La construcción se desaceleró en Junín en octubre, coincidieron referentes del mercado local.
La construcción se desaceleró en Junín en octubre, coincidieron referentes del mercado local.
PANORAMA ECONÓMICO

Advierten sobre una fuerte caída en la actividad del mercado de la construcción en Junín y la Región

Referentes del rubro afirman que hubo un freno en octubre, como consecuencia de la inflación. Con incrementos que promedian el 8% mensual, admiten que el descenso del ritmo de ventas de materiales llegó antes de lo previsto, de acuerdo con las tendencias históricas.

A la espera de que el gobierno exponga los datos de la inflación de octubre, que llegarán a mediados del mes en curso a través de un nuevo informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), distintos indicios que surgen desde las entrañas de la actividad económica preanuncian que los números estuvieron lejos de ser positivos.

En Junín y la Región, el mercado de la construcción cuenta con su propio termómetro de la situación y sus referentes advierten que octubre fue "un mes muy complicado", con un marcado descenso en las ventas de materiales.

"Las ventas han bajado mucho en octubre y los precios suben constantemente. Hoy, para los sectores de clase media, asalariados que cobran en promedio $120.000, es casi imposible comprar materiales para realizar una refacción en la casa", aseguraron a Democracia desde el corralón Hugo Cieri, a la vez que remarcaron que el freno "comenzó a sentirse a partir de septiembre, pero octubre se profundizó aún más".

En esta línea, desde el sector señalaron que "las listas de precios se actualizan todos los meses y, en algunos productos, incluso cada quince días". Así, los incrementos por treintena de días orillan "entre el 7 y 8 por ciento", con fuerte impacto en ladrillos, cementos e hierro.

Desde Fortehouse, por su parte, coincidieron en que "hasta septiembre, toda parte de gruesos (cemento, cal, arena, ladrillo) venía con un volumen de ventas aceptable y dentro de lo estimado".

"En nuestro caso, trabajamos con todo el arco de materiales, desde gruesos, terminaciones y madera. Hasta septiembre veníamos con un nivel de ventas aceptable e incluso no teníamos problemas de abastecimiento, porque en años anteriores ocurrió que la producción de ladrillo se caía en invierno y sufríamos con el tema de las provisiones", explicó a Democracia Ángel Muñoz, gerente de Fortehouse.

Muñoz resaltó que "los gruesos son el termómetro del sector y, a partir de allí, afecta al resto como un efecto cascada". "La caída se ha sentido muy fuerte, sobre todo en la construcción residencial y está claro que es producto de la inflación. Los asalariados son los que más perjudicados quedan para seguir construyendo, pero es algo que ya empieza a verse a nivel general, en toda la comunidad", insistió.

En cuanto a los sectores que mantienen el dinamismo del mercado, desde Fortehouse señalaron que "hay un margen de la obra pública que se sigue abasteciendo, aunque con cierto nerviosismo, porque con los incrementos permanentes se tensiona la situación".

El panorama se presenta similar en ciudades vecinas, como Chacabuco, en donde aseguran que los precios "aumentan constantemente", aunque, a pesar del panorama económico, "se mantiene un nivel de construcción importante".

"El incremento de precios es constante, todos los meses tenemos un 7 u 8 por ciento en todos los rubros, cemento, grifería, etcétera. Pero hay un movimiento que se mantiene y se percibe que existe un sector que todavía tiene posibilidad de invertir en construcción", comentó a Democracia Hugo Belforti, del corralón La Calera.

En Rojas, también observan un panorama similar y aseguran que los incrementos comenzaron a hacer mella en la dinámica de las ventas "en los últimos dos o tres meses".

"Tenemos una caída de alrededor del 30%, que se empezó a sentir en los últimos dos o tres meses y tiene que ver con distintos motivos, como la falta de crédito y también la brecha del dólar", comentó a Democracia César Riccobene, del corralón Los Horneros.

De acuerdo con el cálculo que realizan en el sector, en la medida en que el denominado "dólar blue" se dispara con relación al valor del oficial, "la gente se vuelca automáticamente a la construcción", para proteger sus ahorros. 

Con respecto a los aumentos, en El Hornero confirmaron que "no bajan del 7% mensual" y también afecta "el faltante de mercadería importada". "El mercado se sostiene con las obras que estaban empezadas y un poco con el sector agropecuario, que siempre se mueve, pero obras nuevas prácticamente no hay", advirtió Ricobbene.

