FÚTBOL

Gustavo Fabián “El Negro” Caresani

Jugó en Mariano Moreno, incluso en el Nacional. Anduvo por varios clubes de la zona.

Nací en Junín en el barrio San Francisco, a dos cuadras de la cancha de Mariano Moreno.

Un barrio tranquilo. Los fondos de mi casa daban al campito. Llegaba de la escuela y me iba derecho al campito, saltaba por el fondo que era de alambrado. Era jugar a la pelota hasta la noche que me llamaba mi vieja, con mis hermanos Pepona y Cepillo.

Del barrio iban Ariel y Gerardo González y Gustavo Mangini. Y los sábados se hacían campeonatos que duraban todo el día.

Fui a la Escuela Nº 19 con Ariel González, Nelson Saavedra, Espíndola, Peralta, Suárez, Pugliese y Milanese. El secundario lo empecé en el Industrial, hasta cuatro año. Me pasé un año al Normal y lo terminé en Baigorrita.

Fiché en Mariano Moreno. Estaba el maestro Chiche Tablada. Hice todas las inferiores hasta que debuté en Primera, en un torneo nocturno allá por el 79/80. Tenía 18 años. Era más difícil que ahora debutar. Había grandes jugadores. Jugaban dos pibes y a los otros los veía como gente grande de bigotes. Ni siquiera podías decir buenas tardes en el vestuario, ni te saludaban. Hoy es al revés, son nueve chicos y dos de treinta años que ya son grandes.

Fui campeón con la sexta de Moreno. Jugaba el Huevo Celis, Alonso, González y Salguero. Muy pocos llegamos a Primera de esa camada.

Pero no jugué el oficial con Moreno. Como estaba estudiando en Baigorrita me fui a jugar el oficial allá. Ya se había ido la camada de Tomino. El técnico era Horacio Medina y jugaban Darío Costa, Pichi Bengolea que estaba haciendo la colimba en Junín, Velazco, Cepillo Berolotti, buen equipo.

Volví a Mariano Moreno para jugar el Nacional en 1982. Fue una experiencia muy linda porque era pibe y me tocó estar con los monstruos como Cacho Heredia que venía de jugar de Madrid, Pinino Más. Estaban Daniel Di Gilio, Sergio Lippi y el técnico era Raúl Azconzábal. Tuve la suerte de debutar –siendo suplente- en el primer partido en el estadio de Sarmiento contra Central Norte de Salta. La cancha de bote a bote.  Jugué también un rato contra Rosario Central en la Chicago Argentina, Estudiantes. Fue una gran experiencia.

A fines de 1982 volví a Deportivo Baigorrita y en 1984/85 jugué el oficial con Moreno. Estaba mi hermano, Ángel Kenan, Daniel Pera, Daniel Gallego y el Huevo Celis.

En 1986 el Gallo Melillo agarró de técnico en Leandro N. Alem y me llevó a jugar con Daniel Cofreces, y el Chany Glenon. Me quedé para 1987 y salimos campeones con el Hueso Cóppola, Jorge Buvier, Osella.

Pasé un año a Juventud de Pergamino con Raúl Malavolta, los Carpanetto, el Negro Miranda, una liga muy fuerte.

Volví dos años a Alem donde me trataron de maravillas y después me fui dos temporadas a Deportivo Pinto con el Huevo Célis, el Loco Suárez, el Chino Mendoza, Carlitos Calvo y Darío Mundo de Lincoln.

Los nocturnos los jugaba generalmente con River de Junín o Defensa para no estar parado y después me iba a fuera, donde estaba la plata. Con River llegamos un año a la final contra Independiente, como ganadores. El técnico era Nito Aiub y jugaba el Tati Girard, Germán Melo. Nos ganó los dos partidos Independiente. Fue cuando volvió el Lechón Clara.

Me fui un año a Villa Francia, de la Liga de Ameghino, volví a la Liga de Vedia con San Gregorio. Me hacía 115 kilómetros solo para jugar.

Terminé con River en 1995, ya estaba cansado y comenzaba con una nueva etapa de vida.

Hoy no salen tantos jugadores porque los chicos tienen desinterés por el fútbol. Eso sumado a la desaparición de los campitos y el avance de la tecnología fue determinante.

Antes había técnicos como Moyano, Falcón, Marengo y Tablada, que reclutaban chicos en los campitos. Eso hoy no lo hace nadie. Hoy si los chicos no son empujados a tener una posibilidad de prueba en algún club no los va a buscar nadie.

Cambió el fútbol. Antes pasionalmente se lo vivía de otra manera. Desde los entrenamientos mismos. Yo si no entrenaba en el club, me iba solo. Los sábados me guardaba en casa. Hoy los chicos salen, toman, se acuestan a las cinco de la mañana y van a jugar igual.

También cambió la manera de jugar. Hoy corren todos atrás de la pelota y juegan a un pase. Se perdió la gambeta, la picardía para jugar al fútbol. Nadie tira un caño. Antes habías más tiempo para jugar.

¿Maradona o Messi?
Maradona. Mi generación tuvo la suerte de ver a los dos. Pero hoy a Messi se lo protege mucho más. A Maradona lo mataban a patadas y seguía jugado. Son dos monstruos, pero me quedo con Maradona.

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