La jueza Karina Piegari, a cargo del Tribunal Oral 1, dará a conocer la sentencia.
La jueza Karina Piegari, a cargo del Tribunal Oral 1, dará a conocer la sentencia.
CRIMEN EN EL PARQUE ECOLÓGICO

El martes próximo se conocerá la condena para los homicidas de Marcelo Torres

Tras el juicio por jurado, la jueza Dra. Karina Piegari procederá a leer la sentencia para Gustavo Arrieta y Vilma Verón, que fueron encontrados culpables por “homicidio agravado por alevosía” y “homicidio agravado por alevosía y el vínculo”, respectivamente.

Tras ser encontrados culpables -por un jurado popular- de cometer el crimen de Marcelo Torres en el Parque Ecológico, el martes de la semana que viene, a las 8.30, la jueza Dra. Karina Piegari procederá a leer la sentencia para Gustavo Arrieta y Vilma Verón, procesados por “homicidio agravado por alevosía” y “homicidio agravado por alevosía y el vínculo”, respectivamente.

El análisis de las cámaras de seguridad y el peritaje de los teléfonos celulares fueron claves para esclarecer el crimen de Torres en el que “hubo un plan para matarlo”, alegó la fiscal Paola Luján en el juicio oral que se desarrolló entre miércoles y viernes de la semana pasada en el Tribunal Oral 1 de Junín, donde se vivieron momentos de dolor entre familiares y amigos de la víctima.

Además, entre las distintas pruebas presentadas, le permitió a un jurado popular dictar un veredicto unánime de culpabilidad para la pareja que será condenada a prisión perpetua, pese a que la defensa había solicitado penas menores.

En el juicio oral se ventiló que Torres y Verón mantuvieron una relación durante 5 años, pero que luego de separados se seguían viendo y enviando mensajes hasta el día del hecho (27 de octubre de 2020), cuando ella pactó un encuentro en el Parque Ecológico.

Tal como quedó registrado en las cámaras de seguridad, municipales y privadas, Torres llegó junto a Verón en su Renault Clío a dicho lugar, situado a la vera de la Ruta 188, frente al Aeródromo, donde aguardaba Arrieta para matarlo, quien llegó previamente a bordo de una moto 110 cc.

Si bien la defensa manifestó que el crimen no fue por alevosía, la Fiscalía acreditó que Torres estaba indefenso en el exvivero municipal cuando fue sorprendido -estando estacionado junto a Verón- por el ahora condenado, quien rompió el vidrio del auto y comenzó a golpearlo.

Según indicó, en ese momento, Torres descendió del rodado y confrontó con Arrieta afuera del mismo, donde además fue atacado con un elemento contundente por parte de Verón, quien también había bajado del vehículo.

Al regresar al Renault Clío, Torres, ya con varias heridas y en el asiento del conductor, recibió -desde el exterior- tres puñaladas de Arrieta en el cuello que le provocaron la muerte y tuvo tres minutos de sobrevida. Fue ahí cuando Verón regresó al rodado, tomó las llaves, el celular de la víctima y una mochila para huir con Arrieta a bordo de una moto 110 cc.

Cabe destacar que las detenciones se concretaron durante un allanamiento en una vivienda en la que vivían los acusados, situada en Junín, a la que los policías llegaron luego de analizar las grabaciones de las cámaras de seguridad y recibir un informe sobre los dispositivos móviles de los acusados.

En esa casa fueron secuestradas prendas de vestir, mientras que las llaves del auto en el que fue encontrada la víctima, su teléfono y el arma homicida fueron encontradas en un descampado de calle Ricardo Rojas entre República Libanesa y Padre Ghío.

“Yendo, vida”

El episodio fue descubierto alrededor de las 9.30 del 27 de octubre de 2020 dentro del Parque Ecológico, ubicado a la vera de la Ruta Nacional 188, en Junín, frente al aeródromo.

El hallazgo se registró cuando una mujer observó que dentro de un Renault Clío blanco había un hombre ensangrentado, por lo que se dirigió al módulo policial de Circunvalación y Ruta 188. Torres (34) era el propietario del vehículo en el que fue encontrado muerto, trabajaba en el rubro de la construcción y vivía con su padre. 

Los investigadores determinaron el recorrido que hizo el Renault Clío blanco, patente CYM-285, y que una mujer rubia con una prenda de vestir de color roja se hallaba como acompañante en el momento en el que ingresaron al Parque a la 1.09 de la madrugada del martes.

Las cámaras cercanas a la vivienda de Verón la tomaron caminando hacia el lugar de encuentro con su exnovio con una ropa similar a la que tenía la mujer que iba como acompañante en el vehículo. Además, se recibió el informe sobre los celulares marca Samsung A10 y Motorola pertenecientes a los acusados, quienes habían eliminado mensajes y llamadas de WhatsApp.

Sin embargo, los peritos recuperaron parte de los registros y establecieron que la mujer había acordado encontrarse con Torres a las 0.40 y que a la 1.06 le envió un mensaje a Arrieta en el que le avisó que estaban llegando al Parque Ecológico. Según explicó en el juicio Julián González, exjefe de operación de la DDI en octubre de 2020, él intervino en el análisis de las videograbadoras y celulares. 

“Hicimos el seguimiento del vehículo al Parque Ecológico”, afirmó el oficial de policía en la segunda jornada del juicio por jurado que se llevó a cabo en el piso 6 de los Tribunales de Junín.

“Las cámaras la registraron a Verón en calles Beruti y Tucumán, cerca de las 0.50. Luego por Tucumán pasa el auto. En otra toma, después se ve al vehículo en Rivadavia y Libertad donde ya se observa al acompañante con un buzo rojo”, explicó. “Luego se dirigió hacia Intendente de la Sota y Alberdi, donde tomó dirección a Ruta 188. Y se ve que cruzó por República y entró al Parque Ecológico”, declaró.

En tanto Arrieta, por otras cámaras, se comprobó que “llegó al Parque en una moto 100 cc negra que luego fue secuestrada, al igual que la campera que llevaba puesta. En la vuelta se lo detectó en Félix de Azara y Circunvalación acompañado de una mujer, cerca de las 2 de la madrugada”.

Continuando con su declaración, González agregó que, según el análisis de las cámaras y teléfonos, “Verón le mandó a Arrieta ‘yendo, vida’ cuando iban por calle Alberdi y Ruta 188”. Además, los impactos de las antenas de los celulares coincidieron con la geolocalización de la escena del crimen.

También, informó que en los mensajes recuperados del teléfono de Arrieta, el ahora condenado, tres días antes del hecho, había pedido un ‘fierro’ a un conocido, en relación a un arma de fuego porque “tenía bondi con otra persona: no aprende por la buenas”.

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