En un juicio por jurado, ayer se inició el debate en el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Junín, a cargo de la Dra. Karina Piegari, por el asesinato de Marcelo Torres, de 34 años, hecho que ocurrió en el Parque Ecológico de Junín el martes 27 de octubre de 2020, cuyo cadáver fue hallado dentro de un auto Renault Clío, a la vera de la Ruta Nacional 188, en situación de pandemia donde había restricción vehicular.
El mismo tiene tres jornadas de audiencias -17, 18 y 19 mayo- y es la tercera vez que en el Departamento Judicial de Junín doce ciudadanos se expedirán sobre la culpabilidad, en este caso, de los imputados por el crimen de Torres, quien falleció a raíz de heridas provocadas por arma blanca en el cuello.
Se trata de Vilma Esther Verón (28) y Gustavo Damián Arrieta (36), quienes admitieron haber estado con la víctima en el momento del hecho, y ambos están con prisión preventiva alojados en Unidad Penitenciaria 13.
En total declararon siete testigos, luego de los alegatos de apertura.
Verón (expareja de Torres) y Arrieta están procesados por el delito de "homicidio calificado por alevosía y el vínculo" y “homicidio calificado por alevosía”, respectivamente. La mujer está representada legalmente por el Dr. Mauricio Muñoz, mientras que el hombre por el defensor oficial Dr. Leopoldo Singla. La fiscal de juicio es la Dra. Paola Luján, y el abogado del particular damnificado es el Dr. Fernando Ojeda. Cabe destacar que para lograr que la condena sea perpetua requerirá de la unanimidad de los 12 miembros del jurado.
“Verón pactó un encuentro”
En los alegatos de apertura, la fiscal Luján manifestó: “Los imputados callaron a Torres para siempre. Ese día Verón pactó un encuentro con Torres a través de un llamado, previo a hacer un plan con Arrieta para matarlo en el Parque Ecológico, desde donde se llevaron el teléfono y el arma luego del hecho”.
“La defensa dirá que no fue por alevosía, pero la fiscalía acreditará que la víctima estaba indefensa en el Parque. Ellos intentarán decir que actuaron así por la relación que tuvieron hace 5 años cuando hubo una denuncia por violencia”, subrayó.
“No fue planeado”
En su turno, Singla (abogado Arrieta), dijo que “Gustavo Arrieta es un hombre que intentó ayudar a su pareja y se le fue de las manos. Gustavo cometió el crimen, pero no fue planeado. Él quería darle una golpiza a Torres para que no siguiera molestando a Vilma”.
“Al notar que Vilma estaba en el auto gritando que Torres la había querido abusar, tomó un cuchillo que tenía por su trabajo y lo mató. No fue una muerte planificada ni con alevosía. Fue un ‘homicidio simple’”, concluyó.
“Vilma no mató a Torres”
Por su parte, Muñoz (defensor de Verón), afirmó que “ella no cometió el delito. Vilma no mató a Torres con quien tuvo una relación de 6 años”. “Con la personalidad violenta de Torres, le había provocado lesiones y fue condenado a una pena de 6 meses de ejecución condicional”, relató.
Un año antes del hecho Verón “empezó a vivir una nueva relación con Arrieta. El 27 de octubre Vilma marcó por error a Torres y cortó, y luego Torres se intentó contactar. En esa circunstancia decidieron encontrarse para poder dialogar”, sostuvo.
“Torres propuso el Parque Ecológico, porque ahí era donde tenían relaciones cuando eran pareja. En ese lugar estaba Arrieta para darle una golpiza. Torres intentó abusar de Verón y es ahí cuando Arrieta rompió el vidrio para trenzarse en una riña”, dijo.
“Cuando Vilma empezó a gritar que había querido violarla, ahí sacó una sevillana. Viendo ese hecho, Verón se fue del lugar y no tuvo participación en el asesinato”, concluyó.
“Lo apuñaló tres veces en el cuello”
Tras los alegatos, la jueza Dra. Karina Piegari relató cuáles son los hechos acreditados y dados por probados.
