Preocupa la propagación de la enfermedad en la región.
Preocupa la propagación de la enfermedad en la región.
EN LA PROVINCIA HAY 56 BROTES

Encefalomielitis equina: hay más casos en la Región y refuerzan la prevención

Según pudo recabar Democracia, a partir de un mapa de monitoreo elaborado por el Senasa, se registraron contagios en los distritos de Ameghino, Chacabuco, General Pinto, Vedia y Alberdi. En Junín no hay positivos, pero piden extremar los cuidados.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó que hay más de 300 brotes positivos de encefalomielitis equina en el país y que 56 de estos casos corresponden a la provincia de Buenos Aires, donde ya fallecieron ocho caballos como consecuencia de esta enfermedad. 

En la región, según pudo recabar Democracia, a partir de un mapa de monitoreo elaborado por el Senasa, se registraron nuevos contagios en varios distritos: dos en Ameghino, cinco en Chacabuco, uno en General Pinto, uno en Vedia y otro en Alberdi.    

En este contexto, el municipio de Junín, a través de las áreas de Salud, Zoonosis, Gobierno, Medio Ambiente y Secretaría General mantuvo un nuevo encuentro de trabajo articulado con representantes del Senasa, la Sociedad Rural de Junín y de Patrulla Rural, con el objetivo de profundizar el trabajo de prevención y el diseño de protocolos para saber cómo actuar ante la posible aparición de casos. 

Si bien en nuestra ciudad no se registraron casos, las autoridades pidieron a los vecinos y tenedores de caballos extremar las medidas de prevención. Desde el área de Zoonosis explicaron que la enfermedad se transmite por vía de mosquitos que viven en zonas rurales, que pican a aves migratorias que poseen el virus y luego lo transmiten hacia los caballos fundamentalmente por medio de picaduras, por lo que también se recomienda aplicarles repelentes.

En el caso de los seres humanos, la enfermedad no se transmite por los caballos, sino por la picadura de mosquitos, aunque no es frecuente y los síntomas son leves, parecidos a una gripe.

Una vez concluido el encuentro, Perla Casella, subsecretaria de Servicios Públicos declaró: “Con todo el equipo de la gestión estamos tratando de ponernos en tema y entender con mayor profundidad cómo viene este virus, con el objetivo principal de trabajar por la prevención”. Y agregó: “Hoy no tenemos ningún caso positivo en Junín, pero igualmente necesitamos estar preparados para poder prevenir y aprovechamos este encuentro para establecer en conjunto los protocolos a seguir”.

Una enfermedad viral

En tanto, Carlos Lombardi, secretario de Salud, explicó: “Se trata de una enfermedad viral, que se transmite a través de intermediarios como los mosquitos, que pican a las aves que son las portadoras del virus, lo introducen dentro de su propio organismo y luego lo pueden transmitir a equinos, principalmente, o a personas de manera potencial”. Y el profesional agregó que “la transmisión no se hace del caballo a la persona directamente, sino por medio de los mosquitos”.

“En Junín no tenemos casos registrados, como sí sucede en localidades vecinas con algunos caballos, sin que haya casos en seres humanos en toda la Argentina, ni siquiera en las zonas endémicas como pueden ser Entre Ríos, Corrientes, norte de Santa Fe y Córdoba”, afirmó. “De todas formas, estamos trabajando para tener todas las herramientas al alcance de la mano, fundamentalmente en lo que respecta a la prevención”, dijo.

Con respecto a los síntomas a tener en cuenta por parte de la comunidad, el médico dijo que “aquellas personas propietarias de equinos deben prestar atención a la aparición de fiebre, deambulación excesiva como consecuencia de la afectación del encéfalo y parte de la médula, depresión, irritabilidad o caer y acostarse de cúbito, mientras que en el caso de los seres humanos la infección es mucho más leve y se presenta como un estado gripal, con fiebre, dolores musculares, náuseas, vómitos, cefalea y demás”.  

Por su parte, Agustina Cacheiro, directora de Zoonosis expresó que “lo fundamental en todo esto es aceitar los mecanismos de comunicación para que la misma sea inmediata y ya contar con todos los lineamientos necesarios para prever la situación y accionar con eficacia”. Además, comentó que “son mosquitos que están en las zonas rurales y periurbanas, distintos a los que transmiten el virus del dengue, nacen de manera espontánea por millones porque ponen huevos en lugares inundables”.

