San Lorenzo
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FUTBOL

Hace 39 años descendía San Lorenzo

Un 15 de agosto de 1981, San Lorenzo de Almagro se convirtió en el primer equipo denominado "grande" de la Argentina en descender a Segunda División, luego de perder 1-0 ante Argentinos Juniors en el estadio de Ferro, en un encuentro con un penal atajado y otro convertido, que pudieron haber cambiado la historia.


   Así, el conjunto azulgrana se fue a la Primera B por primera vez en el profesionalismo, dentro de una dramática última fecha, que tuvo ocho encuentros disputados en forma simultánea.
   Es que mientras el "Ciclón" luchaba por seguir en la máxima categoría con Argentinos, Boca celebró el campeonato ante Ferro, aquel recordado título por haber sido el único de Diego Armando Maradona en el "Xeneize", con el recientemente fallecido Silvio Marzolini como DT.
   El barrio de Caballito se vio revolucionado por la gran cantidad de hinchas que llenaron las tribunas para ver al San Lorenzo de Juan Carlos Lorenzo, que se jugaba su suerte prácticamente en un mano a mano contra el "Bicho" de La Paternal.
   Al "Ciclón" le servía el empate, pero terminó perdiendo por 1 a 0, por un tanto de Salinas, de penal, en el primer tiempo, justo después que el arquero uruguayo Mario Alles le atajara una pena máxima a Eduardo Delgado.
   En el segundo tiempo, San Lorenzo buscó, pero sin claridad y sólo un remate al travesaño estuvo cerca de salvarlo, pero el descenso se consumó.
   Pese a la caída deportiva, el público del "Ciclón" se bancó estoico, sin incidentes, ni siquiera estuvo perturbado por los festejos en la cancha de los jugadores de Argentinos con sus hinchas por haber logrado salvarse.
   Bajo el título "Epílogo ejemplar", las crónicas de época describieron que, con lágrimas en los ojos, los hinchas de San Lorenzo se marcharon a sus casas en una interminable caravana desde el popular barrio capitalino.
   En el vestuario, había caras largas y llantos y el único que habló fue el "Toto" Lorenzo, que años atrás había llevado a Boca a ganar dos Libertadores y una Intercontinental.
   "Ahora más que nunca tendrá que seguir alentando esa gran hinchada a esta prestigiosa institución. Es el momento de estar más cerca que nunca. ¿Por qué puse a juveniles en los últimos partidos? Porque los de más experiencia no estaban en condiciones físicas", argumentó.
   Y, con fuertes críticas, completó: "No me interesa que haya gente que goce con mi caída, es una circunstancia del trabajo y de un año que vino mal barajado. En el análisis general, merecimos ganar. El árbitro fue el culpable de nuestro descenso al no sancionar el adelantamiento de Alles en la pena máxima".
   Sin promedios, los descensos se determinaban por puntos y San Lorenzo llegó a la última jornada del campeonato fuera de la zona roja, con poco margen.
   Con Colón (21 puntos) ya descendido, San Lorenzo sumaba 28 unidades al igual que Sarmiento, un punto por encima de Argentinos Juniors y Talleres de Córdoba.
   A la derrota de San Lorenzo, se sumó el triunfo de Talleres contra Instituto en el clásico cordobés, y que Sarmiento superó, en Junín, a Colón.
   Así, el cuadro "azulgrana" terminó una larga agonía que daba cuenta de una inocultable decadencia, que lo llevó luego a transitar por un año recónditas canchas sabatinas (día reservado para los partidos de ascenso en ese entonces). 
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Una semana cargada de tensión.
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La semana previa al desenlace, se vivió con gran expectativa y estuvo enmarcada por la difícil situación económica que vivía el club de Boedo.
   El lunes previo al partido ante Argentinos, que era el sábado, el inefable "Toto" Lorenzo decidió concentrar a todo el plantel en el campo de deportes del Sindicato de Textiles (SETIA), en Ezeiza.
   El por entonces presidente, Vicente Bonina, convocó a una reunión a la que acudieron 400 socios para explicarles la difícil situación económica y financiera que vivía el club, que tenía embargos en boleterías y atrasos en los sueldos de los futbolistas.
   Como corolario a su declinante peregrinar de esos años, San Lorenzo se fue a la B inmediatamente después de haber perdido sus terrenos de Avenida La Plata, donde se situaba el estadio "Gasómetro".
