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ENFOQUE

El ciclo electoral amenaza a las reformas

La apertura oficial del ciclo electoral con el cierre de las listas de candidatos para las PASO y la candidatura de Cristina Kirchner a senadora por la provincia de Buenos Aires, abre los peores temores a los negocios y a las expectativas futuras de las reformas de fondo que había prometido el presidente Mauricio Macri.
La alquimia electoral en juego propone reeditar la polarización entre el proyecto populista K y la oferta PRO con los supuestos implícitos de ambos contendientes.
El oficialismo que imagina un voto favorable de una amplia mayoría social que repudia regresar al modelo kirchnerista; y desde el “cristinismo” la creencia de que el modelo liberal de Macri hará implosión y que amplios sectores darán su apoyo a la ex presidenta.
El resultado electoral de octubre es hoy materia de debates, estudios, proyecciones y análisis diversos, con conclusiones exactamente opuestas, sin que existan datos certeros sobre cómo se desenvolverá la campaña y el voto de la ciudadanía.
Pero a los fines de la marcha económica, un dato aparece con algún grado de exactitud: los mercados comienzan a tomar coberturas ante un eventual resultado favorable de Cristina Kirchner y aparecen también los consultores que recomiendan precaución a las empresas.
El último informe de Economía & Regiones, que pertenecía al actual ministro Rogelio Frigerio, recomienda “encarar planes de negocios precavidos y conservadores” y que “la prioridad” es “mantener lo que se tiene y no la expansión”.
No es fácil hacer una proyección sobre que podría ocurrir en los próximos meses, pero es claro que una recomendación de cautela, como la señalada, haría aún más pausado el rebote económico.

Los mercados comienzan a tomar coberturas ante un eventual resultado favorable de Cristina Kirchner y aparecen también los consultores que recomiendan precaución a las empresas.

No es fácil hacer una proyección sobre que podría ocurrir en los próximos meses, pero es claro que una recomendación de cautela, como la señalada, haría aún más pausado el rebote económico.


Los informes indican que la economía argentina está en recuperación. Economía & Regiones la califica como “no vigorosa”, “sino suave y lenta” y recomienda una baja generalizada de los impuestos para impulsar el crecimiento.
Fundación Mediterránea, dice que la reactivación actual es más sustentable que las del 2013 ó 2015 y que es más generalizada de lo esperado: “De 16 sectores de la economía, 12 anotan guarismos positivos en términos interanuales”.
Mucho más cruda pueden ser las opiniones en privado de los popes empresarios, o del “círculo rojo” del establishment, que achaca al presidente Macri no haber actuado con mayor firmeza en las reformas y en controlar el gasto público.
La estrategia gradualista en la economía, así como la política que facilitó la candidatura de Cristina Kirchner, están hoy en crisis.
El oficialismo disimula sus errores, una actitud achacable a todos los partidos que gobiernan.
El golpe que vino de afuera, con la exclusión de la Argentina de país emergente, agrega condimento a las dudas sobre el resultado electoral.
Los pronósticos políticos seguramente agregaran más confusión a los próximos meses, aunque nada está escrito ni definido.
La batalla electoral recién está en sus inicios y los errores y fallos pueden ser muchos.
La recuperación económica, en principio, no debería abortarse salvo algún episodio inesperado. Aunque sí habría impacto en las decisiones de inversión que hasta ahora explican buena parte de la recuperación.

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