Se detuvo a Dino Nicolás Meneses por su presunta participación en el robo y crimen del policía Osvaldo Cantero y de un empleado de la carbonera.
Se detuvo a Dino Nicolás Meneses por su presunta participación en el robo y crimen del policía Osvaldo Cantero y de un empleado de la carbonera.
ASALTO Y MUERTE EN ZÁRATE

Detienen a policía acusado de cometer el doble crimen

Un efectivo de la bonaerense y un empleado de la carbonera murieron durante el enfrentamiento con los integrantes de la banda de ladrones.

Un policía en disponibilidad fue detenido como acusado de integrar la banda que, durante un asalto en una carbonera del partido bonaerense de Zárate, asesinó a un efectivo bonaerense y a un empleado, informaron fuentes judiciales. En tanto, en el Palacio Dorado del municipio de San Pedro se llevó a cabo el velatorio del agente Osvaldo Osmar Cantero, cuyos restos fueron inhumados en un cementerio privado de la ciudad de Baradero.

El policía detenido fue imputado por "homicidio agravado", mientras continúan la búsqueda de otros implicados en el hecho, informaron fuentes judiciales. Se trata de Dino Nicolás Meneses (29), alias "El Correntino", quien se encuentra alojado en la sede de la DDI de Zárate-Campana a la espera de ser llevado hasta la sede judicial para que la fiscal Andrea Palacios lo indague.

El policía fue imputado como coautor del delito de "homicidio criminis causa", es decir para procurar su impunidad, y por ser una de las víctimas un "miembro de las fuerzas de seguridad pública", que prevé la pena de prisión perpetua. Meneses fue apresado en una estación de servicio ubicada en Gallesio e Yrigoyen de Zárate en el marco de varios allanamientos que fueron encabezados por la fiscal Palacios.

Los investigadores identificaron a este sospechoso a través de un identikit confeccionado a partir de las declaraciones de los testigos, quienes también dijeron que uno de los delincuentes tenía una tonada "correntina". 

Golpe comando

En tanto, Ramiro, quien trabaja también en la carbonera junto a su familia, aunque no estaba presente al momento del asalto, expresó que “fue un golpe comando”, al tiempo que aseguró que para poder llegar hasta allí e ingresar, los delincuentes debieron hacer "cierta inteligencia".

Es que, según la información con la que cuentan los investigadores, entre cuatro y cinco delincuentes ingresaron al predio por los fondos a la carbonería ubicada en el kilómetro 13 de la ruta provincial 193, luego de atravesar un campo, y desde allí se dirigieron a la casa principal, donde sorprendieron a los integrantes de la familia.

En medio de los gritos por el asalto, la hija del dueño logró subir por las escaleras y darle aviso a su padre, que se estaba duchando, quien escapó del lugar por una ventana, saltó por un balcón y se dirigió a la vivienda donde residen los empleados. Desde allí, según las fuentes, salió el primer llamado al 911 en el que advirtieron que se estaba cometiendo un asalto, por lo que un patrullero se dirigió al lugar.

A sangre fría

Mientras tanto, los peones salieron al predio a ver qué ocurría y en ese momento fueron sorprendidos por uno de los delincuentes armado que salió a correrlos. "Dos llegan a refugiarse en la casa de peones y se encerraron con llave, pero los ladrones les patearon la puerta y agarraron al que había quedado afuera de rehén. Le pusieron un arma en la cabeza y amenazaron con matarlo si los otros no les abrían la puerta. Los peones, asustados con lo que podía pasarle a su compañero, abrieron la puerta y ahí es cuando ejecutaron a (Luciano) Padrón sin mediar palabra", dijo un investigador.

Según las fuentes, el empleado de la carbonera recibió un tiro en la cabeza y falleció en el acto. Los delincuentes trasladaron a los dos empleados que quedaban a la casa principal, a uno lo maniataron y el otro, como se resistió, recibió un culatazo que le produjo un corte en el cuero cabelludo, dijeron las fuentes.

Tras apoderarse de una importante suma de dinero, los delincuentes pretendieron escapar, y en ese momento se registra el tiroteo con los policías que llegaron por el llamado al 911, agregaron. "Los vecinos dicen que fue impresionante la balacera que hubo, no podían creer la magnitud de los disparos", añadió Ramiro, al referirse al tiroteo ente la banda y la policía en el que, según testigos, se realizaron unos 50 disparos.

¿Una “entregada”?

Los familiares de las víctimas relataron que los delincuentes les decían que alguien había aportado datos y que habían sido "vendidos", lo que significa en la jerga que contaban con información de que tenían una suma de dinero. "Les decían que los vendieron, que querían plata. Estaban mi papá, mi sobrina, mi tía y mi hermana, a quienes amenazaron y tiraron al piso (...) los ataron con cables y cordones y a mi hermana la subían y bajaban por la escalera pidiéndole más cosas", añadió Ramiro.

Consultado sobre si su familia había realizado alguna operación comercial diferente por la que tuviera más dinero que el habitual en la casa, el hombre dijo que él es quien se dedica a repartir el carbón en la zona y que la actividad fue "la normal de siempre".

Durante el hecho, además del crimen del empleado, los delincuentes asesinaron en un posterior tiroteo al policía del Grupo de Prevención Motorizada de Zárate Cantero, quien llegó al lugar alertado del asalto junto a su compañero Ezequiel Romelio, quien también fue baleado, aunque sobrevivió.

Romelio fue trasladado al hospital de Zárate y horas después derivado al Sanatorio Bernal, en el partido de Quilmes, tras ser visitado por el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, seguía internado con un balazo en el muslo derecho. 

La fiscal aguardaba las autopsias a los cuerpos de las víctimas, a realizarse en el Instituto de Ciencias Forenses de Junín, y la recolección de evidencias como vainas y proyectiles de la escena del hecho, que realizaban efectivos de criminalística de Gendarmería Nacional, convocados para la pesquisa. Tomó además declaración a las víctimas del asalto con el fin de obtener datos que ayuden a identificar y detener a los criminales, quienes escaparon.

En tanto, las madres de las víctimas fatales reclamaron "justicia" y que detengan a todos los involucrados en los crímenes, quienes tras el hecho huyeron a bordo de un vehículo por la ruta provincial 6, en dirección hacia la localidad de Ingeniero Maschwitz.

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