sociedad comercio e industria
La Sociedad Comercio e Industria de Junín sigue de cerca la evolución del e-commerce en la ciudad.
UNA TENDENCIA QUE CRECE

Crece la facturación por las ventas online en la Región y la necesidad de “adaptarse”

Es una de las principales preocupaciones de las cámaras comerciales e industriales, que reconocen la dificultad de los socios para adoptar las nuevas herramientas tecnológicas. Sin embargo, reclaman "marcos regulatorios claros" para proteger al sector.

El avance del fenómeno del e-commerce aparece como una realidad insoslayable para las pymes e industrias del país y les plantea un desafío bisagra para el futuro de su actividad.

Si bien las transacciones electrónicas, vía plataformas de internet o apps de compra y venta de productos, vienen en ascenso desde hace varios años, todo se aceleró con la irrupción de la pandemia de Covid-19 y las restricciones vinculadas con los límites a la circulación y el cierre preventivo de los locales, para reducir el contacto personal entre consumidores y comerciantes.    

El resultado de la ecuación revela que en los últimos dos años se incorporaron cientos de miles de nuevos usuarios al mercado del comercio electrónico, escenario que pone bajo tela de debate la continuidad a mediano plazo de las prácticas comerciales tradicionales, tal y como se las conocieron en las últimas décadas.

El problema ya fue detectado por las cámaras comerciales e industriales de la Región, que en el tiempo reciente comenzaron a dedicar esfuerzos a capacitar a sus socios para introducirlos en la "nueva normalidad", que si bien parecía predestinada a llegar, se vio precipitada por la crisis sanitaria.

En Junín, un reciente informe de la Sociedad Comercio e Industria, al que accedió Democracia, indica que "el 60% de las empresas ya venden por comercio electrónico" y la facturación por esta vía, en lo que va de 2022, "representa entre un 20 y 25% del total".

No obstante, la institución aclara que la flexibilización de las restricciones impactó directamente en el ritmo de expansión del e-commerce en la ciudad. "En 2022, la tendencia al comercio electrónico sigue en crecimiento, pero a un ritmo menos acelerado que en 2021 y 2020 debido a que si bien el hábito de la compra virtual permanece la situación volvió a normalizarse en general y las compras retomaron a ser presenciales en muchos casos", explicaron desde la entidad presidida por Marcos Maroscia. 

En Chacabuco, también perciben el cambio de época y desde la Cámara de Comercio local pusieron en marcha distintas iniciativas para acompañar a las firmas adheridas en la transición, aunque con éxito dispar. "La compraventa electrónica afecta muchísimo al comercio local, pero es algo que llegó para quedarse y seguirá creciendo", admitió a Democracia Andrés Capuzzi, presidente de la Cámara.

En la entidad detallaron también que existen "muchos planteos" de parte de los socios sobre esta situación y hubo un intento de dar respuesta a través de la generación de una plataforma de colocación de productos, impulsada por la propia Cámara, que no tuvo el resultado esperado.

"Nos encontramos con que costó mucho acostumbrarse a realizar un seguimiento de la actividad, la actualización de precios en línea, en definitiva, se complicó algo que debería haber sido más sencillo", lamentó. 

Mientras asimila el cambio cultural, la Cámara insiste en el aggiornamento de sus empresas, por la vía de la capacitación en ventas electrónicas. De acuerdo con los datos de la entidad, las firmas mejor entrenadas en el e-commerce comienzan a acercarse al 30% de su facturación total por dicha alternativa.

"Esto va a seguir incrementando a medida que los chicos que hoy tienen entre 12 y 14 años vayan ingresando en los próximos años al mercado como compradores", anticipó Capuzzi.  

En Lincoln, la situación es similar y desde el Centro Unión Comercio e Industrias coincidieron en que "con la pandemia se aceleró todo lo que tiene que ver con venta online y ha obligado a los comerciantes a capacitarse y adaptarse en nuevas los mecanismos digitales, ya sea redes sociales o plataformas de internet".

Sin embargo, dieron un paso más y advirtieron sobre la necesidad de "un marco regulatorio claro", para procurar que el boom de ventas digitales no fomente el comercio informal y perjudique a "quienes siempre estuvieron en regla". "Es un problema que existe hace años, pero que se potenció en este último tiempo. Nos preocupa la necesidad de un marco regulatorio que exija igualdad de condiciones para todos", afirmó Carolina Rojo, titular de la Cámara linqueña, en diálogo con Democracia.

"Tener un comercio es dar trabajo y hace falta reconocer el esfuerzo del costo fijo de un comercio instalado", agregó Rojo, sin dejar de subrayar que el panorama inquieta al sector. "Es un momento de preocupación, pero también de adaptación, de entender la importancia de explorar el canal de venta virtual porque es un fenómeno que ya llegó y seguirá creciendo", exclamó.

En Bragado, también desde el Centro Unión Comercial e Industrial (CUCI) relataron que los esfuerzos por introducir a los socios en el comercio electrónico se remontan a la época pre-pandemia, aunque la situación sanitaria de 2020-2021 forzó la marcha del proceso de transición.

"En nuestro caso, hemos realizado varias jornadas de capacitación para convocar a que el comerciante que cuenta con un negocio físico incorpore las herramientas electrónicas", señaló a Democracia Guillermo Anso, directivo del CUCI. 

"Es un trabajo de menor a mayor, porque en el comercio minorista nos cuesta mucho llegar entonces se apuntó primeramente con charlas de sensibilización. En la pandemia se aceleró la cantidad de capacitaciones como también el interés por realizar los cursos", agregó Anso, quien, al mismo tiempo, aclaró que el hecho de que el e-commerce se abra paso cada vez con más fuerza, existen factores que juegan su papel a la hora de evitar la desaparición del comercio presencial. 

