Ruleta
MARKETING APLICADO

Ruleta

La economía azarosa.

Por ahí alguna vez les pasó. Revisar el débito automático y encontrarse con sorpresas. Sobre todo en esos servicios que tenemos que tener, los que van erosionando silenciosamente nuestra cuenta. El seguro del auto, cable, abono de telefonía celular e internet. De pronto, el espanto! Al chequear notamos que el incremento supera cualquier estimación inflacionaria, aún la de nuestro país. 

Fue esta semana pero pudo ser cualquier otra. Calculadora en mano y con la idea de controlar lo que estaba pagando noté el descalabro. Si, entiendo que estamos en un contexto, año, década o siglo inflacionario pero ¿es para tanto?. Me armé de paciencia y celu en mano incié las gestiones. 

En poco tiempo hice un master promocional. Al parecer hay un momento límite, un precipicio, una fecha que hay que agendar. Se trata del vencimiento de los descuentos especiales. Seis o doce meses. Períodos que si olvidas van a erosionar tus bolsillos, hasta el fondo. 

“Se le terminó la promo” responde amablemente la señorita de atención al cliente, esperá que armamos otra. Rapidito, sin resistencias. En pocos minutos, soy acreedor de un descuento que llega al 50%. Me siento bien, estoy feliz porque por un tiempo voy a pagar lo que vale. De pronto me pregunto ¿qué estuve pagando últimos dos meses? Digo por fuera de ese “gran” beneficio. 

¿Cómo hacen para darme semejante descuento? ¿cuánto ganaron solo conmigo fuera de este nuevo plan que amablemente me adjudican? Lo digo en voz baja, no quiero que me lo quiten. 

¿Cuánto valen realmente las cosas? Dejemos de lado las promos, los ciber Monday, black Friday y las bondades de pertenecer a la comunidad de no se qué cosa. Quiero saber el valor, neto, liso, real. ¿Qué me sale doña? Como cuando íbamos al almacén, a comprar pan. Sin misterios ni complejidades. El precio por favor. 

Parece ser que los productos y servicios ya no tienen valor monetario, hoy los parámetros son otros. Porcentajes, descuentos, promos, acciones especiales o “favores” por quedarte y no cambiar de compañía. Un nuevo lenguaje que hay que aprender para evitar la zoncera de pagar lo que sería el precio “de lista”. 

La ruleta sigue girando y ya no tenemos referencia de precios. Hoy la economía es un juego de azar, solo hay que estar atentos y ver donde cae la bolilla ¿Ya revisaste el débito automático esta semana?

COMENTARIOS