Su pronóstico es similar al de sus colegas, aunque con un dejo de optimismo, basado en los antecedentes del sector. "Diciembre, enero y febrero seguramente serán meses tranquilos y quizás el año que viene mejore un poco, si aparece alguna línea de crédito. De todos modos, el nuestro es un rubro estable y siempre en algún momento nos vemos favorecidos", confió.

Una caída que llegó antes de tiempo

Si bien la tendencia histórica del mercado de la construcción registra una baja en la actividad en los meses de verano, referentes del rubro admitieron que la desaceleración "llegó antes de tiempo".

"Siempre para fin de año hay un respiro, en enero y febrero la gente se va de vacaciones y prioriza otros consumos. Por lo general, las ventas se reactivan a mitad de año y hay un impulso. Sabemos que para fin de año es habitual que haya una baja, pero esta vez se produjo antes y fue muy pronunciada", aseguraron desde Hugo Cieri.

Para Fortehouse, por su parte, "ha sido un año bastante atípico, pero siempre hay que medir las ventas en términos nominales, porque la inflación distorsiona todo". "Noviembre y diciembre son históricamente meses en los que bajan las ventas, porque la gente prioriza gastos por las Fiestas, vacaciones, pero estamos hablando de un freno que se está dando con anterioridad a lo que vemos siempre", afirmó Muñoz.

En cuanto a los sectores que funcionan como sostén de un mercado aquejado por la inflación, aparecen la obra pública y fracciones de la población que han accedido a créditos para viviendas o refacciones, como el Procrear.

Sin embargo, otro de los actores que suelen dinamizar la actividad, como es el agro, atraviesa un momento complicado, por la sequía que afectó a la producción este año. "La obra pública, en un porcentaje, está trabajando. Dentro de todo, sostiene al mercado, como también la obra público-privada. Pero la obra esencialmente privada, sobre todo en lo que tiene que ver con lo residencial, a escala pequeña o mediana, ha sufrido una reducción importante", afirmó Muñoz, de Fortehouse.

Desde Hugo Cieri agregaron que "el sector que ha sido favorecido por un Procrear o un crédito es el que puede comprar, también el campo, pero la sequía de este año lo ha complicado mucho". Para Belforti, de La Calera, "el campo siempre ha sido un comprador de materiales para la construcción y lo sigue siendo, a pesar de que este año no ha sido el mejor".

Las claves del parate

-Inflación: los aumentos de precios que oscilan entre el 7 y 8 por ciento mensual golpean al ritmo de la actividad.
-Freno anticipado: si bien el mercado siempre cuenta con un descenso en los meses de verano, se adelantaron los tiempos.
-Sector agropecuario: uno de los principales demandantes del mercado, pero la sequía afectó la producción de este año.

Expectativas en el sector inmobiliario

El desarrollo de proyectos inmobiliarios, uno de los motores de la construcción, viene siendo afectado por la caída del ritmo de la actividad en Junín y la Región, según coincidieron ante Democracia voces representativas del rubro.

"Tenemos el segmento de lo nuevo, hay una oferta limitada por estos tiempos, hay emprendimientos que ya se han desarrollado y otros que se han demorado. Hay una oferta que no alcanza a cubrir el total de la demanda, unidades que se solicitan que todavía no están disponibles", explicó a Democracia Daniel Di Palma, presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Junín.

En esa línea, Di Palma explicó que "hay unidades que, por la dinámica de la economía y las dificultades que se han registrado en los últimos tiempos, están demoradas para la entrega o con demoras en alguna etapa de la obra de su construcción".

No obstante, el titular del Colegio de Martilleros planteó una visión optimista respecto al futuro cercano, a raíz de la promulgación, en agosto pasado, de la Ley de Incentivo a la Construcción Federal Argentina y Acceso a la Vivienda, que extendió por un año el régimen de blanqueo para la construcción.

"Hasta el 30 de noviembre está habilitada la primera etapa para el blanqueo de recursos para la construcción. En ese contexto, se pueden ingresar al sistema financiero dólares que no estaban en la economía y confiamos en que se pueda aprovechar esta posibilidad en nuestra zona", afirmó Di Palma.

Asimismo, agregó: "Los martilleros también estamos pidiendo que en el Presupuesto 2023 se incluya la posibilidad de que este blanqueo favorezca también a inmuebles usados con destino de locación". "Creemos que generaría una dinámica beneficiosa para la construcción y para el mercado inmobiliario en general", afirmó.

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