EL VERDE VOLVIÓ A PRIMERA

Histórica caravana en Junín para celebrar el ascenso de Sarmiento

Vecinos y simpatizantes se sumaron a los festejos en las calles de la ciudad y dieron la bienvenida al plantel campeón de la Primera Nacional. Avanzada la tarde, los jugadores, junto al cuerpo técnico y la Comisión Directiva, fueron recibidos por el intendente Pablo Petrecca en el Palacio Municipal.

Una multitudinaria caravana recorrió ayer las calles de Junín, en la continuidad de los festejos por el ascenso de Sarmiento a la Primera División del fútbol argentino.
Tal como estaba previsto, el plantel del Verde partió temprano por la mañana desde Santa Fe, luego del triunfo ante Estudiantes de Río Cuarto, y pisó suelo juninense cerca de las 17, en donde una multitud aguardaba para celebrar el logro deportivo.
A bordo de un micro preparado para el acontecimiento, los jugadores, el cuerpo técnico y los integrantes de la Comisión Directiva atravesaron la Avenida San Martín, luego de pasar por Avenida República, y llegaron hasta la Fuente del Milenio, pero la fiesta ya se había desatado en el peaje de Agustín Roca, en la Ruta 188, en donde varios vehículos se sumaron al recorrido.
En cada cuadra por la que pasaba la caravana, grupos numerosos de vecinos aguardaban en las esquinas, con banderas, gorras verdes y blancas y camisetas del campeón, que le aportaron la cuota de colorido a la jornada, que quedará en el recuerdo de toda una comunidad.
Pasadas las 18, el micro llegó hasta las puertas del Palacio Municipal, en donde aguardaban cientos de simpatizantes, dispuestos a prolongar el festejo. Desde uno de los balcones, llegó el primer saludo del intendente Pablo Petrecca, que luego recibiría a los jugadores, al cuerpo técnico y a los dirigentes, en el salón del Concejo Deliberante.
Una hora más tarde, llegó el momento de la despedida: los campeones comenzaron a abandonar lentamente el edificio comunal y volvieron a subir al colectivo, en donde fueron, una vez más, ovacionados por los hinchas. 
Fue el final de una fiesta que marcó, en el mismo instante, el comienzo del sueño de quedarse, ahora sí, para siempre, en Primera.

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