Kevin Howard, un hombre oriundo de Carolina del Norte, permaneció casado durante 12 años hasta que su matrimonio comenzó a desmoronarse.
Al analizar lo que estaba sucediendo en la pareja, su esposa le dijo que quería separarse y él le propuso hacer terapia pensando que sus problemas se solucionarían. Sin embargo, jamás pensó que descubriría una mentira tan grande que cambiaría el rumbo de la relación para siempre.
Tras notar que había algo sospechoso entre él y su cónyuge, Kevin contrató a un investigador privado y se enteró que ella tenía un amante.
No sólo se trató de un momento devastador debido a lo que había descubierto, sino que lo peor de la situación resultó ser que el hombre en cuestión era un compañero de trabajo de su esposa. Al parecer, los tres habían cenado juntos en reiteradas ocasiones y ya casi habían formado un vínculo amistoso.
“Fue la cosa más difícil que tuve que enfrentar, fue como si alguien te llamara y te dijera que un miembro de la familia había muerto trágicamente”, reveló Howard.
A pesar de su profundo dolor, Kevin no se quedó de brazos cruzados y le inició una demanda al amante de la mujer por ser un “rompehogares” que había interferido en su vida.
Al parecer, tanto en el condado de Pitt -Carolina del Norte- como en Hawaii, Mississippi y Dakota del Sur existen leyes que permiten demandar directamente al amante en vez de a la pareja. Se trata de un código que sanciona a las personas por “interferir deliberadamente con la relación matrimonial”.
Es conocido como “alienación de afecto” y se aplica a quienes tienen affaires con mujeres u hombres que están casados.
¿Qué ocurrió en el juicio?
Kevin contrató a una abogada llamada Cindy Mills, quien dice manejar este tipo de demandas al menos una vez por año. Cuando la letrada encaró al demandado, él jamás pensó que efectivamente existía una ley en contra de los amantes.
Finalmente, Kevin ganó la pelea judicial y le impusieron una multa de 750 mil dólares a su enemigo. Sin embargo, jamás podrá cobrar dicho dinero ya que el hombre en cuestión no posee los recursos para pagarlos.
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