Un camarista quedaría como presidente del Tribunal de Cuentas
SIN ACUERDO EN EL SENADO PARA NOMBRAR AL CANDIDATO DE KICILLOF

Un camarista quedaría como presidente del Tribunal de Cuentas

Grinberg, actual presidente, se retira a fin de mes y el Gobernador empuja un candidato. Terminaría interviniendo la Corte

Si la política bonaerense no se pone de acuerdo, la Suprema Corte deberá salir en su auxilio para evitar que se produzca una situación de acefalía en el Tribunal de Cuentas. Hasta el 28 de este mes seguirá como presidente del organismo de control Eduardo Grinberg que desde hace algún tiempo presentó la renuncia para jubilarse, pero pese al tiempo transcurrido, oficialismo y oposición no lograron avanzar en un entendimiento para designar su reemplazante. Y si esa indefinición se mantiene más allá de fin de mes, el alto tribunal deberá hacer un sorteo para nombrar en su lugar a un integrante de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de La Plata.

Con 80 años y 35 en el cargo (fue designado presidente en 1987), Grinberg dejará ese cargo vitalicio. De origen radical, el todavía titular del Tribunal de Cuentas tiene una buena relación con Kicillof. Y el Gobernador no quiere perder esa influencia en un organismo clave que examina los gastos de municipios y de las distintas dependencias de la Provincia. No sólo eso: también aplica sanciones y multas a los funcionarios responsables por el mal manejo administrativo de los recursos públicos.

Por eso, el mandatario intentó imponer en diciembre como sucesor de Grinberg a su hombre de confianza y ex secretario general de la Gobernación, Federico Thea. El intento hizo ruido. La oposición se negó a sancionar el pliego en el Senado porque adujo que Kicillof avanzó para designar “de prepo” a Thea sin hablar con los senadores de Juntos. Y sin el apoyo opositor, no hay nombramiento que salga.

El primer dato político es que, por lo que se sabe, ninguna de las dos cámaras de la Legislatura tiene previsto hacer sesiones hasta marzo. En lo formal, ese es el primer impedimento para designar un reemplazante de Grinberg. Pero no es el único: la tensión política entre Juntos y el Frente de Todos se mantiene en niveles elevados en el marco de la embestida del kirchnerismo para desplazar a Julio Conte Grand de la Procuración de la Corte.

Existe otro cuestión adicional que se analiza en los sótanos de la política bonaerense y que tiene que ver con los recelos que en algunos sectores del propio peronismo y de la oposición sigue generando la figura de Kicillof. Y en ese marco, no existiría demasiado entusiasmo en otorgarle a un hombre de extrema confianza, integrante del pequeño círculo áulico del mandatario, la potente herramienta de control con la que podrá escudriñar sobre cómo y en qué gastan los intendentes.

Quienes conocen el funcionamiento del Tribunal de Cuentas interpretan que la eventual designación de un camarista terminará afectando el funcionamiento del organismo. En los intersticios del poder que anida oficinas de la Torre Administrativa 2 de 12 y 53 recuerdan que era lo que ocurría cada vez que Grinberg se tomaba licencia y se recurría al mecanismo de reemplazo, producto de que la ley orgánica del Tribunal de Cuentas no establece la figura del vicepresidente. “Al camarista que caía no le daban nada para firmar. O por lo menos, nada importante”, afirman.

EL ESCENARIO INTERNO
El posible desembarco de Thea implicaría además, la implantación de un funcionario que de alguna manera rompería un status quo monopolizado por la política bonaerense.

Una radiografía sobre los cuatro vocales que integran el Tribunal y que son las máximas autoridades junto al presidente, ayuda a explicar aquella composición que se terminó moldeando durante la gestión de María Eugenia Vidal.

Dos de los vocales responden al actual oficialismo. Daniel Chillo fue impulsado en su momento por el sector de Sergio Massa. En tanto, Juan Pablo Peredo responde al actual jefe de Gabinete, Martín Insaurralde. Tanto Massa como Insaurralde fueron parte del acuerdo de gobernabilidad que en su momento Vidal abrochó con intendentes del PJ y el Frente Renovador.

Los otros dos vocales tienen sus terminales en Juntos por el Cambio. Uno de ellos, Gustavo Diez, fue impulsado en su momento por la propia Vidal. El cuarto vocal, Ariel Pietrovane, reporta al intendente PRO de Lanús, Néstor Grindetti.

Kicillof pretende que a ese escenario se suba Thea, quien ya perdió su lugar en el gobierno bonaerense al ser reemplazado por Agustina Vila, quien a su vez debió dejar el cargo en el área educativa provincial reemplazada por Alberto Sileoni.

En medio de esos movimientos, el Gobernador pretendió ubicar en la presidencia del Tribunal de Cuentas a su hombre de confianza. Por ahora la Legislatura se negó a esos deseos.

Por estos días no emergen señales respecto de que la Legislatura vaya a desperezarse de la siesta veraniega. Y aún cuando se convoque a alguna sesión extraordinaria, tampoco hay indicios firmes en torno de que la oposición allane rápidamente el camino para el desembarco de Thea. La designación de un presidente interino ya empieza a tomar forma.

COMENTARIOS