Avanza la vacuna nasal contra una afección que deja 12.000 muertes al año
INVESTIGACIÓN HECHA POR ARGENTINOS

Avanza la vacuna nasal contra una afección que deja 12.000 muertes al año

Es desarrollada por la Universidad de Buenos Aires.

La vacuna argentina contra el mal de Chagas, una de las 20 enfermedades que la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica como “desatendidas”, avanza para iniciar las pruebas en humanos, que, estiman, comenzarán en un año y medio o dos, momento en el que culminará la fase preclínica. Se trata de un antígeno que llamaron Cruzivax de aplicación nasal desarrollado por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y, de ser aprobada, por los organismos de control, brindará una solución para luchar contra una patología por la que mueren 12.000 personas por año, la gran mayoría en América Latina. La noticia fue difundida por la casa de altos estudios hoy que, como todos los últimos viernes de agosto, se celebra el Día Nacional por una Argentina sin Chagas.

En el país, hay 1,6 millones de infectados y se considera que siete millones de personas están en riesgo de contraer la enfermedad. Mientras que en el mundo, unas 70 millones viven en áreas expuestas al mal de Chagas. Se trata de una enfermedad que transmite una especie de chinche conocida como vinchuca. La transmisión ocurre cuando este insecto defeca en la piel de una persona, que lleva a que esta se rasque y permita así la entrada del parásito Trypanosoma cruzi, causante de la afección. La única forma en que se puede contagiar de persona a persona es a través de transfusiones de sangre, trasplante de órganos, o de una madre a su feto. Otra vía puede ser el consumo de alimentos y bebidas contaminadas con las heces de la vinchuca.

“Esperamos que Cruzivax nos permita desarrollar una estrategia de vacunación profiláctica y otra terapéutica eficaz para proteger de la infección o mejorar la evolución y el pronóstico de individuos que padecen la enfermedad de Chagas”, señala Emilio Malchiodi, director del Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral de la UBA/Conicet y director del proyecto que desarrolló la vacuna. Además, es profesor titular de Inmunología en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.

Cruzivax superó las pruebas en ratones, perros y primates no humanos, así como los estudios de producción de los componentes para que se puedan administrar a humanos. También los controles de seguridad y toxicidad, y la formulación de la vacuna para la administración nasal. Todo esto se presentará en las agencias regulatorias para obtener la autorización del estudio de fase uno en humanos con el fin de evaluar la seguridad y la dosis. Sin embargo, como se mencionó, para llegar a esa etapa falta, al menos, un año y medio.

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