Cristina Kirchner pidió ayer apartar a los tres jueces de la Cámara de Casación que revisarán su condena a seis años de prisión en la causa Vialidad. Uno de ellos, Javier Carbajo, ya había decidido antes excusarse porque ya se pronunció en la causa en la que fue condenado a diez años de prisión el empresario Lázaro Báez por lavado de dinero.
Ahora se sorteará el reemplazante de Carbajo y se decidirá si los otros dos camaristas recusados por la vicepresidenta, que son Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, de la Sala IV del tribunal pueden seguir interviniendo en el caso.
Las razones por las cuales Cristina Kirchner recusó a Borinsky y a Hornos fue porque visitaron a Mauricio Macri en la Quinta de Olivos o en la Casa Rosada.
En el caso de Carbajo se excusó de intervenir porque ya se pronunció en la causa en la que fue condenado a diez años de prisión el empresario Lázaro Báez por lavado de dinero. Según la Justicia, parte de esos fondos fueron obtenidos con las obras que se juzgaron en el caso de Vialidad, con prácticas corruptas de sobreprecios y mayores costos.
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