>LAS FAMOSAS “DROGAS DE DISEÑO”, UNA PELIGROSA MODA

Alerta por el consumo de pastillas de éxtasis entre los jóvenes bonaerenses

>Si bien el consumo de la sustancia es bajo en relación con otras, la ONU advirtió, ya en 2011, sobre su aumento a nivel global y sobre todo en la Argentina, uno de los países con más consumo en la región.

Felipe Balderiote tenía 19 años  y el perfil de un joven abocado al estudio y al deporte en su Corrientes natal. Allí, a todos les sorprendió su trágico final, en un hospital de Villa Gesell, en enero pasado. Felipe tomó éxtasis para ir a bailar. Murió después de poco más de una hora de agonía, a pesar de los esfuerzos de los médicos.
Fue el propio Felipe quien reveló a los galenos que había consumido una pastilla de éxtasis. Les dijo que poco después de hacerlo se sintió mal y fue al baño. Sus tres amigos contaron que se preocuparon, al ver que no salía, y lo fueron a buscar. Lo encontraron descompuesto, afectado por diarreas y vómitos y exhibiendo una sudoración excesiva. Felipe les dijo que no sentía las piernas y se veía hinchado. Lo llevaron al hospital, donde exhibió un cuadro de sobreexcitación psicomotriz que hasta dificultaba atenderlo. Más tarde tuvo convulsiones, un infarto y  un edema pulmonar que terminaron con su vida.
El caso de Felipe puso sobre el tapete a las drogas de diseño, ese tipo de sustancias que se crea en laboratorios clandestinos, se vende en pastillas -a veces en sellos- y suelen ser consideradas por algunos jóvenes como “drogas seguras”, porque les resulta más fácil controlar la dependencia.
Sin embargo, es muy distinta la opinión de los especialistas en adicciones, quienes destacan que su uso se asocia a trastornos psiquiátricos, neurológicos y cardíacos que incluso pueden llevar a la muerte.
En un principio asociado a sectores de alto poder adquisitivo, el consumo de las drogas de diseño reconoce un pico estacional durante las temporadas de verano. Así lo indican fuentes policiales, que destacan que durante la temporada se incrementan los operativos destinados a detectar el tráfico de drogas hacia la costa. En los últimos años muchos de esos operativos tiene como resultado el secuestro de drogas de diseño.
En uno de los casos resonantes de las últimas semanas fueron secuestradas más de 60.000 microdosis de ácido lisérgico (LSD) - presentados en 740 troqueles con un valor potencial de 4.662.000 pesos - en distintos operativos realizados en  Pinamar, Ostende y Valeria del Mar. El 15 de enero dos hombres también fueron detenidos en Santa Teresita con 63.000 microdosis de la misma droga.
La denominación éxtasis (como otras tales como ´ la droga del amor ´o XTC) alude a la droga conocida como MDMA, una metanfetamina (metilendoximetanfetamina), que habitualmente se vende en pastillas que se pagan en la actualidad entre 100 y 300 pesos cada una o puede presentarse también en polvo o en forma cristalina.
La muerte de Felipe Balderiote generó un gran impacto en todo el país, aunque especialmente  en la Costa, donde las drogas de diseño representan una preocupación siempre vigente.
Así lo indican desde la Fundación Padres, una ONG que propone para los padres un rol activo en la prevención de distintas problemáticas que afectan a los jóvenes, entre ellas la de la droga y el alcohol.
Según destaca Adrián Dall´Asta, fundador de la entidad que por estos días trabaja en la Costa, desde Pinamar, el consumo de drogas de diseño es vivido frecuentemente, por los jóvenes, “como una travesura sin riesgo. Por eso es tan importante la presencia de los padres y el diálogo permanente”, dice Dall´Asta.
“Hay que tener en cuenta que hoy en día cualquiera en lugar en la costa puede ser de alto riesgo si uno piensa en elementos como las drogas de diseño, que para los jóvenes están al alcance de la mano. Es por eso que nosotros insistimos en el rol de los padres, en acompañar a los chicos, hablarles, hacerles tomar conciencia de los riesgos, de que esas sustancias no son seguras y de que una travesura de una noche puede tener un desenlace fatal”, dice Dall´Asta.

Bajó la cantidad de atendidos
Desde la Subsecretaría de Adicciones señalaron que a diferencia de lo que ocurre con otras sustancias, el consumo es primordialmente individual.  Por ejemplo mientras que en el caso del consumo de bebidas alcohólicas, entre el 90 y el 95% dice consumir en grupos de pares, en el caso del éxtasis este porcentaje es del 36%”.
Del mismo modo indica que”aquellas personas que consumen o han consumido éxtasis sostienen que sólo lo hacen en eventos públicos y no en espacios como el barrio - la calle - el propio domicilio o el trabajo. No se registra, en los testimonios de jóvenes encuestados, consumo de éxtasis en el propio domicilio o en el barrio sino que éste se da predominantemente en eventos. <

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