“Que haya mosquitos volando no significa que estén cargados con el virus, porque para eso tienen que picar justo a un ave migratoria que esté cursando con este virus en sangre”, sostuvo la médica veterinaria y resaltó que “lo importante es que no nos relajemos en cuanto a la prevención, pero tampoco la solución pasa por la fumigación por camioneta o por vía aérea”.

Cacheiro también recomendó a la comunidad “mantener el pasto y la maleza lo más corto posibles en el contexto domiciliario, usar repelente a toda hora y fijarse la composición del mismo, porque en base a eso establecemos cada cuántas horas hay que reforzar”. Acerca de la gente que trabaja en zonas rurales, la directora consideró que “deben trabajar en lo posible con mangas largas y ropa clara, y aplicar repelentes también a los equinos a los que se considera hospedadores terminales, por lo cual se puede enfermar y sobrevivir o morir, pero no genera una replicación viral tal que afecte a otros seres humanos o caballos”.

Asimismo, la funcionaria se refirió al tema de las fumigaciones: “Está previsto con el área de Medio Ambiente llevar a cabo fumigaciones focalizadas donde haya altas concentraciones de mosquitos y personas, y presencia de aves migratorias ya sea en la zona de la Laguna de Gómez y todo lo que es el parque a la vera del río”, y aclaró que “las palomas no son aves migratorias, sino todas aquellas que encontramos en los espejos de agua, lo que no significa que todas esas aves traigan la enfermedad”.  

“De acuerdo a la vigilancia efectuada por Senasa, en caso de que aparezca un positivo por la zona vemos dónde tenemos espejos de agua cerca o lugares inundables y se aplica un control de foco para disminuir la población de mosquitos adultos y larvicidas para una fumigación más completa”, detalló.

Vacunas

El médico veterinario y miembro por la Sociedad Rural Argentina (SRA) de la Comisión Nacional de Sanidad Equina del Senasa, Santiago Tapia, indicó que los laboratorios nacionales tendrían a disposición 350.000 vacunas “en dos semanas” contra la Encefalomielitis Equina, aunque admitió que aún serían insuficientes para la demanda.

“Hay paliativos como corticoides y sueros cuando los caballos se enferman, pero lo importante es que llegue la vacuna. En este momento, (el laboratorio) Zoetis tenía vacunas en cantidad nada más para algunos movimientos de concentración de caballos. Algunos van a países vecinos, pero es muy caro. Sale US$ 15 o US$ 16 y sólo se usa para proteger animales muy valiosos de las fincas”, manifestó.

Según los laboratorios nacionales –indicó- “en dos semanas podría haber 350.000 vacunas” junto con alguna tanda importada.

“Lo que hay que ordenar es como distribuirlas porque van a haber pedidos por dos millones. Va a ser una carnicería. El lunes la Comisión Nacional de Sanidad Equina del Senasa tendrá una reunión porque queremos saber cómo va a ser el mecanismo de distribución”, explicó el veterinario y productor equino.

Tapia explicó que “hay cerca de tres millones de caballos” en el país, y manifestó que la expansión del brote “fue más rápida de lo que se pensaba en un inicio”.

La Encefalomielitis Equina es una enfermedad exótica transmitida por vectores –especialmente mosquitos infectados por aves- durante las épocas estivales a equinos, incluyendo caballos, yeguas, burros, cebras y sus híbridos.

La tasa de letalidad puede llegar al 90%, en el caso de la Encefalomielitis Equina del Este (EEE), de entre 20% a 30% para la Encefalomielitis Equina del Oeste (EEO) –la variante que afecta al país actualmente- y de entre 40% y 90% para la Encefalomielitis Equina Venezolana (EEV), con la posibilidad de dejar secuelas en los equinos que convalecen.

El periodo de incubación de la enfermedad, entre la infección y los síntomas, es de entre 5 a 14 días, y los signos son neurológicos ya que afecta al sistema nervioso central e incluyen deambulaciones, hiperexitación, depresión, hipertermia y decúbito.

La enfermedad también puede afectar a humanos, aunque suelen no presentar síntomas o desarrollarlos de manera leve, con poca mortandad. Para Tapia, el Senasa “hasta ahora viene impecable e hizo lo que tenía que hacer”.

“No puede hacer más que encontrar el brote, comunicarlo, tipificarlo y poner las restricciones necesarias”, explicó. El experto señaló que la falta de vacunas se debe a la ausencia de demanda y la pérdida del hábito de inocular a los caballos.

