Aseguran que Junín es un terreno fértil para el desarrollo de la industria del conocimiento.
Aseguran que Junín es un terreno fértil para el desarrollo de la industria del conocimiento.
TECNOLOGÍA Y EMPLEO

Historias de juninenses que trabajan en la floreciente economía del conocimiento

Muchos profesionales se desempeñan tanto en empresas locales, como del exterior, un rubro con salarios por encima de la media y flexibilidades acordes a las demandas actuales. Afirman que Junín tiene características que la posicionan con ventaja en la industria.

Junín es una de las ciudades con mayor potencial de la provincia de Buenos Aires para seguir desarrollando y contribuyendo a la industria del conocimiento. Los datos derivan de un estudio de Argencon (la cámara que reúne a las empresas de economía del conocimiento), que nombró a Junín entre las ciudades mejor posicionadas de la provincia para el desarrollo de empresas y personal capacitado. 

Los factores claves que permitirían el incremento de estas actividades son la disponibilidad de formación educativa especializada, la buena cobertura y calidad de conectividad. Las otras ciudades mencionadas en la Provincia fueron Campana, Partido de la Costa, Luján, Necochea y Pergamino. 

Para la gente que trabaja en este rubro significa puestos laborales bien pagos, con sueldos que aventajan, por lejos, a la inflación, pleno empleo, perspectivas de crecimiento, un escenario laboral que, en tiempos turbulentos para la economía, parece una propuesta más que atractiva. 

"Junín ya hace dos años que empezó con un plan que se hizo entre todas las empresas locales, el municipio y todos los sistemas educativos, desde la Unnoba, terciarios y secundarios", manifestó a Democracia el Subsecretario de Producción, Ciencia y tecnología del Municipio de Junín, Mariano Gentilucci. 

Y destacó que "para retener y para seguir generando talento, nosotros pusimos tres pilares. Primero, la escuela de robótica, que trabajamos lo que significa los primeros pasos, tenemos programación y robótica, tenemos lo que es una escuela de impresión 3D para chicos, y también tenemos el uso de una herramienta que se llama Matific, que le enseña matemática a través de la gamificación (una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados) a través de los videojuegos". 

Y continuó: "En segundo lugar, tenemos otro programa que se llama Nodos tecnológicos, que está en Pellegrini y Rivadavia, donde la gente puede aprender computación o lo que es manejo de celulares, etc. Allí se trabaja en la alfabetización digital y se trabaja lo que es acortamiento de la brecha digital, o sea, personas que quieran incorporarse hoy al uso de las nuevas tecnologías". 

En tanto, destacó: "Y luego llegamos a la tercera etapa, es la Escuela de Innovación y Tecnología Municipal, que en realidad tiene dos funciones. Primero es un coworking, donde la gente puede venir a trabajar desde Junín para el Mundo, o hacer networking y de alguna u otra manera juntarse entre ellos para poder desarrollar las tareas".

Historias juninenses

Democracia dialogó con algunos jóvenes juninenses que desarrollan diferentes tareas en el rubro tecnológico. Uno de ellos es Francisco Aguilera, comunicador y community manager que trabaja para empresas e instituciones de Junín, la zona y países limítrofes. Se especializa en la planificación estratégica, creación de contenidos, administración de redes sociales y copywriting.

Sobre la ciudad y sus potencialidades, Aguilera manifestó: "Junín tiene condiciones excepcionales para potenciar la industria del conocimiento. Desde hace años, profesionales de primer nivel vienen impulsando este campo en constante formación y expansión, abriendo caminos a nuevos conocimientos, profesiones y destrezas, que poseen gran demanda en empresas relacionadas a la innovación y la tecnología”.

En sintonía, agregó que "los nuevos espacios de formación en estas profesiones digitales emergentes (cursos y talleres certificados por empresas líderes del sector) le dan un marco formal a inquietudes o curiosidades de jóvenes profesionales o en desarrollo, encontrando un ambiente propicio para su aprendizaje". 

Aguilera cree que Junín puede ser un buen lugar para la llegada de empresas de tecnología. "Ciudades intermedias como estas poseen un potencial enorme en ese sentido: se cuenta con una buena infraestructura en materia de conexión, colegas profesionales de primer nivel que hacen un trabajo silencioso pero que exportan sus productos, servicios o conocimientos a otras ciudades, inclusive países, sumado a la ubicación estratégica de la ciudad, centro de referencia para el noroeste de la Provincia". 

Por último, el joven destacó que la pandemia cambió la forma de trabajar: "Realizamos tareas en equipo con diferentes profesionales del ámbito de la comunicación y la tecnología -diseñadores, marketing digital, programadores, community manager, por sólo nombrar algunos- en forma híbrida: una parte de la semana conectados online desde las oficinas de nuestros hogares, sumando un encuentro presencial, tanto en espacios de coworking como en el interior de empresas". 

"Es muy difícil competir con los salarios de afuera" 

Analizando las situaciones comparativas de Argentina con otros países, Democracia entrevistó a Esteban Quaglia, programador radicado en nuestra ciudad, que trabaja para una empresa de Uruguay desde 2020, cuando decidieron desarmar las oficinas que tenían en Buenos Aires. 

Sobre las potencialidades del país para radicar empresas de programación, Quaglia sostuvo: "Creo que la industria del conocimiento puede llegar a incluir a más gente en el mundo laboral, pero siento que en este momento el país se quedó mucho con el tema impositivo y demás, y hace que muchas empresas en vez de venirse al país, decidan estar en otro lado y desde ahí contratar programadores, como pasa en mi caso". 

Y añadió: "Sé que algunos impuestos ahogan a las empresas, haciendo que no les convenga estar en Argentina. Hay que mejorarlo, porque en el área de tecnología de la información no se necesita estar en un lugar físico, entonces vos podés trabajar desde cualquier lugar del mundo, para cualquier persona, eso hace que las empresas tranquilamente estén en otro país, donde tienen mayores beneficios". 

En cuanto a la dinámica de trabajo, Quaglia destacó que "las reuniones se hacen virtuales, en su mayoría por Google Meet, donde nos reunimos, planificamos y cada uno realiza su tarea, dando reportes diarios de lo que se hizo, lo que se está haciendo y lo que se va a hacer". 

Quaglia consideró que el trabajo contribuye más a la formación que el estudio: "Uno aprende más trabajando que estudiando, cuando iba a la Unnoba sentía que no se aplicaba demasiado lo que el mercado laboral necesitaba, estaba lejos de lo que hacía, a la par, en el trabajo".

Cursos y capacitaciones

Gentilucci afirmó que "la escuela de Innovación brinda cursos cortos, carreras de 4 a 6 meses, con formato hibrido, en algunas tienen 12 clases y son 10 online y 2 presenciales.

Se trabaja una formación online para que todo el mundo pueda acceder a través de la empresa". 

Cabe destacar que los cursos que se brindan en la escuela de Innovación son realizados por una consultora que emite los certificados de las capacitaciones. Actualmente hay cursos de marketing digital, product manager y analista funcional. También en los cursos se los orienta para buscar trabajos o prácticas a través de LinkedIn. 

Y destacó que "la idea es que esta escuela de innovación y tecnología sea el generador de ese semillero que necesita la ciudad". 

"Nosotros hoy estamos dando analista funcional, project manager, que es una gestión de proyectos online con todo lo que es metodología ágil, etcétera, y la carrera de marketing digital, o community manager. De esta manera, las personas ya están o se pueden insertar en el mercado de laboral".

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