ACABA DE GANAR UN PREMIO NACIONAL EN LA FERIA “NUESTROS CABALLOS”

La Pícara Incaica: la yegua juninense que va por el Mundial de Caballos Criollos

El “Freno de Oro” premia tanto la docilidad como la calidad genética de esta raza emblemática del Cono Sur. Nacida en Rojas y traída a nuestra ciudad de potranca, nadie esperaba su éxito. Gastón Paz, uno de sus dueños, contó su historia por TeleJunín.

La Pícara Incaica es una yegua nacida y criada en Junín que, según su dueño, Gastón Paz, podría haber inspirado al célebre danés Hans Christian Andersen cuando escribió “El Patito Feo” o bien podría escribir el guion de una película de Disney. 

Porque de ser un animal al que se le destinaba un futuro de trabajo en el campo, se convirtió en uno de los mejores exponentes de la raza equina emblema del sur de América. Es que la Criolla acaba de ganar el prestigioso premio “Freno de Oro” en una exposición en Palermo que distingue a los caballos argentinos y tiene muchas chances de ir a Brasil para quedarse con ese galardón, pero a nivel mundial. 

“Esta yegua participó de la exposición Nuestros Caballos, una exposición -que este año se realizó del 28 de febrero al 3 de marzo- que es tal vez la más importante -junto con la Exposición Rural- que reúne a todas las razas de caballos y el criollo es el caballo ícono de la República Argentina. Dentro de las pruebas que hay para esta raza, está la prueba del Freno de Oro que reúne todas las características para decir que es un animal que reúne todas las características de prueba de campo, de morfología, de mansedumbre, de movimientos… Es una prueba deportiva que está creciendo muchísimo en todo el país y en toda Sudamérica y tal vez hoy sea la más importante de Sudamérica”, contó Paz en una entrevista que concedió a TeleJunín para difundir este logro de los criadores juninenses y de la región.

La Pícara Incaica fue comprada sin grandes expectativas –más que la de un buen desempeño en las tareas domésticas de una familia de campo- por José María Paz, hermano de Gastón, quien junto el otro integrante de la familia, Patricio, integran la Compañía Consignataria Paz Hermanos, empresa que pronto cumplirá 40 años pero cuyos orígenes se remontan a la década del 40 del siglo pasado con el trabajo del padre de los tres, Pepe Paz. Con la experiencia que le dio una vida de trabajo en el rubro, José María pudo ver virtudes de la entonces pícara potranca. 

Marcada por la pandemia

“La compramos en un remate nuestro a la Cabaña San Basilio, de la familia Morea que tiene sede cerca de Los Indios, aquí cerquita en el Partido de Rojas. Es una cabaña de mucho renombre y pensamos en la Pícara Incaica al principio con destino de recreación nuestra, para nuestros hijos… cosas por el estilo. Nosotros también tenemos una pequeña cabañita en la que estamos empezando a criar caballos criollos pero no pensamos que tenía este destino del Freno de Oro que, insisto, es una prueba realmente con muchos adeptos y es la prueba más importante del caballo criollo”, rememoró Gastón.

Después de pasar por el proceso de doma, el propio José María trajo a la Pícara Incaica desde Rojas a Junín montado en ella “porque era plena pandemia, cuando no se podía andar en camión”. La entonces yegua terminó al lado de la casa de José María, en Villa del Parque y “todos los chicos del barrio la usaban cuando hay una prueba de tambores”, una prueba de destreza criolla en la que el jinete tiene que lograr que el caballo pueda correr entre tambores dibujando zigzag de ida y vuelta y cerrar con una atropellada (una aceleración).

Pero nunca se pensó en ella como aspirante al Freno de Oro”… Pero sí sus dueños le veían condiciones para el duro trabajo rural “y la llevamos a un campo nuestro a trabajar con vacas en Laboulaye, Córdoba, y ahí todo el que la veía y la probaba después quería andar en ella. Estaba mostrando condiciones. Es realmente una yegua humilde… ese patito feo que se convirtió en cisne. Es propiamente de esa película, porque la yegua era querible, muy querible, y le dimos una oportunidad de llevarla a entrenar a lo de Horacio Casin, uno de los mejores jinetes de la República Argentina, para que la pruebe”, siguió Paz el relato de la vida de la simple yegua que se coronó en lo más alto entre sus pares.

