una disminución significativa de la calidad y el valor de la vida de sus ciudadanos. O sea que venga acompañado de un crecimiento de la infraestructura, acorde al crecimiento del parque automotor, y que se logre acabar con el problema de inseguridad vial que atraviesa nuestro país.

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