Nací en la ciudad de La Plata en el año 1982. Me vine de muy chiquito a Junín. Creo que cuando tenía tres años mis padres se trasladaron por laburo acá.
Nos instalamos en el barrio de Pueblo Nuevo, por calle España, y después nos mudamos cerca de la cancha de BAP.
Aprovechando el barrio, me fui a jugar al fútbol al club BAP. Estaba como entrenador Marengo, el Pelado Riera. Oscar Tuso estaba en la Primera, no lo tuve.
Jugué con Sebastián Bueno, el Vasquito Guruceaga, que eran los que jugaban bien.
Pero no salimos campeones. En las inferiores ferroviarias era difícil llegar al título, que sí lo pudo lograr la Primera.
Yo era del lote de los del medio, no alcancé a llegar a la Primera División. Y me dediqué al básquetbol.
Nos mudamos con la familia al barrio de La Loba y comencé a jugar en el club Junín, porque me quedaba cerca.
Fue en el año 1993. Estaba Darío Racero como encargado general del básquet, pero como profe lo tuve a Raúl Scaglione.
Llegué a jugar hasta los 16 años, más o menos, en cadetes menores. Hoy cambiaron los nombres de todas las categorías.
No me fue bien con el básquet. Lo mío era la garra. Eran buenos equipos, con unos compañeros formidables, pero yo era del montón.
Lo de la dirigencia se dio de casualidad. Las nenas mías comenzaron a jugar al básquetbol a los 7 u 8 años. Estuvieron en Sarmiento, luego en club Junín, en Argentino y recayeron en el club Los Indios.
Empecé a dar una mano en el club y en el femenino que se estaba rearmando. Estuve un tiempo como delegado en la Asociación y con algunos colegas más nos comenzamos a dar cuenta de que estaba todo medio abandonado. Entonces nos pareció importante comenzar a trabajar para acomodar y darle otra impronta en cuestiones que estaban relegadas.
Ahora mejoramos un montón de cuestiones. Desde el año pasado, que tomamos las riendas con Diego Ferro, se pudieron formalizar un montón de cuestiones que estaban abandonadas, como el calendario, el tema de estadísticas y demás. Se armó un torneo con equipos de la zona, como Chivilcoy, Pergamino, 9 de Julio, Bragado, Rojas, más los de la Asociación de Junín. El año pasado tuvimos más de quinientas jugadoras en todas las categorías. Se jugó muy bien, a pesar de los líos que había en la Asociación local que no estaba institucionalmente bien.
Pero se jugó muy bien, los campeonatos fueron muy lindos y se mejoró muchísimo el nivel del básquet femenino y la cantidad de jugadoras, que es lo más importante para nosotros.
Este año teníamos un montón de proyectos en carpeta. Pero la verdad es que chocamos con la realidad económica de los clubes. Al haber varios de afuera, el tema de los viajes es muy complicado.
Para esta temporada habíamos pensado hacer un torneo anual todos contra todos. El torneo regional es como un federal que tenemos. La idea es jugar todos contra todos para elevar el nivel de la competencia. Pero los clubes pusieron muchas trabas desde lo económico y es entendible. Algunos tienen que hacer doscientos kilómetros para poder jugar. El femenino tiene una complejidad importante para jugar que es un solo día, el domingo. Hay clubes que viajan con 5 categorías y los costos son altísimos.
Entonces lo regionalizamos . Hicimos dos zonas para al menos poder jugar este semestre, hasta las vacaciones de invierno. Después las finales para definir el campeón.
Pero con todas las complejidades sociales y económicas, lo que definimos fue tratar de jugar la mayor cantidad de partidos posibles y ver después en el segundo semestre si podemos mejorar el nivel de competencia. La idea es que nunca se corte, que las chicas puedan seguir jugando. Dos fechas que no se jueguen, las chicas no quieren ir más al club, los profes se desaniman, es todo un problema.
Desde la subcomisión con los delegados le buscamos la vuelta para que sea de la manera más económica posible, pero sin perder el hilo de la competencia.
Dividimos dos zonas de 6 equipos y se juegan todas las categorías. El torneo de Mayores está dividido porque hay pocos equipos. Es un próximo paso a dar para ver cómo podemos incorporar más equipos.
Las selecciones
Lo bueno es que este año pudimos ordenar el proyecto de selecciones locales que comenzaron a entrenar hace poquito.
Al igual que el masculino, comenzó el proyecto con las U13, U15 y U17, que entrenan con el cuerpo técnico a cargo de Sandra Ibarra. También están Blas Corbalán, Florencia Scandolera y como profe Kevin Font.
Se hizo un primer entrenamiento abierto la semana pasada en el club San Martín, donde el cuerpo técnico decidió que cada club defina a sus jugadoras preseleccionadas.
Seguramente se va a hacer un corte parcial para poder seguir entrenando y ver si se pueden afrontar los torneos provinciales, que el año pasado no hubo.
Estamos muy emocionados con esto, tuvo buena repercusión tanto en las chicas como en los clubes y en los profes en general.
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