El dióxido de cloro, y la falsa fama de prevenir el coronavirus
UN PELIGROSO QUÍMICO

El dióxido de cloro, y la falsa fama de prevenir el coronavirus

Las autoridades sanitarias volvieron advertir ayer que no sólo no previene el Covid-19, sino que puede causar daños a la salud.

Mientras la justicia investiga si dos muertes ocurridas durante la última semana en distintos puntos del país se debieron a la ingesta de dióxido de cloro, las autoridades sanitarias volvieron a advertir ayer que este compuesto no sólo no previene el Covid-19 sino que puede causar severos daños a la salud.

Utilizado habitualmente como desinfectante en hospitales y blanqueador en la industria textil, el dióxido de cloro cobró una repentina fama en nuestro país como un antídoto contra el COVID el 6 de agosto pasado cuando la conductora Viviana Canosa lo bebió durante su programa de televisión. “Oxigena la sangre, y viene divino. Yo no recomiendo, yo les muestro lo que hago”, dijo la conductora guiñando un ojo y levantando el pulgar.

Pocos días más tarde, un hombre de 50 años falleció en la localidad jujeña de San Pedro luego de haber consumido este compuesto para curarse de un cuadro gripal, y el sábado último un niño 5 años al que sus padres habrían administrado el compuesto para protegerlo del nuevo coronavirus falleció en la ciudad neuquina de Plottier.

Frente a estos dos episodios, las autoridades del ministerio de Salud de la Nación volvieron a advertir que el dióxido “no cuenta con estudios que demuestren su eficacia ni posee autorización alguna para su comercialización”. Si bien “es una recomendación habitual, en este momento donde algunas personas pueden tomar decisiones incorrectas es muy importante volver a recordarlo”, destacó ayer la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, durante el reporte sobre el avance del COVID en el país.

También la Sociedad Argentina de Pediatría salió a advertir sobre el riesgo que la ingesta de este compuesto entraña para la salud. “No ha demostrado efectos preventivos ni terapéuticos. Su utilidad se limita al uso como desinfectante ambiental en determinadas diluciones pero no debe ser ingerido por el ser humano. Si se ingiere dióxido de cloro o clorito, podría producirse irritación de la boca, esófago o estómago. Por vía digestiva puede causar importante irritación del tracto gastrointestinal manifestándose con vómitos, dolor abdominal y diarrea”, alertaron desde la entidad.

UN COMPUESTO INDUSTRIAL

El dióxido de cloro es un producto químico que se obtiene a partir de clorito de sodio y habitualmente se utiliza tanto por su efecto desinfectante como de blanqueador en las industrias papelera y textil. Si bien la alta reactividad de este producto, conocido como CDS, le permite matar bacterias y otros microorganismos en el agua, su ingesta puede resultar peligrosa según su concentración.

Diversos reportes toxicológicos dan cuenta que su ingesta puede producir desde irritación del esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarreas a intoxicaciones severas, graves trastornos hematológicos y daño cardiovascular.

Pese a que hasta la propia Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió sobre los peligros del uso de productos de dióxido de cloro y sus derivados para ser consumidos o inhalados como supuesto tratamiento contra el nuevo coronavirus, este compuesto sigue siendo visto por mucha gente como un antídoto contra el COVID.

Mientras que en Argentina el dióxido de cloro continúa comercializándose informalmente a través de redes sociales y plataforma de venta por internet, en Brasil, donde el producto es de venta libre, los supermercados lo ofrecen al público por su gran popularidad.

El miércoles pasado los diputados de Bolivia aprobaron un proyecto de ley que regula de forma excepcional la elaboración, comercialización, suministro y uso consentido de la solución de dióxido de cloro, de manera preventiva y como tratamiento para pacientes diagnosticados con COVID.

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