Efectivamente, la Pícara Incaica fue a dar con uno de los más hábiles jinetes del país. Un entrenador muy joven con destacados logros en el país como las clasificaciones al Freno de Oro (1), tres al Frenos de Plata, cinco a Frenos de Bronce y seis Frenos de Alpaca. También clasificó 15 caballos para la Final del Freno de Oro en Esteio, Porto Alegre Brasil –de la que Paz da detalles más adelante- y obtuvo dos caballos finalistas de la Federación Internacional de Caballos Criollos (FICCC) que se realizó en el año 2015 en Buenos Aires.

Entrenada por un experto

Curiosamente, Casin estaba en ese tiempo también entrenando el padre de la Pícara Incaica, y accedió a probar durante dos meses las virtudes de la yegua. Su evaluación fue satisfactoria. “La entrenó para ir a correr una clasificatoria para este premio que ganamos en Palermo la semana pasada, y la yegua anduvo muy bien: salió primera y quedó primera en el ranking nacional. O sea… insisto: una yegua que no teníamos como expectativa esto, estuvo primero en el ranking nacional, fue la gran sorpresa de esa prueba que tal vez es la credenciadora –así se le llama- más importante de la Argentina, clasificatoria para este freno de oro nacional que se corrió en Palermo”, explicó Paz.

La Pícara Incaica salió a la cancha entonces con “la presión” (si se permite esta licencia) de ser favorita en el ranking. Y Paz destaca que “hizo un muy buen trabajo; la yegua tiene un corazón enorme, es completa en todo, y además muestra en su ser una humildad fenomenal. La yegua está ahí quietita y llega a la pista y como si supiera que la están mirando, como si supiera qué tiene que hacer y se muestra. Horacio Casín también un maestro para conducirla y bueno… llegamos a este Freno de Oro que es el sueño de cualquier criollista”, como se les dice a los criadores de caballos criollos.

Ahora, la Pícara enfrenta otro desafío impensado para su humilde origen –y carácter, según su dueño lo define: ir por el Mundial. La prueba que conquistó en Nuestros Caballos “clasifica para lo que te podría decir lo que se diría -para el público general- el Mundial del Freno de Oro de caballos criollistas que se hace en la ciudad de Esteio, municipio de Río Grande do Sul, en Brasil en el mes de agosto”, contó Paz con orgullo pero todavía sin salir de la sorpresa que le dio esta yegua.

Frente a la máxima coronación

La ExpoInter (Exposición Internacional de Animales) de Esteio nace en 1972. En materia de criollos, convoca caballos de Paraguay, Uruguay, Brasil y la República Argentina “que van a correr ahí en un estadio fenomenal que tiene capacidad para 20.000 personas: es un evento realmente impresionante para ver, con muchos sponsors. El estadio se colma porque es una actividad que tiene muchísimos adeptos en todo Sudamérica”. En ese marco deberá lucir sus habilidades la Pícara Incaica del 24 de agosto al 1 de septiembre próximos.

El dueño de la Pícara Incaica no puede dejar de pensar en si influyeron en este logro cuestiones azarosas. “Encontró la maduración ideal como consecuencia de la pandemia porque, si no, se hubiese puesto a cuidar antes y quizá no hubiese estado madura para hacerlo… Si no hubiese caído en manos nuestras, a lo mejor otro no lo hubiese cuidado de la misma manera… Aunque la Cabaña San Basilio está logrando premios realmente interesantes para la familia Morea”. Como sea, Gastón Paz concluye que en la evolución de aquella dócil potranca a la yegua campeona de hoy “fue todo una satisfacción y contar esta historia de cómo humildemente las cosas van sucediendo y se puede… Digo: es un ejemplo de superación, y en el animal un ejemplo que nos permite decir que con humildad, con sacrificio, con corazón, se llega”.

¿Qué es el Freno y por qué es de oro?

El “Freno de Oro” es una competencia equina que tiene su origen a fines de los años 70 en la ciudad de Yaguarón, en Río Grande do Sul (Brasil), y tiene la singularidad de ser la única prueba que sirve para evaluar tanto la genética del animal, su morfología, con su habilidad para las funciones que debe cumplir. Es más: los jurados tienden a ponderar antes la “docilidad” o virtudes de trabajo del animal (63%) antes que su morfología (37%).

COMENTARIOS