Cuatro casquillos de bala fueron hallados ayer en la puerta de la carnicería de Daniel Oyarzún, el comerciante que persiguió con su auto, embistió la moto en la que escapaban dos ladrones y mató a uno de ellos en la ciudad bonaerense de Zárate.
El hallazgo ocurrió ayer por familiares de Oyarzún y los investigadores no tienen dudas de que se trató de un mensaje intimidatorio.
Poco después llegaron hasta el lugar funcionarios judiciales de la fiscalía de Zárate-Campana, que certificaron el hallazgo y remitieron los casquillos a la Policía Científica para las pericias correspondientes.
Este viernes, Oyarzún fue beneficiado con una excarcelación extraordinaria, otorgada por la jueza de Garantías de Zárate-Campana, Graciela Cione, luego de una audiencia privada, y recuperó la libertad.
La magistrada interpretó que no hay riesgo de fuga ni que el carnicero entorpezca la investigación.
Al salir de la comisaría de Garín, donde estuvo detenido, Oyarzún, de 37 años, dijo: "Estoy arrepentido. Si pudiera volver el tiempo atrás lo haría".
"La Justicia decidirá si soy inocente, mi vida es ser una mejor persona", agregó.
El episodio que terminó con el carnicero preso ocurrió el martes cuando dos ladrones entraron a robar a su comercio de Zárate y en su huida, durante la que efectuaron disparos, fueron perseguidos por el hombre en su auto.
A unos 400 metros de la carnicería, Oyarzún embistió la moto de los delincuentes y, mientras uno escapó a pie, el otro quedó aprisionado entre el vehículo y un semáforo, gravemente herido, mientras era insultado y golpeado por vecinos del lugar.
El ladrón murió más tarde y el carnicero quedó detenido y al declarar dijo que su intención no fue matar al ladrón sino recuperar el dinero que le habían robado.
"JUSTICIA POR MANO PROPIA"
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