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El curioso caso del exitoso empresario australiano que se volvió cavernícola

Abandonar la ciudad para vivir una vida más tranquila puede ser el sueño de muchos. Pero algunos factores pueden volverlo realidad de pronto.

Abandonar la ciudad y vivir en contacto directo con la naturaleza, no saber que día es o dejar de depender de horarios es, quizás, uno de los anhelos que en varias oportunidades de la vida se nos ocurre.  

Aunque la fantasía es sin dudas es tentadora, la posibilidad de realizarla, es un poco más compleja. Sin embargo hay personas que lo han podido concretar y, muchas veces, el disparador de ese cambio ha sido una noticia que cambia las perspectivas.

Eso fue lo que le ocurrió a Angelo Mastropietro, un exitoso empresario australiano que logró de muy joven ser director de una compañía australiana. A pesar de sus logros profesionales, fue diagnosticado en 2007 con esclerosis múltiple y ese hecho le dio un giro completo a su vida.

Cuando Angelo supo que padecía esta enfermedad que afecta la movilidad quiso cambiar de inmediato su estilo de vida e irse a vivir a la naturaleza de la manera más insólita: en una cueva. Para ello invirtió gran parte de su capital en construir una casa-cueva en el bosque Wyre, en la región inglesa de Worcestershire.

Angelo invirtió muchísimas horas excavando, cortando y rompiendo piedra que reutilizó para hacer una terraza de cien metros cuadrados. Si bien la casa-cueva tiene el sello distintivo de ser un hogar inmerso en la naturaleza, también cuenta con algunos beneficios propios de estos tiempos como una buena conexión a internet.

Angelo explicó en una entrevista a la BBC, que para que la cueva luciera espaciosa y luminosa pintaron el interior de blanco y que cada espacio fue aprovechado al máximo para cubrir todas las necesidades de su familia.

Mirá las espectaculares fotos:

 

 

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