   No extrañó entonces que con toda esa carga emotiva el desarrollo del encuentro resultó trabado, con presión adentro y afuera: San Lorenzo dominó y estuvo a punto de convertir por intermedio del propio Delgado con un cabezazo que salió milímetros al lado del palo del arquero Alles.
   A priori, San Lorenzo contaba con la ventaja del punto que le llevaba a su rival, pero en sus filas había un par de veteranos y muchos juveniles para soportar tanta presión.
   En cambio, Argentinos tenía un equipo algo más equilibrado en edad, más compacto y favorecido por varios ex Boca que llegaron en parte de pago por el pase de Diego Maradona.
   El árbitro Carlos Espósito sancionó correctamente un penal a favor del "Ciclón" por mano de Remigio Magallanes, tras un cabezazo de la "Chancha" Rinaldi, lo que parecía acompañar la euforia de los hinchas en la tribuna.
   Delgado fue el que se animó a agarrar la pelota: el delantero colocó el balón en el punto de ejecución, concentró su mirada, disparó y en una fracción de segundo el sueño de Primera se hizo añicos cuando el arquero uruguayo Alles impidió el gol dando un paso al frente -Lorenzo luego pidió infracción por adelantamiento- y a su derecha.
   El fútbol, que siempre brinda una chance más, se la dio también a Delgado en el rebote, pero nuevamente "el uno" rechazó la pelota con su pierna izquierda y el escalofrío envolvió a todos los del "Ciclón".
   Pese a ello, los de Boedo seguían conservando la ventaja del empate, pero enseguida, Magallanes desbordó a Milano, encaró por la izquierda y cuando entró al área, punteó el balón antes del cruce de "Hueso" Glaria, que no pudo evitar derribarlo.
   Claro penal a 5 minutos del final del primer tiempo. Salinas decidido, acomodó la pelota y remató cruzado, abajo, hacia el palo derecho de Mendoza, que se arrojó para el otro lado y no pudo evitar el gol.
   El segundo período fue más de lo mismo, San Lorenzo cambió su camiseta tradicional por la suplente blanca, quizá como un intento para torcer su suerte esquiva, pero quedó aferrado a su sistema táctico cuando acaso, lo único que podía salvarlo era el derroche de alma y corazón.
   Tuvo una ocasión neta de gol en los pies de Godoy (que había reemplazado a Milano, autor del penal), reventando el travesaño desde el ángulo del área chica.
   Ese remate fue el adiós a la esperanza, San Lorenzo no tuvo otra oportunidad igual en el complemento, donde Argentinos trabajó el resultado no dejando jugar a su rival con infracciones, saques laterales y todas las mañas que le sumaban minutos para arribar al final.
   Faltando cuatro minutos para el final, la tribuna de San Lorenzo explota en un "San Lorenzo, San Loreee…", exigiendo el último esfuerzo heroico a los once jugadores.
   Pero cuando Villar derrumbó a Magallanes en la mitad de la cancha, Espósito pitó el final del juego. Un silencio nunca tan sentido, nunca tan doloroso acompañó hasta el túnel a estos jugadores con la cabeza gacha.
   Habían provocado lo que el fútbol no podía creer, que San Lorenzo, el primero de los históricos cinco grandes, se fuera a la "B".
   Hoy en día sus hinchas suelen mirar de reojo a Argentinos, como si éste fuera el dueño del puñal que tiene clavado en el corazón.
   San Lorenzo solamente estaría un año en la Segunda División, ya que de la mano de José Yudica ascendió con una campaña estupenda en la que arrasó en el campeonato de principio a fin, siendo récord de recaudación en la categoría, incluso por encima de los equipos que en ese momento estaba en Primera División.
   ¿Cómo fueron las formaciones de aquel partido? San Lorenzo: César Mendoza; Sergio Villar, Hugo Verdecchia, Orlando Ruiz y Rubén Glaría; Marcelo Milano (Daniel Godoy), Osvaldo Rinaldi y Rubén Insúa; Eduardo Delgado, Walter Perazzo y José Luis Ceballos (Armando Quinteros). DT: Juan Carlos Lorenzo.
   Argentinos: Mario Alles; Carlos Carrizo, Christian Angeletti, Ricardo Franceschini, Carlos Olarán; Carlos Vidal, José Luis Zuttión, Pedro Magallanes; Pedro Pasculli, Carlos Salinas y Carlos Randazzo (Eduardo Rotondi). DT: José Varacka.
 

 

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