"Hay algo que tenemos en claro que todo va para ese sentido, pero también hay una vuelta importante en muchos rubros de volver a la venta personalizadas. Uno se los motivos es el ciberdelito, que va en aumento", afirmó el directivo bragadense, que si bien admitió que en la actualidad los compradores recurren a las plataformas electrónicas para visualizar productos y comparar precios, "sigue siendo importante contar con un comercio físico", para que los clientes puedan entrar en contacto directo con un producto y fortalecer la confianza de la transacción. 

"Nosotros decimos que estamos en ventaja, ya que el comercio físico puede combinar todas esas posibilidades que ofrece la presencialidad con el potencial del comercio digital", insistió.

Al igual que en Lincoln, Anso también puso la lupa desde Bragado en la necesidad de que los gobiernos locales atiendan la problemática de la proliferación de emprendimientos por la vía digital, que en muchos casos esquivan reglamentaciones que alcanzan a los comercios establecidos y fomentan la "competencia desleal".

"Venimos reclamado desde las cámaras a los municipios que intervengan en la competencia desleal de emprendimientos particulares, dónde muchos de ellos son del rubro alimentos y no tienen ningún tipo de control por parte del Estado, tampoco en la parte impositiva. Todo esto va en detrimento del comercio establecido que tiene que cumplir con todas sus obligaciones ante los entes de control", exclamó. 

Y redondeó: "Pedimos controles y poder competir de igual manera sin ventajas para poder seguir generando empleos genuinos".

En el distrito de General Viamonte, la Asociación de Comercio, Industria y Producción de Viamonte (ACIP) también muestra inquietud frente al crecimiento del comercio electrónico y si bien consideran que la actividad en su modalidad tradicional seguirá existiendo por largo tiempo, no discuten que la tecnología "viaja más rápido". 

"Desde la Cámara apoyamos todas las capacitaciones que se realizan para aggiornar a nuestros asociados. El comercio local físico seguirá funcionando en los pueblos como los nuestros, pero la tecnología nos pasa por encima", expresó Marcos Rodríguez, gerente de la ACIP, en diálogo con Democracia.

"Como institución que representa al comercio y la industria, no podemos decir que sea un fenómeno negativo, sino que tenemos que adaptarnos", agregó. Entre las líneas de acción ideadas por la Cámara, aparece en el horizonte la posibilidad de "nuclear a los comerciantes en una plataforma electrónica de venta local".

Asimismo, Rodríguez reconoció que el uso de las apps y las redes sociales para promocionar productos deber ir de la mano de la profesionalización de los comerciantes en la materia, para sacar provecho de las nuevas herramientas.  

"No hay que mirar este escenario con malos ojos. En general, hay aceptación de los comerciantes hacia esta tendencia, pero sabemos que no se trata simplemente de publicar nuestros productos en el estado de WhatsApp o en un perfil de red social, sino que tenemos que ser profesionales", reflexionó.

Nuevos compradores

Según un informe de la consultora Kantar, elaborado para la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), "en 2021 se incorporaron al e-commerce unos 684.459 nuevos compradores", con lo que la cifra total de usuarios activos en el mercado supera los 20 millones a nivel país.

Por otro lado, el documento difundido en marzo de este año aclara que, tras la salida paulatina del aislamiento social preventivo y obligatorio por la pandemia, se mantienen los niveles de presencia de los llamados "compradores cotidianos", pero se incrementó la participación de los "compradores ocasionales".

En la misma sintonía, con la relajación de las restricciones, siempre de acuerdo con el informe, "si bien en 2021 se sumaron nuevos compradores al canal online, la frecuencia de compra se apaciguó en relación al boom del 2020", cuando la circulación y la presencialidad se encontraban restringidas. 

Los datos coinciden con la visión de la Sociedad Comercio e Industria de Junín, que señaló que si bien la actividad del e-commerce sigue en curva ascendente, el ritmo de crecimiento se ralentizó con relación a los tiempos más críticos de la pandemia.

No obstante, el freno de la frecuencia de operaciones, lo que no ha dejado de crecer, a la luz de las conclusiones del informe, es el nivel de facturación del comercio electrónico: incluso en 2021, con la salida del aislamiento, hubo un incremento del 68% con relación a 2020 (de $905.143 millones a $1.520.000 millones, es decir, un billón quinientos veinte mil millones).

Del mismo modo, las novedosas posibilidades que ofrecen las aplicaciones y plataformas virtuales vienen dando lugar a nuevos hábitos y prácticas de compra por parte de los consumidores. Así, de manera progresiva se inclinan por recibir en el domicilio el producto comprado y lentamente abandonan la posibilidad de retirarlo en sucursal.

En los registros, las compras predominantes se concentran en los rubros "Tecnología (equipos de telefonía, audio, PC, tablets)", "Indumentaria y calzado", "Alimentos bebidas", "Artículos para el hogar" y "Turismo (viajes, vuelos, pasajes)". 

En las cámaras comerciales de los distritos del noroeste bonaerense coinciden, al igual que lo afirma el informe de la CACE, que la tendencia creciente del e-commerce se acentúa en la zona del AMBA, en donde se concentran los denominados "compradores cotidianos", porque es allí que reside "la mayor oferta online".

Sin embargo, en el interior provincial la modalidad continúa avanzando a gran velocidad y plantea a los comercios establecidos la exigencia de amoldarse a los nuevos tiempos para evitar, en un futuro a mediano plazo, quedar relegados en el mercado.

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