En Junín, se gestiona la creación de una dependencia policial especializada.
En Junín, se gestiona la creación de una dependencia policial especializada.
INVESTIGACIÓN Y PREVENCIÓN DE DELITOS

Ante la preocupación mundial por el cibercrimen, en la Región crecen las iniciativas para combatirlo

“Cibercascos azules”, nuevas dependencias policiales y más herramientas de cooperación entre localidades y provincias. Ante el notable incremento del delito en internet, Junín hace eco de otros esfuerzos de la Región y el mundo para frenar su avance y contar con un equipo especializado.

Más conectados y más expuestos. El mundo en línea está azorado por el ciberdelito y las respuestas para combatirlo se plantean bajo distintas modalidades. 

En el mundo, algunos debaten acerca de la urgencia de la cooperación internacional y la intervención de “cibercascos azules”, y en la región ello decanta en propuestas de trabajo desde la policía y el ministerio público fiscal. 

Como telón de fondo, se percibe un incremento de casos y la proliferación de distintas formas de estafa entre amplias franjas etarias. Los casos de Junín y Pergamino, el enfrentamiento abierto con los malvivientes en la red.

Un mundo preocupado

Que cada país tenga su propio Centro Nacional de Ciberseguridad, abierto a la cooperación internacional, y que Naciones Unidas ejerza como una suerte de “cibercascos azules” para dar cobertura a Estados con menos posibilidades, son algunas de las propuestas impulsadas en el seno de la Unión Interparlamentaria (UIP), el organismo que agrupa a 178 cámaras legislativas del mundo.

“Europa, por ejemplo, no tiene una estructura continental de ciberdefensa, es una cosa que está por desarrollar. Lo que estamos intentando es avanzar un poco por delante de lo que se nos viene encima”, sentencia el senador español José Cepeda.

Para impulsar la cooperación internacional, Cepeda visita Argentina, tras haber estado en países de diversos continentes, para reunirse con legisladores y otras autoridades, incluidos representantes de organismos del continente americano, académicos y expertos, y potenciar en este lado del mundo el debate sobre los desafíos que deja la proliferación de los ciberdelitos.

El senador socialista se muestra tajante: “Vamos a proponer que haya un centro nacional de ciberseguridad por cada país, que además pueda compartir datos e información con otros”, afirmó. Y agrega: “el combate contra los ciberterroristas solamente tiene un camino, que es el de la cooperación internacional”. La seguridad mundial, en jaque por los malhechores digitales, parece que contará con un renovado apoyo.

Por su parte, con eje en la colaboración público-privada, por encima de los Estados, se destaca la función que podría tener la ONU: “se necesita que en Naciones Unidas haya un gran centro mundial de ciberseguridad que pueda dar cobertura a países que prácticamente no tienen nada”, señaló Cepeda.

Entretanto, la Unión Interparlamentaria se alista para su 146° Asamblea, que se celebrará entre el 11 y el 15 de marzo en Baréin, donde, además, se debatirá un proyecto que pide a los parlamentos que adopten nuevas leyes y desarrollen la cooperación internacional para combatir los delitos y ataques cibernéticos.

La situación local

La expansión del ciberdelito en la ciudad es eco de un fenómeno que enciende las alarmas en todo el mundo. En todas las franjas etarias, y bajo diversas modalidades, cala profundo.

En diálogo con Democracia, el doctor Martín Hugo Laius, titular de la Fiscalía N° 8 del Departamento Judicial Junín, advirtió por el incremento de casos en el último tiempo y explicó que “las modalidades siguen variando respecto al engaño que se usa”. 

De ese modo, enumeró las formas de estafa que detectan con mayor frecuencia desde la unidad que tiene a cargo: “Los casos más comunes siguen siendo la estafa de venta de dólares por Whatsapp, el ofrecimiento de la quinta dosis de la vacuna y el phishing, con páginas de servicios idénticas a las auténticas donde se ingresa toda la información personal”, explicó. 

Además, advirtió que “en Marketplace, en Facebook, cuando se venden productos también se sufren estafas, y se recomienda chequear que el dinero ingresa a la cuenta bancaria, porque se usan comprobantes falsos”.

Ante un panorama de esas características, la acción de los investigadores y especialistas se torna fundamental. Actualmente, las cuatro fiscalías de instrucción trabajan en ello y, desde hace un tiempo, se decidió que haya un operador de cibercrimen en cada dependencia judicial, una persona que reciba las denuncias que correspondan al ámbito y profundice en su tratamiento.

“Hay un protocolo que desarrollamos en Junín y está alineado con lo que hacemos en la provincia de Buenos Aires”, explicó el fiscal, y dio cuenta de la existencia de planes de acción a pesar de tratarse de un fenómeno novedoso.

En dicho sentido, respecto al procedimiento, detalló: “Al recibir el correo electrónico con la denuncia o una comunicación de comisaría nos ponemos en contacto con la víctima y tomamos las medidas urgentes, como congelamiento de cuentas y aviso a los contactos, para la prevención de mayor daño”. Además, advirtió que, en esos casos, “los minutos están contados” para actuar.

