El juez de Ejecución Penal José Pérez Arias finalmente decidió que Fructuoso Álvarez González, el hombre que asesinó a la familia de Matías Bagnato el 17 de febrero de 1994 en Flores, seguirá preso.
El asesino, amparándose en su nacionalidad española, presentó ante el juzgado un recurso de extrañamiento. Es un beneficio que contempla la Ley de Migraciones por el cual un ciudadano extranjero condenado por un delito cometido en Argentina puede, una vez cumplida la mitad de la pena, ser deportado a su país. En ese caso la pena queda extinguida automáticamente y la persona puede moverse libre en su tierra natal.
Antes de la resolución, Matías, el único sobreviviente de la masacre, contó que el magistrado, en lugar de convocarlo a la lectura del fallo, le dijo que le informaría por teléfono cuál fue la resolución. Algo que causó indignación en él y le hacía temer lo peor. Sin embargo, Álvarez González seguirá preso en el penal de Ezeiza.
"Me llamaron a decirme que no me van a citar. Que me iban a transmitir el fallo por teléfono. Toma esta decisión para evitar que vayan los medios a la puerta del juzgado, y es lo que a mí hace dudar", expresó, indignado, Bagnato.
Si bien todo salió como él esperaba, consideró que el juzgado lo sometió a una situación de angustia y desesperación que eran evitables. "Siento que la Justicia vuelve a revictimizarme una vez más. Hace 23 años que estoy con esto y todos los años siento que me va a matar.
De hecho me está matando lentamente. La Justicia está logrando lo que quería Fructuoso. Es intolerable", dijo Matías, que lo único que reclama es ayuda y que se difunda lo más que se pueda la decisión del juez. "Estoy pidiendo a todos que me ayuden".
HABLÓ UN SOBREVIVIENTE
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