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Molinos Cabodi S.A. entregó diez mil kilos de harina para familias rojenses.
DONACIÓN DE DINERO Y HARINA

“Debería darnos vergüenza que haya chicos con hambre en Rojas”

Pablo Fernández, director de Molinos Cabodi S.A., hizo un repaso de la actividad solidaria de la empresa y destacó: “Estamos entre las cuatro empresas harineras más grandes de la Argentina, tenemos una responsabilidad social que no podemos dejar de lado”.

En el marco del avance de la pandemia del coronavirus Covid-19, las acciones solidarias se replican en los distritos y cada vecino, desde su lugar, se suma a ayudar a quienes más lo necesitan en este momento de crisis económica y sanitaria. Rojas es una de las ciudades de la Región con una importante labor desinteresada de distintos sectores que ofrecen sus servicios para confeccionar elementos necesarios para dar batalla al virus, o bien, para asistir a los sectores más vulnerables de la población en tiempos donde la economía se encuentra pausada. Instituciones sin fines de lucro, empresas y comunidad en general participan de manera activa en las campañas para recaudar fondos y comprar insumos y equipamiento para el hospital local Saturnino Unzué.


La empresa Molinos Cabodi S.A. de Rojas se destaca por sus habituales donaciones a las instituciones más necesitadas del distrito. En esta ocasión, los directivos decidieron donar $300.000 para comprar equipamiento para el nosocomio y, además, entregaron 10.000 kilos de harina para los sectores más vulnerables y afectados por la crisis económica. La donación se enmarca en la campaña que llevó adelante Rotary Club Rojas y FUNDAICO. En diálogo con CLYFER TV, el director de Molinos Cabodi S.A., Pablo Fernández, se refirió a la acción solidaria y dijo: “Nosotros estamos entre las cuatro empresas harineras más grandes de la Argentina, tenemos una responsabilidad social que no podemos dejar de lado; habitualmente colaboramos con instituciones, escuelas, clubes, iglesias que tienen comedores, brindándoles harina o productos hechos con harina, mes a mes”.
“Nosotros producimos uno de los alimentos más básicos de la humanidad, desde hace cinco mil años, siempre tuvimos la idea de que estando en Rojas, una de las tierras más ricas del mundo, que haya chicos con hambre acá es una herida que tendría que darnos vergüenza a todos”, señaló Pablo Fernández y agregó que “deberíamos ser capaces de hacer una acción conjunta. Rojas produce muchos cereales, alimentos, hay empresas que procesan esos cereales y loS transforman en alimentos y productos. Si nos organizáramos, con poco que pongamos cada uno, podríamos hacer algo muy interesante en ese sentido; esa propuesta, por diversos intereses, nunca se llevó a cabo”. 
Por otro lado, y en relación a la donación para atravesar la crisis sanitaria y económica, Fernández dijo:  “Nosotros siempre colaboramos con instituciones, mes a mes, pero esta vez, a pesar de la situación durísima que atraviesa la industria, el comercio y todo lo que nos afecta, sentimos que teníamos que hacer algo más; cuando se puso en contacto con nosotros la gente de Rotary Club y FUNDAICO, nos pareció una muy buena iniciativa” y agregó: “Yo creo que la gente es tremendamente solidaria, muchas veces no participan de las campañas porque no tienen en claro a dónde van a parar las cosas que donan pero cuando las cosas se hacen seriamente, y con gente transparente, la gente responde; de hecho,  en esta campaña de Rotary y FUNDAICO respondió muy bien porque fue muy exitosa”.


“Nosotros decidimos colaborar en dos partes: por un lado, donando dinero a la campaña, con ese dinero FUNDAICO compró la aparatología que, directamente, fue donada al hospital. Es decir, está totalmente claro a dónde va la plata. Por otro lado, también donamos harina en bolsones de diez kilos para la gente que realmente la necesita en Rojas”, contó Pablo Fernández y añadió: “Para la distribución nos pusimos en contacto con el Consejo Escolar, ellos son quienes se manejan con todos los comedores escolares de Rojas, tienen un padrón, un relevamiento de todos los chicos y familias que dependen de los comedores escolares; nos llevamos una sorpresa porque en Rojas hay entre 900 y 950 familias cuyos chicos comen todos los días de la semana en comedores escolares”. 
Respecto de la donación de 10.000 kilos de harina fraccionada en bolsas de diez kilos, Fernández apuntó que “los comedores escolares permanecen cerrados, los chicos se quedan sin esa posibilidad, entonces se les está dando bolsones de comida, con productos secos, para que se lleven a sus casas” y agregó: “Realizamos la distribución, nos ayudó Rotary Club, FUNDAICO y Gear, ellos colaboraron con un camión, así que distribuimos los bolsones a las escuelas para que el día que les daban los alimentos entregaran también el bolsón de diez kilos de harina a las familias de nuestro distrito que más lo necesitan”.

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