HASTA QUE SE DESIGNE UN NUEVO PRESIDENTE

Una mujer estará al frente del Tribunal de Cuentas bonaerense

La jueza de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial Nº 1 de nuestra ciudad, Ana María Bourimborde, fue designada para ejercer el cargo dos meses

Hasta que se designe un nuevo presidente con acuerdo del Senado, el Tribunal de Cuentas bonaerense será encabezado por una mujer. La Suprema Corte de Justicia provincial designó a la jueza de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial Nº 1 de La Plata, Ana María Bourimborde, como cabeza de ese organismo clave, que revisa las cuentas de la administración central y de los municipios.

El acuerdo sería firmado en la primera hora de hoy. Se le dio mandato por dos meses, aunque es probable que el nuevo titular sea nombrado antes. Depende de que oficialismo y oposición se pongan de acuerdo en la Cámara Alta. Algo que hasta ahora no se consiguió luego de la renuncia por jubilación de Eduardo Grinberg, quien encabezó el Tribunal durante más de tres décadas. La jueza Bourimborde podría debutar en su nuevo rol hoy mismo, durante una reunión del Tribunal convocada a las 11. Su presencia le da sentido al encuentro: por cuestiones reglamentarias, sin el presidente del organismo prácticamente nada puede aprobarse.

Desde el 28 de febrero, fecha de la renuncia de Grinberg, el Tribunal de Cuentas estaba acéfalo, descabezado. Incluso antes: es que el ahora presidente jubilado había pedido una curiosa licencia para ausentarse durante la última semana del mes pasado. Como para no firmar nada antes del retiro, dicen las malas lenguas. La Suprema Corte hizo lo que estipula la Ley 10.869: luego de 8 días de ausencia, nombró a un camarista en lo Civil y Comercial “con sede en la capital de la Provincia”.

Proponer al Senado el nombre del nuevo presidente del Tribunal es potestad del gobernador. Cuando trascendió que Grinberg se jubilaría, en el último trimestre del año pasado, Axel Kicillof propuso para el cargo a Federico Thea. Se trata de un hombre de su extrema confianza, que en ese momento era el secretario General de la Gobernación y operador del mandatario para ciertos temas judiciales. Pero no pasó el filtro del Senado. Dada la notable paridad de fuerzas allí (23 legisladores el PJ; mismo número Juntos) se requiere de un consenso que no logró alcanzarse a fin del año pasado, cuando Kicillof intentó aprobar el pliego correspondiente.

La oposición aseguró que el candidato para un cargo de semejante envergadura debería, al menos, haber sido “testeado” con ellos. Axel, se sabe, es poco afecto a las negociaciones políticas. Desde entonces, empezó a correr una suerte de cuenta regresiva, que se aceleró cuando se publicó el decreto de renuncia de Grinberg, el número 1183 del 23 de diciembre de 2021. Según fuentes de la Gobernación, Kicillof se mantendrá firme en su postura de proponer a Thea como presidente del Tribunal e incluso se habla de que la semana próxima -o la siguiente- podría haber un nuevo intento para tratar en el Senado el pliego que había sido rebotado antes.

El tema podría ser parte de negociaciones entre el oficialismo y la oposición que todavía están pendientes, como la integración de algunos organismos provinciales, la conformación de las comisiones de trabajo de las dos cámaras y demás minucias donde impera la llamada rosca política. Se trata de un cargo que es muy apetecido por la política: se requiere tener más de 30 años de edad, ser abogado de profesión y es un sillón vitalicio que conlleva una jugosa cuota de poder ya que pone la lupa sobre los gastos de ministros, intendentes y demás funcionarios. Lo dicho, mientras se resuelve la sucesión vía Legislatura, Bourimborde presidirá el Tribunal de Cuentas. La jueza, de larga trayectoria en el Poder Judicial, es la presidenta de la Cámara Primera de Apelaciones del fuero Civil y Comercial. También es una vieja conocida de Grinberg.

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