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MUNDIAL DE RUSIA

España quedo eliminada en los penales ante Rusia en octavos

España quedó eliminada en los octavos de final del Mundial-2018 al caer en la tanda de penales ante el equipo anfitrión, Rusia, por 4-3, después de que el tiempo reglamentario y la prórroga hubieran terminado con empate 1-1, ayer, en Moscú.
Koke Resurrección e Iago Aspas fallaron sus lanzamientos en la tanda decisiva, mientras que los rusos anotaron los cuatro que patearon, lo que terminó condenando al campeón mundial de 2010.
España cayó por cuarta vez ante el anfitrión de un Mundial, tras hacerlo en Italia-1934, Brasil-1950 y ante Corea del Sur en 2002, en la edición que ese país organizó de manera conjunta con Japón.
La Roja se había adelantado con un gol en propia puerta de Sergey Ignashevich en el minuto 12. Rusia igualó con un penal transformado por Artem Dzyuba (41), después de que Gerard Piqué tocara el balón con la mano dentro del área.
El partido tuvo un guión invariable. España se encargó de mover el balón e intentar encontrar grietas en un bloque ruso con las líneas muy juntas.
Más espesa según transcurrieron los minutos, la Roja acumuló infinitas posesiones pero no fue capaz de traducirlas en acciones claras de peligro.
Rusia, cuyo plan para marcar pasaba por aprovechar una contra o un balón aéreo, logró su objetivo, al conseguir un gol en uno de los pocos acercamientos que tuvo.

Mano de Piqué
Antes Sergey Ignashevich se preocupó más por agarrar a Sergio Ramos en el lanzamiento de una falta lateral que por alcanzar el balón, que pegó en el tacón de su bota para batir al arquero Igor Akinfeev.
España gobernaba con un trío de mediapuntas formado por Marco Asensio, David Silva e Isco, el más inspirado, desplegando todo su repertorio de recursos técnicos ante una defensa rusa incapaz de frenarlo.
En los últimos minutos del primer tiempo, Rusia ganó unos metros y dispuso de su primera ocasión, cuando Aleksandr Golovin buscó el palo largo del arquero David De Gea, pero el balón salió mu desviado.
Los más de 75.000 rusos que llenaron el estadio moscovita de Luzhniki se encendieron y llegó la jugada del empate. En un córner Gerard Piqué saltó con el brazo levantado y tocó el balón dentro del área. El árbitro señaló penal y Dzyuba igualó.
"Tenemos que minimizar errores", había pedido Hierro en la previa y España volvía a conceder un gol en el primero grave que cometía.
Conseguido el botín, Rusia volvió al plan inicial y España intercambió durante muchos minutos pases y más pases fuera de la zona de peligro.

Iniesta y Aspas, revulsivos
Hierro intentó agitar el ataque dando entrada a Andrés Iniesta (67) y a Iago Aspas (80). Entre ellos fabricaron las mejores ocasiones de la Roja.
El héroe del triunfo en el Mundial de Sudáfrica 2010 fue el que más cerca estuvo de marcar (85) en un balón que Aspas templó con el pecho, pero su disparo pegado a un poste se encontró con Akinfeev.
Ya en la prórroga Aspas apareció pronto (91) para servir desde la línea de fondo. Dani Carvajal, que entró por Nacho en la segunda mitad, remató fuera.
A continuación (99) el delantero del Celta, convertido en el referente del ataque español, salió del área, sorteo a un rival y jugó con Isco, cuyo disparo atajó sin problemma Akinfeev.
Hierro quemó todas las naves y dio entrada a Rodrigo (104), que estuvo cerca de desequilibrar la balanza en una internada por la banda derecha (109). Justo antes del final (120) tuvo otro disparo que atajó Akinfeev.
En el 115 apareció el VAR y el árbitro decidió que Piqué no había sido empujado dentro del área. Había comenzado a llover y el partido se decidió en los penales. El Luzhniki se convirtió en una fiesta.

La amarga despedida de Piqué y de Iniesta
Andrés Iniesta y Gerard Piqué, dos iconos de la España campeona del mundo y de Europa, se despidieron ayer de la Roja de la forma más amarga.
La derrota en los penales ante Rusia marcará la salida de dos de las figuras de la mejor selección española de las últimas décadas.
Piqué ya había avisado hace tiempo que el Mundial de Rusia sería su última aparición con España, e Iniesta, que lo había dejado entrever, lo confirmó ayer domingo.
"No ha sido la mejor despedida, pero el fútbol y la vida tienen estas cosas", dijo Iniesta tras el partido contra Rusia. "Me voy con un sabor malo, duro, como todos, es un momento difícil que hemos vivido en otras ocasiones", añadió.
A sus 34 años, Iniesta, al igual que ha hecho abandonando el Barcelona a final de temporada, no quiere estar en la Roja si no puede "dar lo mejor".
Iniesta no puede despedirse con un triunfo en la final del Mundial, como le hubiera gustado, pero lo hace habiendo sido uno de los hombres que más aportó en este mundial a la Roja.

Apuntalando a la Roja
Sus destellos de clase, junto a la buena actuación de Francisco Alarcón Isco ayudaron a sostener a una España cuestionada y que funcionó a trompicones.
"Lo veo bien, está jugando su último Mundial con un cambio de destino en su club, y eso seguro que lo hace más ilusionante para él, y seguro que Andrés va a estar fenomenal", aseguraba su compañero Sergio Busquets.
Después de Xavi Hernández, con la salida de Iniesta la selección perderá al hombre que distribuye el juego y encuentra los resquicios que nadie ve cuando los rivales se cierran, como el pase filtrado que le metió a Diego Costa para que el hispano-brasileño hiciera el gol de la victoria frente a Irán.
Isco será, sin duda, el encargado de relevar al mago de Fuentealbilla, campeón del mundo en 2010 y de Europa en 2008 y 2012.
Miembro del selecto club de los centenarios con la Roja, Iniesta se despide como el cuarto jugador que más veces ha vestido la elástica nacional (131), por detrás de Iker Casillas (167), Sergio Ramos (154) y Xavi Hernández (133).

Ser centenario y jugar el Mundial
En este club entró recientemente Gerard Piqué (102) con el partido contra Irán (triunfo 1-0), cumpliendo uno de los objetivos que tenía cuando adelantó que pensaba dejar la selección tras el Mundial.
Fue en octubre de 2016, cuando más arreciaban los pitos contra él por su postura en el asunto político catalán, cuando adelantó que dejaría la selección.
"Creo en el proyecto de Julen (Lopetegui) y por eso no voy a dejarlo hoy. Hemos empezado juntos y voy a estar hasta el Mundial. Con 31 años tendré ya una edad y lo he dado todo con la selección", decía entonces.
Piqué, un asiduo de la Roja desde sus categorías inferiores (Campeón de Europa Sub-19 en 2006), ha sido desde su debut con la absoluta en un amistoso con Inglaterra en 2009 uno de los fijos.
No llegó a tiempo para ser campeón de Europa en 2008, pero en su palmarés con Roja más exitosa de la historia figuran el Mundial 2010 y la Eurocopa de 2012.
Primero al lado de Carles Puyol y después junto a Sergio Ramos, Piqué ha sido el eje de la defensa española de la última década.
Con Ramos ha formado desde 2012 una de la parejas defensivas más icónicas, sin miedo a lanzarse las pullas cuando llegaban los enfrentamientos Barcelona-Real Madrid, pero un muro inseparable para defender a la selección.
Un muro que ahora ya no se volverá a ver cuando en la próxima convocatoria de la Roja ya no vuelva a aparecer el nombre de Gerard Piqué.<

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