Dos jefes penitenciarios fueron detenidos por apremios ilegales en la UP 13 de Junín

Dos jefes de la Unidad Penitenticiaria 13 de Junín  fueron detenidos tras ser acusados de haber cometido apremios ilegales contra dos presos de esa cárcel del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), al golpearlos cuando entre ellos protagonizaron una pelea sobre el final del horario de visitas, según informaron fuentes judiciales.
Las detenciones de los imputados, identificados como el subprefecto Jorge Fermanelli y el alcaide mayor Héctor Romero, se concretaron el jueves por pedido del fiscal Sergio Manuel Terrón, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial Junín y con el aval de la jueza de garantías María Laura Durante.

Excarcelados

Luego de prestar declaración indagatoria, los oficiales penitenciarios, jefe y subjefe de Vigilancia y Tratamiento de la mencionada Unidad 13, fueron excarcelados y continuarán imputados por “apremios ilegales agravados mediante el empleo de violencia”.
Terrón investiga lo sucedido el sábado 19 de julio, cuando aproximadamente a las 14.30, sobre el cierre del horario de visitas de la cárcel dos internos comenzaron una pelea.
En esas circunstancias y de acuerdo con lo denunciado tanto por los mismos presos como por los familiares que se retiraban del lugar, los acusados decidieron intervenir.
Si bien inicialmente separaron a los internos y terminaron con la reyerta, continuaron agrediéndolos físicamente y les provocaron diversas heridas, según la pesquisa judicial.
Los voceros explicaron que ambos internos sufrieron lesiones de carácter leve y, luego de presentar una denuncia por lo ocurrido, fueron trasladados a otros centros de detención.
Finalmente, tras reunir testimonios y otras pruebas acerca de lo sucedido, el fiscal Terrón imputó a Fermanelli y Romero.
Fuentes judiciales informaron a Democracia que “la investigación recién comienza” y los pesquisas esperan reunir más datos para establecer si hubo participación o no de otros uniformados. Hasta ayer, había indicios de que Fermanelli y Romero no fueron los únicos que protagonizaron el episodio.

Las víctimas

En cuanto a las víctimas, presentaban golpes y suturas en distintas partes del cuerpo, presuntamente propiciadas con objetos contundentes. Por su seguridad, fueron trasladadas a otra unidad penitenciaria. La misma medida se tomó con los testigos del hecho.
En tanto, en el SPB, que depende del Ministerio de Justicia provincial, evaluaban desafectar, al menos temporalmente, a los dos jefes imputados hasta tanto se resuelva su situación.
“En estos casos, por lo general se abre un sumario y se separa del cargo a los acusados. Seguramente esta vez ocurrirá lo mismo, pero la decisión todavía no se formalizó”, dijo a Democracia una calificada fuente de la cartera bonaerense.
También confirmaron que luego de la declaración ante el fiscal, los agentes fueron excarcelados luego de que la jueza Durante diera lugar a un pedido de la defensa de los imputados.
En cuanto a la posibilidad de que más guardiacárceles hayan participado del hecho, en el SPB aún no pudieron precisar más detalles.
En diálogo con Democracia, el fiscal Terrón explicó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el pacto San José de Costa Rica adhieren a la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, y también nuestro país.
Y agregó que el Código Penal también reprime abusos de autoridad, excesos, vejaciones, torturas y apremios ilegales, ya sea por efectivos penitenciarios o de la policía.
“Todas las personas que manejan detenidos los deben hacer con un standard de respeto por los Derechos Humanos”, dijo.
El delito de apremios ilegales prevé de dos a seis años de prisión, es detenible pero con posibilidad de transitar el proceso en libertad.