Por su parte, respecto a la pena que pueden recibir los responsables, Laius señaló que “jurídicamente, se los suele calificar como estafas o defraudaciones informáticas, pero todas tienen la misma pena y lo máximo son 6 años de cárcel”.

Junín avanza contra el cibercrimen

El incremento en los delitos virtuales es también un llamado a profundizar las iniciativas y los esfuerzos para hacerle frente. Tal como se anunció recientemente, en Junín se gestiona la creación de una dependencia policial especializada en cibercrimen, que ya obtuvo la aprobación por parte del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.
Junto a otros colegas especializados en el área, el doctor Laius se reunió con funcionarios locales para trabajar en conjunto. 

“Hablamos para transmitir nuestra experiencia, hace casi 3 años que nos dedicamos a esto y contamos con protocolos de investigación, contactos y conocimiento específico”, explicó el fiscal, que dio el visto bueno a “sincronizar los esquemas”, dado que se trabajará en conjunto.

Cabe destacar que sólo hay tres dependencias de estas características en toda la provincia de Buenos Aires, y en Junín el proyecto ya está en marcha. Al respecto, Laius señaló que “la Oficina del Cibercrimen corresponderá al área policial, como cualquier otra dependencia”, y que se alinea con otros esfuerzos en territorio bonaerense, como el Departamento de Ciberdelito del ministerio público, a cargo de Gisella Burcatt.

Pero trabajar con el cibercrimen no tiene sólo fines punitivos sino también de prevención. Así como existen las cámaras de seguridad o los policías de calle, en la red no es tan simple evitar futuros casos, y el ciberpatrullaje, por ejemplo, es una zona gris. “Está al límite”, explicó Laius, respecto a que sólo es permitido en sitios abiertos, pero se pueden iniciar investigaciones de oficio a partir de casos aledaños o noticias, “para evitar que se cometa otro delito”.

Además, señaló que “en casos de grooming se suele usar ciberpatrullaje con la figura del agente encubierto digital”.

En Pergamino, esfuerzos e iniciativa

“Hay un grupo de referentes digitales que trabajamos en esto desde antes de la pandemia, hacemos capacitaciones, intercambiamos experiencias, trabajamos causas en conjunto, y ahora lo hacemos a nivel nacional”, destacó Laius, que trabaja en conjunto con su colega José María Cifuentes, que está al frente del Departamento de Cibercrimen del Ministerio Público Fiscal de Pergamino junto a Juan Martín Fontana.

El caso de Pergamino es paradigmático, y probablemente actuará como puntapié inicial para muchas otras iniciativas regionales. Es que en el Departamento de Cibercrimen se trabaja con las empresas de tecnología más conocidas del mundo para detectar casos de grooming y de difusión de material que incluye abusos a menores de edad, y el foco está puesto, sobre todo, en las redes sociales, a menudo el ecosistema ideal para el ciberdelito.

Se trabaja codo a codo con Tik Tok, Facebook e Instagram para penar la difusión de material de abuso infantil. Una vez que se recopila la información suministrada por las empresas, el departamento que encabeza Cifuentes lleva adelante una investigación en entornos digitales, donde la recolección de evidencia ya no requiere de conocimientos de balística, huellas digitales o adn, sino de códigos, protocolos y direcciones IP. 

Detrás de la pantalla hay un mundo nuevo, y conocer sus reglas es fundamental para velar por la seguridad.

El posgrado de la Unnoba

Por segundo año consecutivo, se abrió la inscripción para la Diplomatura Universitaria de Posgrado en Cibercrimen e Investigación Penal por Medios Digitales, dictada en la Unnoba.

Los docentes responsables son José María Cifuentes Villanueva y Martín Hugo Laius, ambos comprometidos en la lucha contra el ciberdelito y especializados en el área.

“La primera edición la hicimos el año pasado y tuvo mucho éxito”, explicó Laius, que puso énfasis en el carácter práctico que tiene el curso destinado a abogados, jueces, fiscales, defensores, agentes judiciales, funcionarios públicos y empleados, operadores del sistema judicial o ciudadanos con título de grado o terciario de 4 años mínimo de duración.

Se trata de 17 encuentros con una carga horaria total de 100 horas entre diferentes módulos y temas. “Son talleres, todo lo que damos como teoría lo vinculamos a lo práctico para que lo puedan aplicar a lo cotidiano”, agregó Laius, que destacó la presencia de “prestigiosos especialistas fundamentales para una diplomatura”.

Cómo denunciar

Para denunciar casos de ciberdelito se puede enviar un mail a [email protected], donde se incluya nombre, apellido, dni, teléfono de contacto y una descripción detallada de lo que ocurrió. 

El operador de la fiscalía de turno recibe la denuncia y se pone en contacto de forma inmediata, no es necesario realizar otro trámite adicional.

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