La Posta Chacabuco abre sus puertas los viernes, sábados y domingos.
La Posta Chacabuco abre sus puertas los viernes, sábados y domingos.
TURISMO RURAL

“La Posta” Chacabuco, antigua casona de 1886 que reabrió sus puertas

Cada fin de semana, el lugar se prepara para recibir a turistas de todas partes que disfrutan de exquisitas meriendas campestres, cenas tradicionales y de su particular historia.

En 1886, se terminó de construir en Chacabuco lo que se conoce como “La Posta”, un lugar de recambio de caballos donde además los viajeros podían tomar algo, descansar o realizar alguna compra de alimentos sueltos. Ubicada en el Cuartel Sexto, en lo que se conoce como el “camino viejo a Chivilcoy”, a 12 kilómetros de la Plaza San Martín de la ciudad, la casona supo albergar a cientos de pasajeros que debían cambiar su animal para continuar su recorrido. 

Así, se mantuvo en actividad hasta 1940 aproximadamente, cuando decidieron cerrarla porque uno de sus dueños tenía cirrosis producto de todo lo que bebía cuando acompañaba a los visitantes. Fue así que el lugar quedó como una herencia familiar y se mantuvo cerrado por más de 80 años. 

“En el año 2020, en plena pandemia me di cuenta que estaba por cumplir 30 años y que lo quería festejar en ese lugar”, contó Maribel Lavagnino, una de sus dueñas y agregó “siempre lo fuimos manteniendo para que no se venga abajo, pero la realidad era que lo usábamos como depósito o para carnear”. 

Fue así que empezaron a trabajar, día y noche, para volver a poner en valor a este lugar que guarda miles de historias y secretos. “Es hermoso, amplio y se conecta con la casa donde yo vivía cuando era chica”, relató y expresó: “muchas cosas ya no están más, como el surtidor que estaba en la puerta, pero la mayoría aún las tenemos. Lo que pasó es que la familia de mi papá es muy grande y todos se fueron llevando cosas. Pero conservamos los muebles, estanterías y cajones de la época donde se vendía el azúcar o el jabón suelto”. 

Herencia familiar

En ese sentido, Maribel explicó que la casona la heredaron por parte de la familia de su padre y el último que trabajó allí, fue su bisabuelo quien murió de cirrosis. Luego, al cerrarse muchas cosas se fueron modificando, pero la fachada original la mantienen. “La idea de recuperar el lugar surgió a raíz de mi cumpleaños número 30 que fue en el 2021. Además, ese año, mi hermana cumplía 15 y ambas queríamos festejar en ese lugar”, confesó la joven y reconoció que si bien, no llegaron a arreglar todo para los festejos, luego continuaron con la idea de abrirla a futuro. “Nos costó un montón arreglar todo, porque trabajábamos y era mucha la inversión de tiempo y dinero”, reconoció. 

Fue así que, en el año 2022, una chica que siempre salía a pedalear por la zona les preguntó si podían preparar una merienda para un grupo de ciclistas.

“En un principio la propuesta le llegó a mi hermano y como él no podía me dijo a mí. Yo tampoco tenía el tiempo, así que todo recayó en mi papá”, mencionó y agregó “él solo logró hacerla. Les preparó tostadas con dulces caseros, tortas y distintas variedades de bebidas. Estaban todos muy contentos con el recibimiento y con la historia del lugar”. 

A partir de ese momento, comenzaron a darse cuenta que la casona había recobrado su esplendor y magia. Por eso, decidieron continuar con el proyecto y empezaron a abrir durante los fines de semana. 

La Posta hoy

En la actualidad, el lugar es un atractivo del turismo rural de Chacabuco y presenta distintas opciones culinarias combinadas con relatos de historias y leyendas de personas que pasaron por allí. Así, sus días de apertura son viernes, sábado y domingo. 

En cuanto al menú, se encuentran exquisitas picadas completas o meriendas con dulces caseros para la tarde. Y para la noche, se ofrece asado o pizzas realizadas en horno de barro. Todo es con reserva previa. 
“La casona es muy visitada y llama mucho la atención. Todo el mundo quiere entrar y conocerla”, sostuvo Maribel, quien sueña en construir cabañas y

ampliar así los servicios. “Nos llaman todo el tiempo de Capital Federal o de distintos lugares que quieren venir a pasar el día y ahí nosotros les explicamos que todavía no estamos en condiciones, pero seguramente lo logremos en un tiempo”. 

Por último, Lavagnino dijo: “No somos un restaurante. La idea no era hacer un lugar de comida común y corriente, eso no es el objetivo. Lo que queremos es que se conozca el lugar y que la gente pueda disfrutar de algo rico y exclusivo como los dulces de mi papá”.

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