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Blanca Cottini.
DEL TAMBO A LA CARNICERÍA

Blanca Cottini decidió ser carnicera para poder mantener a su familia

Cuando cerró el tambo donde trabajaba, se empleó como carnicera en un supermercado. Desde entonces, hace 15 años, nunca dejó el oficio. Hoy ella y sus hijos son responsables de varias carnicerías que fueron abriendo con mucho esfuerzo en Junín.

Blanca Cottini trabaja en el rubro carnicería desde hace 15 años. Es la dueña de la carnicería La Blanquita, ubicada en avenida La Plata 140.
En diálogo con Democracia, manifestó que desde dicho local  vende carne de vaca, pollo, cerdo y productos cárnicos elaborados como hamburguesas, pollo relleno, etc. en un barrio que conoce desde siempre.
“Antes hacía tambo, durante 20 años – recordó- después dejé cuando cerró y  me dediqué a la carnicería. Yo hago todo, desposto, corto la carne y la vendo”.
A la pregunta qué la llevó a dedicarse a este oficio, que muchas veces es sacrificado y aún más para una mujer, Blanca explicó que tiene una familia grande, con seis hijos y que debía trabajar, entonces cuando cerró el tambo empezó a trabajar en carnicería.


“Cuando estaba en el campo, me daban la media res para darles de comer a la gente que trabajaba ahí. Entonces aprendí a desarmar la res y repartía la carne para los empleados y sus familias. Cuando dejo el tambo, quedo sin trabajo y me emplearon de carnicera en un supermercado. Primero empecé ahí solita, luego llevé un hijo mío que estaba sin trabajo y hoy él tiene carnicerías Aymar. Después llevé a otro hijo, que también hoy es carnicero. Así seguimos y hoy tenemos siete carnicerías en locales independientes y otras dentro de los supermercados”, acotó.
Actualmente Blanca Cottini, a los 60 años, continúa trabajando sin pausa. La ayuda una de sus hijas, que vive en el campo, y a la mañana viene a La Blanquita para ayudarla.
“Es un trabajo lindo y estoy cómoda porque tengo la carnicería en mi casa”, concluyó la carnicera.

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