La Justicia investiga 8.000 kilos de mercadería que quedaron en Ezeiza
LA FISCAL PIDE UN PERITAJE

La Justicia investiga 8.000 kilos de mercadería que quedaron en Ezeiza

Los trajo otro avión vinculado al venezolano-iraní y los bultos están en el aeropuerto sin reclamar.

El avión venezolano-iraní que está retenido en Ezeiza y bajo investigación con 19 tripulantes ingresó al país con 312 bultos por 47.882,08 kilos de mercadería.

Parte de esa mercadería ya fue entregada a Volkswagen. Pero según indicó la justicia federal el 11 de junio ingresó otro vuelo vinculado al del avión venezolano-iraní con un carga de 89 bultos que hasta ahora nadie los reclama y están a la espera de sus dueños en el aeropuerto de Ezeiza. “No han tenido al día de la fecha requerimiento de destinación por parte del interesado”, explicó la fiscal del caso Cecilia Incardona en un dictamen en el que pidió que esos bultos sean peritados, según un informe del diario Clarín.

En total son 8.850 kilos de mercadería que están a la espera de sus dueños. En el dictamen de Incardona pide “determinar si se condice la mercadería declarada con el costo del viaje y el costo de la tripulación”.

En paralelo a la mercadería que está sin reclamar en Ezeiza, la fiscal Cecilia Incardona viene siguiendo la pista del avión de Emtrasur y la semana pasada también pidió indagar en el verdadero objetivo del arribo de la aeronave a nuestro país, para saber si “fue exclusivamente para transportar mercadería de autopartes, o bien si estuvo fundado en razones diferentes a las alegadas y constituya, eventualmente, un acto de preparación para proveer bienes o dinero que pudieran utilizarse para una actividad de terrorismo, su financiamiento u organización”.

La justicia busca dilucidar cuál fue el verdadero motivo del arribo a suelo argentino. Lo primero que planteó como duda la fiscal del caso es la rentabilidad del viaje para el traslado de autopartes.

Para despejar las dudas sobre la mercadería, el juez Federico Villena ya ordenó un peritaje contable y de importación y exportación para determinar “si se condice la mercadería declarada con el costo del viaje, costo de la tripulación, estipulación genérica de los honorarios o sueldos de los participantes en la operación comercial de aeronavegación de transporte de carga”.

La finalidad es poder determinar si el transporte de la carga “resultó una operación rentable en términos económicos” o si, como sostiene la fiscal en su dictamen de la semana pasada, se trata de una operación simulada, que esconde otro objetivo.

Según consta en el expediente, el Director General de Aduana Ezeiza, informó que la Aeronave arribó a nuestro país con carga consolidada y con su respectiva guía aérea de la firma Fracht SA “amparando 312 bultos con 47.882,08 kilos, siendo este el total de la carga transportada”.

Las sospechas sobre la mercadería condujeron a la justicia requerir información a organismos extranjeros. Al FBI y al Tesoro de Estados Unidos  para saner si la empresa que contrató el servicio y ordenó la compra de mercadería “estaba autorizada a hacerlo” y si sobre la misma existe algún tipo de observación.

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