Las versiones acerca de cómo se llegó al “acuerdo” son tan variadas como disímiles. E incluyen especulaciones políticas teñidas, obviamente, por el escenario electoral 2015. Aún así, luego de una larga discusión que lejos quedó aún de ser saldada, el Gobierno bonaerense -léase Daniel Scioli- y Sergio Massa, resolvieron, aunque por cuerda separada, avanzar con la creación de las Policías locales en los distritos gobernados por el Frente Renovador.
Unos y otros se ven ganadores de la pulseada y sacan pecho. En el clásico en el que se ha transformado la puja entre el Gobernador y el diputado nacional, no hay movida que no sea estudiada detenidamente con el objetivo de sumar en la carrera presidencial. En ese contexto aparece el punto de encuentro para que los municipios de más de 70 mil habitantes cuenten con más efectivos policiales en medio de otro, y recurrente, pico de inseguridad.
¿Qué pudo mover al Frente Renovador a decidir orgánicamente adherir a la Policía local que impulsa Scioli, luego de cuestionar con suma dureza la decisión de instrumentar por decreto la nueva estructura de la Bonaerense tras el freno al proyecto de ley en la Legislatura?
Es ahí donde arrancan las especulaciones políticas y la lectura de vencedores y vencidos en una puja que por este tema seguramente no será la última. “Por más que crean que el sistema es muy malo, quedarte afuera y privarte de más policías y patrulleros que encima pagará la Provincia, es peor”, dicen en el sciolismo, donde creen que Massa quizás evaluó, además, los costos que pagarían sus intendentes cada vez que se produjera un hecho resonante de inseguridad en sus distritos por haber resignado la posibilidad de contar con más herramientas para combatir el delito.
En el Frente Renovador sostienen que las Policías locales, así como están planteadas, van a incidir poco y nada en mejorar la inseguridad y, por consiguiente, no habrá un rédito político superlativo para la campaña de Scioli. Por eso terminó robusteciéndose la idea de que no tenía sentido resistirse a la firma. “Esto no tiene nada que ver con lo que pensamos ni con lo que creemos que debe ser la Policía local, pero no vamos a ser nosotros los que impidamos que se ponga en funcionamiento”, decían desde el massismo con clave electoral.
Mensajes e interpretaciones
En el escenario político aparecieron algunas definiciones que generaron comentarios e interpretaciones. Una de ellas, la decisión de Francisco De Narváez de volver al ruedo, pero con la novedad de que será fuera del esquema del Gobernador.
El Colorado está convencido de que Scioli va a pelear la interna del Frente para la Victoria y que él no tiene lugar en un armado K. De hecho, hizo un guiño a Massa, Mauricio Macri y no se descarta algún acercamiento con el cordobés José Manuel de la Sota, si es que el mandatario va a las Paso del Frente Renovador.
Cerca de Massa festejaban la decisión de De Narváez, no porque tuvieran la intención de llevarlo como candidato en la Provincia -le apuntan a Martín Insaurralde- sino por la “pérdida” que el anuncio del Colorado significa, dicen, para Scioli. “Perdió a uno de los aliados que más le medían en la Provincia”, analizan.
Si bien parece un hecho el arribo de Insaurralde al Frente Renovador, en las últimas horas surgieron señales que indican que no todo es un lecho de rosas en el massismo.
El propio Massa convocó a sus intendentes el pasado jueves a Magdalena para alinearlos y bajar el mensaje de adhesión a la Policía local. Pretendía ser una señal de unidad ya no sólo por el tema de la inseguridad, sino también frente a los tironeos políticos por la inminente, aseguran, llegada al espacio del ex intendente de Lomas de Zamora.
Sin embargo, no todos los alcaldes massistas fueron a la cita. Mientras se desarrollaba el cónclave en Magdalena, los intendentes Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Luis Acuña (Hurlingham) y Humberto Zúccaro (Pilar), participaban de una actividad institucional en la que también estaba la macrista María Eugenia Vidal.
Dicen que los tres alcaldes estarían armando un sector propio dentro del Frente Renovador para pelear espacios de poder. Algunas fuentes no descartan alguna decisión un poco más drástica si llega Insaurralde. <
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