“En la década de los ochenta fueron los últimos brotes y ya en los últimos años se dejó de vacunar y se dejó de exigir la obligatoriedad de la vacuna. La gente se relajó y dejó de vacunar, y ahí el Senasa paulatinamente fue cediendo las exigencias. Los laboratorios, como nadie compraba vacunas, las dejaron de hacer porque, sino, tenían que tirar su producción”, explicó.

Una situación análoga –señaló- se dio en Uruguay, mientras que Brasil “no está con problemas porque vacunaron”. Tapia estimó que con la vacunación masiva que habrá frente a los recientes brotes del virus, inicialmente habrá “un problema de costos por la falta de oferta y la alta demanda”, pero que luego se equilibrarán.

“La vacunación debería ser exigible. La única vacunación obligatoria que tienen los caballos hoy es para la influenza y sólo para concentraciones. Generalmente los poleros terminan comprando la triple con influenza, tétanos y encefalomielitis por lo que están cubiertos, diría, sin querer de la enfermedad”, sostuvo. Además de vacunar, Tapia recomendó “combatir los vectores”, escudando los caballos con caravanas de vacas y fumigando en lugares como “caballerizas”, “boxes” y “alrededor de las cabañas”.

Contagio en humanos

Los especialistas consultados advirtieron que, pese a ser "altamente letal" para animales, la enfermedad no supone una afección grave para la salud de las personas, que pueden contraer la enfermedad mediante mosquitos infectados.

"La encefalomielitis equina es una enfermedad exótica en la Argentina, registrada por última vez en 1988 y que es producida por un virus que transmiten los mosquitos", explicó Alberto García Liñeiro, profesor titular de la Cátedra de Salud y Producción Equina de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

La enfermedad, en sus distintas variantes, es considerada una "amenaza para la salud pública internacional" por su "alto potencial para traspasar fronteras", según la Organización Mundial de la Salud (OMS) con base en el Reglamento Sanitario Internacional.

Se trata de un virus transmitido por las aves a los mosquitos en épocas estivales, a partir de la picadura de mosquitos infectados y pueden infectar a varios vertebrados, entre ellos los equinos y seres humanos, que son hospedadores terminales.

Dentro de este grupo de enfermedades virales se encuentran la Encefalitis Equina del Este (EEE), Encefalitis Equina Venezolana (EEV), Encefalitis del Nilo Occidental (ENO) y Encefalitis Equina del Oeste (EEO).

Los casos confirmados en los últimos días en Argentina corresponden a esta última variedad. Si bien hay posibilidad de contagio, García Liñeiro sostuvo que "no se trata de una afección grave para la salud de seres humanos" y, hasta el momento, "no hay reportados contagios en personas" en el país.

"Esta es un enfermedad primaria de los caballos que puede darse en los humanos pero que esencialmente se presenta en equinos. Los caballos están en el campo, con más tiempo de exposición que el humano", explicó. Para su prevención, es importante el control de mosquitos mediante la eliminación de criaderos y el uso de repelente para las personas.

En casos de contagio con la variante del Oeste, los humanos "no suelen presentar signos, se desarrolla muy leve en los adultos y con muy pocas muertes".

La sintomatología incluye fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y pérdida de apetito, y afirmaron que "es importante prestar atención y consultar a un médico ante la presencia de confusión, temblores o eventualmente convulsiones".

En tanto, en equinos, la tasa de letalidad puede llegar "al 90% en el caso de la variante EEE, y es de entre 20 a 30% para la EEO, mientras que el resto de los afectados puede convalecer y, en algunos casos, quedar con secuelas", precisó el especialista.

La mayoría de las infecciones presenta un cuadro clínico leve en el que el tratamiento es sintomático, mientras que los pacientes con signos neurológicos son evaluados por especialistas y requieren un monitoreo estrecho.

La sintomatología neurológica puede incluir deambulaciones sin sentido, estar hiperexcitables, elevar la temperatura, estado de depresión e imposibilidad de pararse.

Las autoridades sanitarias instaron a la ciudadanía a que, ante el hallazgo de equinos con sintomatología compatible con enfermedades neurológicas o muertos, se notifique de inmediato al Senasa mediante las distintas vías de comunicación disponibles. En tanto, el organismo ordenó restringir al mínimo posible los movimientos de los equinos desde las provincias afectadas, intensificar la vigilancia de posibles casos sospechosos y la vacunación de los equinos.

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