Virginia González, referente del Colectivo Juana Azurduy.
Virginia González, referente del Colectivo Juana Azurduy.
IMPACTAN EN CADA RINCÓN DEL PAÍS

Cifras que duelen: la pobreza alcanzó el 41% a nivel nacional y también se siente en Junín

En todo el territorio argentino hay 6,5 millones de chicos de 0 a 14 años que son pobres. Junín no es ajena a la crítica situación que viven las familias de menores recursos. Cuál es la ayuda social y cómo se reparte.

La confirmación de la última edición sobre la pobreza y la indigencia que realizó el Indec para todo el país, fue otro cimbronazo: subió al 41,7% a fines de 2023 y afectó a 12,3 millones de argentinos. Se trata de un nuevo golpe de cifras alarmantes, detrás de las que se encuentran hombres, mujeres y niños que afrontan el día a día como pueden, en total necesidad y desamparo.

En línea con los datos revelados por el organismo, hay 3,5 millones de personas indigentes. 

El porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 31,8% y dentro de este conjunto se distingue un 8,7% de hogares por debajo de la línea de indigencia, que incluyen al 11,9% de las personas. 

Nuestra ciudad no es ajena a la crítica situación que viven las familias y que requiere de un trabajo constante en búsqueda de garantizar las necesidades básicas para apaciguar el hambre que acongoja. 

Democracia consultó a la titular de Desarrollo Humano del Municipio, Melina Fiel; al responsable del Centro Conin Junín, Alfredo Azpelicueta; y a la trabajadora social y referente del Colectivo Juana Azurduy, Virginia González. También dio su palabra Rosa Negrete, del merendero Rayito de Luz. 

Incrementar la ayuda estatal 

Ante la necesidad de las familias cada vez mayor, desde el Municipio aseguran que están presentes en los barrios y trabajan además con comedores y merenderos de la ciudad.

“Los barrios están siendo asistidos todos. La ayuda no fue interrumpida desde el Municipio, va creciendo desde el año pasado y se incrementa”, aseguró Fiel, titular de Desarrollo Humano. 

Asimismo, destacó la asistencia a más de 2.500 familias, a lo cual se agrega el plan  Mesa en las escuelas -de la provincia de Buenos Aires con administración del Municipio- que implica a 11.000 alumnos.  “Es una caja con mercadería que se le da mensualmente a cada alumno. Esto surgió en la pandemia, cuando los comedores escolares estaban cerrados, y hoy se sostiene”, acotó.

A ello se suma el Servicio Alimentario Escolar (SAE), incluyendo a 4.300 alumnos en comedores de escuelas. Otras instituciones tienen desayuno y merienda que otorgan a 10.000 chicos aproximadamente.

“El Municipio de Junín actualmente está trabajando con 20 comedores comunitarios en distintos barrios, que sirven almuerzo o merienda. Estamos trabajando con 20, pero hay algunos más”, apuntó Fiel.

Por su parte, Gimena Picchi, coordinadora de Desarrollo Humano local, manifestó que trabajan con merenderos a los cuales concurren más de 500 chicos.

A su vez destacó que realizan 2500 entregas de alimentos en todo el partido, en un trabajo realizado por las asistentes sociales del área en territorio.

Necesidades cada vez mayores

En el Centro Conin Junín, se trabaja con mujeres embarazadas y mamás con niños de 0 a 5 años. Actualmente, por una cuestión de capacidad, son 18 las madres y entre 20 y 22 los niños que asisten.

Azpelicueta destacó que se realizan relevamientos en los barrios: “Vamos detectando chicos con deficiencias de talla, obesidad, o lo que sea, y se los invita al programa de Conin. Tiene que ser voluntario para que concurran al centro”.

Así, destacó que “la pobreza se ha incrementado, evidentemente. Yo veo que las necesidades son cada vez mayores”.

“Trabajamos de forma coordinada con el Municipio, de manera tal que sea en red para no duplicar acciones y ver a las familias que se están tratando, para hacerles un seguimiento; o el Hospital nos deriva alguna mamá con algún chico desnutrido o en tratamiento y que necesita control”, explicó el referente.

“A veces no se alcanza a hacer todo lo necesario, pero somos un brazo fortalecedor del Estado municipal”, destacó.

El proyecto de Conin, según Azpelicueta, “busca poder abrir los cinco días de la semana porque llenaría la capacidad que tenemos. Pero no tenemos los medios como para avanzar en ese sentido y ver cómo hacer para incrementar la ayuda”.

Sobre la situación de los niños, y la importancia de un alerta temprana en cuanto a los cuidados y la alimentación, remarcó que “la desnutrición infantil se adquiere en esa etapa, pero lleva de por vida. Si no se nutre la mamá, el chico nace desnutrido y tenemos cinco años para recuperarlo. Después de esa edad, es irreversible”.

Señaló que “se debe hacer un abordaje integral a la problemática social que da origen a la extrema pobreza. La desnutrición infantil es consecuencia directa de la pobreza. Es gravísimo. La mayoría de los pobres son niños”.

La situación del país

Consultada, Virginia González refirió que “las organizaciones comunitarias, que compartimos destino cotidianamente con niñeces y adolescencias y acompañamos mediante crianzas comunitarias con actividades educativas, culturales, recreativas, vemos que la situación es de extrema gravedad, y no dejamos de manifestar nuestra preocupación ante la dolorosa situación que estamos atravesando como país”.

