Antoine de Saint-Exupéry: entre la literatura y la aviación

El rotundo y prolongado éxito de El Principito quizás hubiera sorprendido a su autor Antoine de Saint Exupéry, un piloto de avión proveniente de una familia acomodada de Francia que desapareció con su avión en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, apenas un año después de la publicación del libro, cuyo largo éxito no llegó a presenciar.
Antoine de Saint Exupery nació en la ciudad de Lyon, Francia, en 1900.
Era apenas un niño cuando perdió a su padre. A partir de ese momento la familia numerosa constituida por Antoine y sus cuatro hermanos quedó a cargo de su mamá y el autor de El Principito alternó su infancia entre un colegio de jesuitas y los veranos llenos de sorpresas y descubrimientos en la casa de una de sus tías, un castillo conocido como el Chateau Saint Maurice de Rémens, ubicado en el norte de Lyon.
Ese castillo tendría una importancia fundamental para el destino de Saint-Exupéry, ya que en un terreno lindero se hacían pruebas con aviones y otras aeronaves.
El curioso Antoine, fascinado por ese mundo, no perdía oportunidad de hablar con mecánicos y técnicos.
Una vez terminado el colegio y después de experimentar la bohemia de París e interesarse por los espectáculos y el arte de su época, se acercó a la geografía y a la cartografía, antes de formarse como piloto de avión y dar los primeros pasos en esa profesión en la aviación civil.
La experiencia de volar, al principio como piloto aeropostal, lo llevó a África del Norte y a Sudamérica, lugares que lo fascinaron.
Su habilidad y constancia como aviador, así como la cantidad de horas de vuelo acumulada lo calificaron para pertenecer al ejército, para el que voló hasta su desaparición en 1944.

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