“El acontecimiento ocurrió el 27 de octubre en el Parque Ecológico, donde se encontraron la víctima y Verón”, mientras que Arrieta ya se hallaba en el lugar, explicó. “Mientras estaban en el auto, Arrieta rompió el vidrio del conductor, lo golpeó y lo apuñaló tres veces en el cuello”, señaló.
“En un allanamiento realizado el 28 de octubre, donde vivían los imputados, se incautaron la mochila de Torres con sangre, la ropa usada en el hecho y la moto con la que volvieron del Parque Ecológico”, concluyó.
“Vi el demonio”
El primer testigo en declarar fue Rodrigo Medina, expareja de Verón, con quien tienen un hijo de 11 años. “A Vilma la conocí por las redes, fuimos novios y es un pasado que no quiero recordar”, afirmó.
“Después de un año, quedó embarazada y lo disfruté cuando me dejaban. Cuando nació nuestro hijo estábamos distanciados y cuando fui a verlo, ya lo habían anotado con el apellido Verón. Yo siempre fui un trofeo”, apuntó.
“Siempre me distanció de mi hijo. Convivimos una semana con el nene bebé hasta que un día me atacó con un cuchillo y decidí irme. Tomé distancia y me dejó muchas secuelas. Vi el demonio”, indicó. “Me perseguía. Me veía en el kiosco y empezaba a gritarme. Seis veces me rompió la luneta del auto y la moto también e hice las denuncias. Yo no quiero que mi hijo sufra lo que yo sufrí. Cuando me llamaron para declarar mi nene me decía que si yo declaraba no me veía más”, señaló.
“Vilma con Marcelo (Torres) perseguían a mi expareja con la que estuve tres años. Una vez fui a mi casa e intentó pegarme. Esto pasó un mes antes del homicidio. Con Marcelo hablé y le dije que deje de jugar ese juego de violencia contra mí y mi ex. Hablamos perfectamente y no pasó nada. Él le seguía el juego a Verón”, apuntó.
“Las denuncias de Vilma eran mentira y sin pruebas, lo mío era verdad. Un rasguño siempre me dejaba”, cerró.
“Le ponía calma a las cosas”
La expareja de Torres, con quien tuvo dos hijos, fue la segunda testigo en declarar. “Mantuvimos una relación de 7 años más o menos. Era bueno, romántico y le ponía calma a las cosas”, indicó Natalia López.
“Con Vilma yo no me podía acercar a él y al revés. Melany (hija) me contaba lo que Verón le hacía a Torres: lo lastimaba y arañaba. Vilma una vez me denunció porque decía que yo la molestaba”, afirmó.
“Verón lo celaba con una maestra de la escuela que la estaba terminando. Tengo otro hijo, llamado Ciro, que hasta el día de hoy lo llora a Marcelo. Era un excelente papá y mi hijo vivía con sus abuelos”, comentó.
“Lo veía mal y nos mentía”
Por su parte, Ezequiel Bogarín, amigo de Torres desde hacía 5 años, declaró que el 20 de junio de 2020, meses antes del homicidio, “Vilma Me escribió por Facebook diciendo que yo y otro amigo teníamos la culpa de que se encame con mis amigas y que las iba a cagar a palos”.
Otra de las amistades, de 13 años, Walter Fernández, dijo que “estuve peleado cuatro meses porque yo le hablaba de la relación que tenía con Verón, ya que lo veía mal y nos mentía”.
“Una vez llegó al trabajo (en el ferrocarril) con la moto rayada y me dijo que se le había caído. La misma Verón me dijo que ella lo había hecho. El homicidio ocurrió unos 10 meses después de haberse separado con Verón. No sé si luego se siguieron viendo”, sostuvo.
Ángel Leiva, otro amigo (de 10 años), indicó que a “Verón la conoció por juntarnos a comer en pareja. Ella era tóxica y lo maltrataba y le parábamos el carro. Entre 2019 y 2020 me mandó mensajes sobre Torres, a través de Facebook”. Además, afirmó que “en junio de 2020 Marcelo y Vilma se veían. Si bien él no me decía, yo lo sabía. Yo veía su auto en la casa de ella, por eso sabía que se seguían viendo”.