“Esto se refleja en la suba sin límites de las tarifas en nuestros centros comunitarios, la escalada de precios de los alimentos e insumos de limpieza, la precarización extrema de sueldos de las familias, que ya no alcanzan a cubrir siquiera las raciones básicas de alimentación, lo cual nos deja en un lugar de extrema vulnerabilidad”, refirió en torno a la difícil situación económica que atraviesa la sociedad y en especial los sectores más desprotegidos.

González aseguró: “No desconocemos que la situación actual requiere de una mirada de conjunto, que analice las últimas décadas en relación con la puja distributiva en el terreno de la economía. Sin embargo, creemos que hoy asistimos a un escenario de crueldad. Quienes representan al poder ejecutivo nacional demuestran en cada acción de gobierno su desprecio por el Estado como garante de los derechos del individuo y sus comunidades”. 

Y amplió que “cada una de sus definiciones ha impactado desfavorablemente en estos casi cuatro meses mediante lo que se da en llamar ‘ajuste’. Y su expresión en medios de comunicación masiva afecta las prácticas públicas, de la sociedad civil y del mercado”.

Para la responsable del Colectivo Juana Azurduy, “la pobreza no está desarticulada de los procesos sociales y económicos”. 

“Gobiernos que sustentan su acción estatal en idearios que logran instalar en la opinión pública la aprobación de la represión a quienes se expresan frente a la marginalidad, la glorificación del Estado penal y el cuestionamiento del Estado social. La salida ante el drama actual no es testimonial, lograremos revertir este contexto a través de la organización y lucha junto a nuestra comunidad”, concluyó.

6,5 millones de chicos en la pobreza

Las cifras de pobreza e indigencia para el universo de los 31 aglomerados urbanos obtenidas por el Indec muestran que 3.193.297 hogares, que incluyen a 12.300.481 personas, están por debajo de la línea de pobreza; y dentro de ese conjunto, hay 869.821 hogares que quedaron por debajo de la línea de indigencia, lo que representa 3.520.174 de personas indigentes.

De acuerdo al organismo, se evidenció que en promedio “el ingreso total familiar aumentó 69%” y “las canastas regionales promedio, 81,6% (Canasta Básica Alimentaria) y 75,8% (Canasta Básica Total)”. 

La cantidad de chicos de 0 a 14 años en la pobreza llegó a un 58,4%, lo que implica que en todo el territorio nacional hay 6,5 millones de chicos pobres.

Son 500.000 más que un año atrás y casi 750.000 más que el 10 de diciembre de 2019, cuando Alberto Fernández y Cristina Kirchner reemplazaron a Macri. 

El empobrecimiento de la población subió en el último periodo del gobierno del Frente de Todos, a pesar de una mayor cantidad de controles de precios, el aumento de los planes sociales, nuevas moratorias jubilatorias, un tipo de cambio atrasado y servicios públicos completamente subsidiados. A esto se sumó una fuerte emisión monetaria para sostener artificialmente el consumo. 

Todo eso no logró evitar la caída de los ingresos de los trabajadores en medio de una inflación incontrolable que terminó triplicándose en el último año de gobierno peronista (fue de 211,4%). 

Así, a fines de 2022, un trabajo de la UCA y la UBA calculaba que este nuevo fenómeno alcanzaba al 27,3% de los ocupados. Ese estudio indicó, además, que los ocupados en hogares pequeños que recibían algún tipo de ayuda social del Estado pasaron de 3,8% en 2003 a 19,3% en 2022. 

Con la llegada de Javier Milei, la devaluación de diciembre sumada a la eliminación de programas oficiales implicaron una fuerte caída de la remuneración promedio del sector privado (29%). Fue la peor en 29 años, y muchos estiman que la pobreza ya se habría profundizado aún más en la Argentina. 

De hecho, la UCA estimó que el nivel de pobreza, pasó del 44,7% en el tercer trimestre de 2023, al 49,5% en diciembre y al 57,4% en enero de este año.

Merendero Rayito de Luz

Cubrir al menos una comida diaria

“Hace muchos años trabajo muy temprano en un edificio donde vivo. Por eso, luego, a la tarde la tengo libre para ocuparme de Rayito de Luz, para ir a buscar las donaciones a los lugares que me ayudan”, contó Rosa Negrete sobre su tarea para llevar adelante un merendero que cubre al menos una comida diaria a más de 40 chicos desde hace siete años, en barrio Los Almendros.

“Ves las necesidades y a veces te enterás de que los chicos no comieron, eso angustia”, aseguró. Aunque destacó que se mantiene el número de niños que asisten a pesar de la difícil situación que atraviesan muchas familias.

“Yo recorro todo y busco las donaciones. Abrí el merendero por los chicos. Vi muchas necesidades en el barrio y que los chicos necesitaban un lugar de contención, así que por eso abrí Rayito de Luz”, destacó.

“Es muy difícil darles la merienda de lunes a viernes y la cena tres veces por semana a más de 40 niños. Pero puedo continuar a pesar de las dificultades que siempre están porque ellos lo necesitan”, aseguró Rosa.

“Amo lo que hago, con mucho sacrificio. Muestro la realidad todos los días, aunque a muchos no les guste. Nadie me lo tiene que contar”, cerró.

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