FÚTBOL

Rafael Alberto “El Rafa” Roca

Referente de Villa Belgrano en la década del ochenta. Ganó el primer título oficial con la V Azulada, con el memorable título de 1980 destronando la hegemonía de Jorge Newbery.

Nací en Junín, en el barrio de Villa Talleres. Calles de tierra, buenos vecinos, solidarios. Fui a la escuela 41 y al secundario, al Industrial. En ese tiempo no había torneos intercolegiales, los había cortado. Pero yo siendo más chico, me acuerdo que mi padre era de la Cooperadora de la Escuela 41 y se jugaban.

Se jugaba al fútbol todos los días después de comer al mediodía y los sábados era religión.  Hacíamos que jugábamos barrio contra barrio, pero éramos los mismos chicos con cuatro cuadras de diferencia. Yo vivía en Pringles e Irlanda, y jugábamos contra los chicos de a la vuelta manzana.

Empecé a jugar en Sarmiento a los seis años, porque el Verde era para los pibes como jugar en River o Boca. Hice todas las inferiores con Pepe Rusiñol, un señor con mayúsculas.

Llegué a jugar en la primera amateur con Tuso, Catarraín, Boguey, Coco Benítez, Hugo Basso, Tito Buffalino, Daniel González, y Hugo Ferrari que era arquero. A los 17 años me promovió a primera el Comisario Rodríguez, era un personaje divino.

No pude salir campeón con Sarmiento, fue una asignatura pendiente en mi carrera.

En 1979 me fui a Villa Belgrano, que fue la época dorada de Jorge Newbery que llevaba una pila de años siendo campeón. Ya eran aburridos los campeonatos. Jugar contra Newbery que eran profesionales, les aguantabas medio tiempo y después te pasaban por arriba.

Pero en 1980 Villa Belgrano armó un gran grupo y salimos campeones del oficial por primera vez en la historia del club, destronando precisamente al Jorge Newbery de Alfredo Mariano Gironacci y Cia. Jugaban el Toro Rassi, Ricardo Calabró, Tito Bello, los Pereyra, el Zurdo Rodríguez, Pezoa, Gubitosi. El técnico fue Héctor Mosca.

Llegamos a la última fecha con un punto arriba sobre Jorge Newbery. Fuimos a jugar a Baigorrita y Newbery enfrentó a Sarmiento.

El proceso de la semana previa al partido fue todo un acontecimiento para la gente de Villa Belgrano. Y prepararon banderas, pancartas, etc. para salir en caravana hacia Baigorrita. Llenaron la cancha el domingo.

Teníamos que ganar porque Newbery le había ganado a Sarmiento. Quedaban cinco minutos y Polo Cárdenas cobró un penal para nosotros. Nadie lo quiso patear. O lo hacés y te consagrás, o pasas al ostracismo.

Tomé la decisión de patearlo y lo hice. De ahí en más quedé en la historia del club Villa Belgrano.

Lo que fue el retorno a Junín, inolvidable. Nos subieron a un rastrojero –sin bañarnos- y salimos en una caravana interminable hasta la sede del club donde se completaron los festejos.

Hicieron la fiesta de los campeones en la cancha, porque no entraba la gente en ningún lado. Metieron más de mil personas al aire libre, debajo de las arboledas.

Luego ganamos un nocturno, al año siguiente, donde enfrentamos al Moreno profesional de Abel Oliver. Llegamos invictos a la final del campeonato. En el primer partido nos metieron cuatro. Y fuimos a la finalísima donde empatamos dos a dos y lo ganamos por penales.

Ya después empecé a ir a jugar a la zona. La primera vez fui a San Martín de Chacabuco. Luego fui a Caset de El Triunfo. Al año siguiente me llevó Héctor Mosca a Alberdi, donde jugué con el Negrito Sacardi y un tal Rojita. Ambos unos monstruos.

Estuve un año en Belgrano de Arenales y pasé a jugar con un equipo que hizo Saforcada en la Liga Independiente. Terminé jugando en Alberdi.

Antes nosotros estábamos jugando a cada rato al fútbol en el campito. Se esperaba ese momento único.  Ahí está el contacto con la pelota, te hacés, agarrás la picardía, la gambeta. Pisar la pelota, una obra de maestría.

Hoy en un club a los pibes los hacen atletas, corren de un lado para otro detrás de la pelota. Cambió todo muchísimo.

¿Maradona o Messi? Maradona fue un gran jugador en su época. Messi es un fenómeno.  Hay que analizar con quien jugaba Maradona, que se ponía el equipo al hombro y salía adelante.  A Messi no se lo ve en la selección, pero con los otros jugadores del Barcelona te volvés loco de verlo jugar.  Es difícil trazar una comparación.

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