María Luján Miranda, amiga de la víctima, declaró que nunca pudo tener trato con Verón “porque era celosa”. A Marcelo Torres lo conoció de chica en la Escuela 3. “Cuando se separó de Verón, me encontré con Torres que me empezó a mandar mensajes”, agregó y continuó: “Me pidió que no le mande mensajes cuando volvía con Vilma porque ella era tóxica”.
La noche del crimen “cenamos y lo vi raro. El tenía dos teléfonos y a uno lo agarraba seguido. Estaba nervioso, movía los pies y fue como que se despedía. Estábamos frente a frente y me empezó a contar que Vilma estaba de novia con otra persona y que para él era un alivio”, cerró.
“Voy”
Por último, Américo Torres, padre de Marcelo, dijo que “era un buen padre de dos criaturas, un buen muchacho y buen amigo. Yo lo acompañaba con los dos nietos a jugar al fútbol”.
Antes del hecho, “él estaba viviendo conmigo. Hablaba poco con él, lo justo y necesario. El día antes del hecho no fue a trabajar y pusimos una chapa en el techo. Estuvo hasta las 19 y volvió a la medianoche, me saludó, se fue a la pieza y yo me fui a dormir”, declaró.
“A los 10 minutos sentí un llamado al teléfono y luego una vez más a los pocos segundos. Lo escuché decir ‘voy’. Fue la última vez que lo vi”, expresó. También, recordó que “una vez se fue a trabajar y dejó el auto en el garaje y vi los vidrios rotos. Le pregunté y me dijo que no había pasado nada, pero le contó la verdad a mi otro hijo.
El hecho
El episodio fue descubierto alrededor de las 9.30 del 27 de octubre de 2020 dentro del Parque Ecológico, ubicado a la vera de la Ruta Nacional 188, en Junín, frente al aeródromo.
El hallazgo se registró cuando una mujer que caminaba por el ex Vivero Municipal observó que dentro de un Renault Clío blanco había un hombre ensangrentado, por lo que llamó al 911.
Torres (34) era el propietario del vehículo en el que fue encontrado muerto, trabajaba en el rubro de la construcción y vivía con su padre. Cabe recordar que las detenciones se concretaron durante un allanamiento en una vivienda en la que vivían los acusados, situada en Junín, a la que los policías llegaron luego de analizar las grabaciones de cámaras de seguridad y recibir un informe sobre los teléfonos celulares de los acusados.
Según las fuentes, los investigadores determinaron el recorrido que hizo el Renault Clío blanco, patente CYM-285, y que una mujer rubia con una prenda de vestir de color roja se hallaba como acompañante en el momento en el que ingresaron al Parque a la 1.09 de la madrugada del martes.
Las cámaras cercanas a la vivienda de Verón la tomaron caminando hacia el lugar de encuentro con su exnovio con una ropa similar a la que tenía la mujer que iba como acompañante en el vehículo. Además, se recibió el informe sobre los celulares marca Samsung A10 y Motorola pertenecientes a los acusados, quienes habían eliminado mensajes y llamadas de WhatsApp.
Sin embargo, los peritos recuperaron los archivos y establecieron que la mujer había acordado encontrarse con Torres a las 12.40 y que a la 1.06 le envió un mensaje a Arrieta en el que le avisó que estaban llegando al Parque Ecológico.
Los impactos de las antenas coincidieron con la geolocalización de la escena del crimen. En tanto, durante el allanamiento fueron secuestradas prendas de vestir, mientras que las llaves del auto en el que fue encontrada la víctima, su teléfono y el arma homicida fueron encontradas en un descampado de calle Ricardo Rojas entre República Libanesa y Padre Ghío.
Por su parte, el resultado de la autopsia practicada al cuerpo de Torres determinó que murió de "un shock hipovolémico provocado por tres heridas cortantes en el cuello", entre otras lesiones constatadas.
La segunda audiencia
Hoy, a las 9, se dará continuidad a la segunda audiencia del juicio por jurado, en el piso 6 de los Tribunales de Junín.
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